Varios suburbios de Chicago votan a favor de limitar la bajada no programada de inmigrantes en autobús desde Texas
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Los dirigentes de varios suburbios de Chicago han votado a favor de prohibir a los autobuses que dejen inmigrantes sin previo aviso en sus municipios, mientras que las autoridades de Nueva Jersey intentan averiguar cómo hacer frente a los autobuses que utilizan los puntos de tránsito de su estado para eludir las nuevas normas destinadas a frenar la afluencia de llegadas a la ciudad de Nueva York.
Los alcaldes de Nueva York y Chicago, junto con Denver, frustrados por los "autobuses deshonestos" procedentes de Texas que dejan a miles de inmigrantes, han intentado frenar la oleada exigiendo a los operadores de autobuses que coordinen las llegadas bajo la amenaza de incautación, multas e incluso penas de cárcel a través de órdenes ejecutivas.
Pero en la semana transcurrida desde que la orden ejecutiva de Nueva York empezó a limitar cuándo y dónde se puede dejar a los inmigrantes, así como a exigir que se notifique por escrito con antelación la llegada de los solicitantes de asilo, "ni un solo autobús de Texas ha cumplido", dijo el martes la asesora principal del alcalde de Nueva York, Eric Adams, Lisa Zornberg.
Ahora, los suburbios de Nueva York y Chicago están viendo cómo se deja a los inmigrantes en sus comunidades, y cómo se agotan sus recursos.
Bajo la dirección del gobernador republicano de Texas, el estado de la Estrella Solitaria ha enviado desde abril de 2022 a más de 90.000 inmigrantes en autobús a "ciudades santuario " gobernadas por demócratas, como Nueva York, Chicago, Filadelfia, Denver, Los Ángeles y Washington, DC, según cifras publicadas el viernes por la oficina del gobernador Greg Abbott.
Las autoridades fronterizas se encontraron con más de 225.000 migrantes a lo largo de la frontera entre EE.UU. y México sólo en diciembre, marcando el total mensual más alto registrado desde el año 2000, según las estadísticas preliminares de Seguridad Nacional compartidas con CNN.
"Prevemos que las cifras de encuentros en la frontera seguirán fluctuando", declaró un alto funcionario de la administración Biden. "Hemos visto en el último año, períodos de aumento de encuentros y períodos de disminución de encuentros".
Los suburbios de Chicago aprueban sus propias ordenanzas
Los legisladores de los suburbios de Chicago han aprobado en los últimos días nuevas leyes similares a la ordenanza de autobuses de la tercera ciudad más poblada del país, que pretende agilizar las bajadas de inmigrantes y evitar que los autobuses dejen a los recién llegados "en medio del tráfico, en esquinas aleatorias y en el aeropuerto internacional de O'Hare", según han declarado funcionarios de Chicago.
Texas ha enviado más de 28.000 solicitantes de asilo a Chicago desde agosto de 2022, según las cifras publicadas el viernes por la oficina de Abbott.
"Esta fue una difícil, porque no queremos que parezca que no nos importa, pero tenemos que avanzar y controlar todo esto", dijo la concejal Jan Quillman, de Joliet, sobre la ordenanza de su ciudad aprobada por unanimidad.
Tres días antes de Navidad, el pueblo de Hinsdale "empezó a recibir sin previo aviso autobuses llenos de inmigrantes procedentes de Texas a los que dejaban en la estación principal de Hinsdale o en sus inmediaciones para que pudieran tomar el tren de Hinsdale a Chicago", declaró el martes el presidente del consejo municipal, Thomas Cauley Jr.
Las comunidades suburbanas que ya han adoptado este tipo de medidas han tenido éxito a la hora de impedir que los autobuses de emigrantes utilicen sus pueblos como puntos de transbordo, añadió. "La afluencia de autobuses cargados de inmigrantes a esos suburbios ha cesado", afirmó Cauley. "Los autobuses se dirigen entonces a los suburbios que no tienen ordenanzas".
La mayoría de las medidas aprobadas por los suburbios de Chicago exigen un preaviso de cinco días para el "servicio no programado de autobuses interurbanos" que transporten personas en un solo sentido.
En Hinsdale, la sanción por infringir la ordenanza es una multa de 750 dólares por cada pasajero, y los autobuses podrían ser incautados y confiscados. La comunidad de Wilmington, al sur de Chicago, aprobó el martes una ordenanza similar, según informó su alcalde, Ben Dietz.
Aunque los líderes de los suburbios de Chicago han dicho que no se han conocido incidentes de seguridad pública relacionados con la llegada de inmigrantes a sus estaciones de tren, las autoridades de Joliet animaron a los residentes a denunciar cualquier autobús que crean que puede estar dejando inmigrantes.
"Si alguien ve un autobús que parece que podría estar haciendo eso, le instamos a llamar al 911", dijo el alcalde de Joliet, Terry D'Arcy, durante la reunión del martes. "Nuestros despachadores saben muy bien cómo manejar la situación".
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Fuente: edition.cnn.com
