Sin consecuencias Las mujeres testifican sobre el acoso y las agresiones sexuales en la Academia de la Guardia Costera
Su testimonio, en ocasiones muy crítico con la agencia y en otras profundamente emotivo, llevó a senadores de ambos bandos políticos a arremeter contra los actuales y anteriores líderes de la Guardia Costera. La audiencia fue provocada por la información de la CNN sobre los resultados de una investigación secreta -denominada Operación Fouled Anchor- que corroboraba docenas de agresiones sexuales en la Academia de la Guardia Costera.
Los senadores de la Subcomisión Permanente de Investigaciones del Comité de Seguridad Interior se declararon estupefactos ante el hecho de que los dirigentes de la Guardia Costera hubieran ocultado durante años, a sabiendas, las denuncias de conducta sexual inapropiada y no hubieran exigido responsabilidades a los antiguos agresores y a los funcionarios que encubrieron su conducta peligrosa y delictiva. Varios legisladores afirmaron que ya era hora de empezar a dar nombres.
Las mujeres que testificaron asistieron a la academia en distintas épocas, desde la década de 1980 hasta la actualidad, pero sus historias de abusos son similares.
Una cadete actual declaró que se vio obligada a seguir estudiando y a convivir con el estudiante que la agredió sexualmente a las pocas semanas de empezar su primer año. Una graduada dijo que intentó suicidarse después de haber sido violada y agredida sexualmente por dos compañeros de clase diferentes. Una tercera dijo que el estudiante que la manoseó delante de decenas de espectadores que se reían sigue siendo hoy un oficial de la Guardia Costera. Y una cuarta habló de cómo fue castigada por los daños causados en su puerta después de que dos estudiantes la echaran abajo y la atacaran a ella y a su compañera de habitación en sus camas.
El senador Richard Blumenthal, presidente del panel, dijo que tiene la intención de celebrar audiencias adicionales que aborden la "cultura de encubrimiento" de la Guardia Costera. Señaló que la Guardia Costera no ha cooperado plenamente con la investigación del Senado y que se emitirán citaciones si es necesario - diciendo que los líderes pasados y actuales tanto de la academia como de la agencia pueden ser llamados a responder por las decisiones que han tomado.
"Es una cultura que, con demasiada frecuencia, ha victimizado a los supervivientes dos veces: primero, cuando son agredidos o acosados, y después, cuando los dirigentes al mando no han exigido responsabilidades a los autores, y es una cultura que ha fomentado el miedo", dijo Blumenthal, demócrata por Connecticut, donde tiene su sede la academia. "No se trata sólo de Fouled Anchor ... se trata de una Guardia Costera que ha perdido el rumbo ... se trata de una Guardia Costera que ha abandonado su brújula moral".
'La Guardia Costera lamenta profundamente el trauma'
La Guardia Costera emitió un comunicado tras la audiencia en el que reiteraba sus disculpas pasadas y el reconocimiento de los fallos. "Reconocemos y aplaudimos el tremendo valor de los testigos que se presentaron para compartir sus historias personales en la audiencia de hoy", decía el comunicado. La agencia no se refirió inmediatamente a los comentarios de los senadores sobre la falta de cooperación de la Guardia Costera con la investigación.
"La Guardia Costera lamenta profundamente el trauma que sufren las víctimas de agresiones sexuales y acoso sexual", dice el comunicado. "Seguimos tomando medidas para mejorar la rendición de cuentas y la transparencia dentro del Servicio y continuaremos trabajando con el Congreso".
La investigación del Senado es una de las varias investigaciones en curso anunciadas por el gobierno a raíz del reportaje de la CNN, que descubrió que los altos cargos de la Academia de la Guardia Costera habían ignorado y a menudo encubierto violaciones y otros abusos sexuales. La audiencia del martes se celebró después de que la semana pasada la Guardia Costera presentara un informe en el que reconocía los fallos cometidos en el pasado y ordenaba una serie de reformas.
Las mujeres que testificaron no sólo aportaron sus experiencias personales, sino también propuestas sobre lo que creen que hay que cambiar para proteger el servicio que la mayoría de ellas dijeron que siguen amando. Entre sus sugerencias figuraban reforzar la seguridad de los dormitorios, proporcionar a las supervivientes un asesoramiento jurídico más experimentado y un acceso más fácil a las prestaciones, y garantizar que se impida a quienes son expulsados de la academia por cometer faltas graves ingresar en otra rama militar.
La Guardia Costera dijo que las "reflexiones y recomendaciones" detalladas por los supervivientes serán "esenciales para nuestros esfuerzos por mejorar continuamente nuestras políticas de prevención y respuesta."
Kyra Holmstrup, la actual cadete que testificó que fue agredida sexualmente en su primer año, dijo que aunque el ataque en sí fue traumático, fue lo que ocurrió después de que denunciara el incidente lo que sigue atormentándola. Sus compañeras dejaron de hablarle. Su agresor la acosó repetidamente y violó una orden de "no contacto". Dijo que algunos de sus amigos fueron a su habitación y le advirtieron de que arruinaría la vida de su agresor si seguía adelante con su caso, y un capellán en el que confió le dijo que era "un tipo tan bueno". Se presentaron cargos ante el consejo de guerra contra su agresor, pero finalmente fue castigado con la expulsión de la academia. Ella dijo que se enteró de que, a pesar de todo, le dieron la baja con honores y que nada le impedía alistarse en la Guardia Costera o en cualquier otro servicio militar.
"Mi agresor pudo marcharse sin apenas consecuencias. Nadie sabría lo que me hizo", dijo en un testimonio escrito. "Se sintió envalentonado, alardeando y compartiendo con otros su entusiasmo por volver a alistarse. Lo único que quería era impedir que volviera a hacer lo que me hizo a mí. Y no fue así".
Holmstrup, que preside el grupo Cadetes contra la Agresión Sexual de la academia, dijo que ha empezado a avanzar ayudando a otros a desenvolverse en un proceso de denuncia que, según ella, revictimiza a los supervivientes. Se graduará la próxima primavera y dijo que se siente alentada por el nuevo liderazgo en la academia y que "si hay un momento o un lugar para el cambio dentro de la Guardia Costera y la Academia de la Guardia Costera, es ahora".
El testimonio de Holmstrup proporcionó una rara ventana al clima actual en el campus y a lo que los estudiantes como ella piensan sobre la controversia que rodea la investigación del Ancla Sucia.
Sentada junto a Holmstrup en la audiencia estaba una antigua alumna de la promoción de 2008, Caitlin Maro. Maro declaró que, nada más empezar su primer año, se enfrentó a un acoso sexual constante por parte de sus compañeras. Un cadete la manoseó repetidamente, delante de otros que se reían y le animaban, y bajo el agua durante la clase de natación. Cuando se derrumbó y suplicó ayuda a un profesor, dijo que sus acusaciones no se tomaron en serio y no tuvo más remedio que abandonar la academia y empezar de cero en otra universidad.
Maro dijo a los senadores que la actual comandante de la Guardia Costera, la almirante Linda Fagan, engañó al público cuando sugirió que todos los supervivientes de la investigación del Ancla Sucia habían sido contactados por los investigadores y que todos los autores a los que la Guardia Costera podía exigir responsabilidades se habían enfrentado a las consecuencias. Maro declaró que sólo se enteró de que su caso de agresión había sido incluido en el examen de los guardacostas cuando habló con la CNN, y afirmó que su agresor es ahora capitán de corbeta de los guardacostas. "Está prosperando en una carrera que yo esperaba". La Guardia Costera no respondió inmediatamente a las críticas de Maro a Fagan.
Otra ex alumna, Melissa McCafferty, que se graduó en 2011, dijo a los senadores que fue violada y agredida, pero que había tenido demasiado miedo para denunciar los incidentes en ese momento. El trauma, dijo, la llevó a tomar cientos de pastillas en un intento de quitarse la vida. También habló de su experiencia de trabajo en el cuartel general de la Guardia Costera y afirmó que cree que la cultura del encubrimiento viene directamente de arriba.
"He sido testigo en repetidas ocasiones de cómo los altos mandos desestimaban informes fundamentados de acoso, agresión, abuso y represalias con el fin de proteger a sus compañeros y amigos de cualquier tipo de medida disciplinaria", declaró McCafferty, teniente retirada de la Guardia Costera y recién licenciada en Derecho por Georgetown. "Al negarse a reconocer y abordar el pasado, los altos mandos han condenado implícitamente el futuro de la Guardia Costera".
Jennifer Yount, miembro de la segunda promoción de mujeres admitidas en la academia, declaró sentirse desolada por lo poco que ha cambiado desde su graduación en 1981. Declaró que, como fue sancionada por los daños que su agresor causó en su puerta cuando irrumpió en su habitación, sabía que no conseguiría nada denunciando el incidente. Así que se quedó callada y, con el tiempo, se convirtió en comandante de la Guardia Costera, donde, según dijo, siguió sufriendo acoso sexual.
Dijo a los senadores que las recientes disculpas de la Guardia Costera y las reformas propuestas no son suficientes para remediar el daño que ya se ha hecho.
"La dirección de la Guardia Costera ha insistido en centrarse en el futuro", afirmó. Hasta que la Guardia Costera no reconozca la amplitud y la gravedad de lo ocurrido, no podremos avanzar y dar los pasos necesarios para lograr un cambio significativo". Debe producirse una transformación cultural de la academia y de la Guardia Costera".
El testimonio impresionó a los senadores.
"Sólo quiero decir que este testimonio es uno de los más impactantes que he escuchado en todo mi mandato en el Senado de los Estados Unidos, y he escuchado muchos testimonios impactantes", dijo Blumenthal.
El senador Ron Johnson, republicano por Wisconsin, se hizo eco de esta opinión: "Este es probablemente uno de los testimonios más impactantes, importantes y acertados que he escuchado".
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Audrey Ash, Pamela Brown y Yahya Abou-Ghazala de CNN han contribuido a este reportaje.
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Fuente: edition.cnn.com
