Una madre perdió su cartera en los años cincuenta. 65 años después, una familia se reencuentra con la historia perdida.
Hasta 65 años después, cuando los contratistas descubrieron un espacio oculto tras una pared desmoronada del cuarto de baño durante unas reformas. Bajo una montaña de polvo, en lo que solía ser un armario, yacía una marchita cartera burdeos, congelada en el tiempo.
A partir de ahí, el propietario del Teatro Plaza, Chris Escobar, dijo que estaba decidido a devolver la cartera a la familia.
"Fue un portal al pasado", dijo Escobar a la CNN. "Y luego darse cuenta de que esto ha estado desaparecido de esta familia de personas reales que vivieron en este barrio durante 65 años, imagina si pudiéramos encontrarlos".
El Teatro Plaza, el cine más antiguo de Atlanta y un hito cultural, alberga todo tipo de cosas antiguas. Escobar dice que han encontrado viejos expositores de palomitas con letras de marquesina, botellas de licores que ya no están de moda. Pero encontrar esta cartera que no se veía desde hacía medio siglo fue diferente, dijo.
La cartera estaba "repleta de historia", dijo Escobar, lo que le dio un buen punto de partida para encontrar a la familia de su propietario.
La cartera se encontró detrás de esta pared durante unas obras. Contenido de la cartera encontrada.
El propietario era un tal Floy Culbreth, según una licencia que figuraba en el interior de la cartera. Pero Escobar se topó con su primer problema: en aquella época se solía referirse a las mujeres por el nombre de su marido, así que buscar el nombre de Culbreth dio pocos resultados.
Escobar contrató a su esposa Nicole, a la que llama "detective de Internet", para que localizara al propietario de la cartera.
Consiguió encontrar la esquela de Roy Culbreth, el marido de Floy. A partir de ahí, se adentraron en una madriguera de niños y nietos hasta que dieron con un sitio web de la Culbreth Cup, un torneo de golf benéfico para una organización sin ánimo de lucro que lucha contra la parálisis cerebral y que organiza la familia. Así pudieron rastrear la línea familiar hasta la hija de los Culbreth, Thea Chamberlain.
"Ya es un privilegio poder vigilar y gestionar este espacio histórico", afirma Escobar. "Pero devolver literalmente la historia familiar. Es todo un regalo".
Chamberlain dijo que su madre fue descrita como tan hermosa como Myrna Loy, con la personalidad de "una June Cleaver picante". Recuerda que los niños del barrio decían que ver a su madre era más divertido que ver "I Love Lucy".
Culbreth también estaba muy implicada en la comunidad, enseñando en la escuela dominical y participando en el club de jardinería, según su hija, y también en su trabajo sin ánimo de lucro para ayudar a los enfermos de parálisis cerebral.
Chamberlain encontró incluso algunas de sus pertenencias en la cartera: Unas tarjetas del seguro y una cita con el médico. Ahora tiene 71 años, pero sólo tenía 6 cuando su madre perdió la cartera.
Las baratijas de la cartera eran indudablemente de su madre, dijo Chamberlain. Podía imaginarse a Culbreth esperando ganar la rifa del Chevrolet o guardando sus tarjetas de compra.
"Fue muy conmovedor", dijo Chamberlain. "Me vino una avalancha de recuerdos, y en cierto modo la trajo de vuelta".
Los Culbreth se reunieron en noviembre para recuperar la cartera y recordar a su familia.
"Teníamos hijos, nietos y bisnietos allí con nosotros", dijo Escobar. "Así que varias generaciones de Culbreths estaban allí para recuperar esta pieza perdida de la historia familiar".
Chamberlain vio cómo dos de sus nietos, de siete y cinco años, repasaban con cautela los recibos y las fotos, preguntando a sus padres por su historia.
Sabían que era algo para atesorar", dijo. "Que era un momento especial".
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Fuente: edition.cnn.com
