Tras el juicio presupuestario: Scholz quiere tranquilizar a la población
Tras la sentencia del presupuesto de Karlsruhe, el Canciller Olaf Scholz (SPD) ha asegurado a los ciudadanos que las decisiones sobre nuevas medidas financieras se tomarán rápidamente. Al mismo tiempo, intentó disipar el viernes en un mensaje de vídeo los temores de que las ayudas prometidas por el Estado, como las destinadas a frenar los altos precios de la energía o a remediar las consecuencias de las devastadoras inundaciones del Ahr, estuvieran ahora en peligro.
Sin embargo, el Ministro Federal de Hacienda, Christian Lindner, anunció que, después de todo, los frenos estatales a los precios del gas y la electricidad expirarán a finales de año.
El fondo de estabilización económica se cerrará el 31 de diciembre, declaró el presidente del FDP en la radio Deutschlandfunk. "Esto significa que el año que viene no se efectuarán más pagos con cargo a este fondo. Los frenos a los precios de la electricidad y el gas expirarán. Estos también tendrán que terminar el 31 de diciembre". Sólo un día después de la sentencia, el Bundestag decidió prorrogar los frenos hasta el 31 de marzo. En medio de la crisis presupuestaria, Lindner también decidió jubilar temporalmente a su Secretario de Estado de Presupuestos, Werner Gatzer, a finales de año. Según el anuncio, su sucesor será Wolf Reuter, jefe del departamento de política del Ministerio de Hacienda.
Gatzer está considerado como el arquitecto de los presupuestos durante muchos años y ya estuvo en el departamento bajo los ministros de Finanzas Wolfgang Schäuble (CDU) y Scholz. El Ministerio de Hacienda anunció lo siguiente sobre su sucesor: "La política financiera se enfrenta a grandes retos que deben abordarse tanto en términos de política fiscal como económica." Reuter tiene las mejores calificaciones al respecto.
Scholz: Revisar el presupuesto con cuidado
El canciller Scholz dijo en su videomensaje: "El Tribunal Constitucional ha declarado que la ayuda sigue siendo posible en tales emergencias especiales". Esta es la noticia más importante. También mencionó las ayudas para proteger puestos de trabajo y empresas, como se concedieron durante la pandemia de coronavirus. "Revisaremos cuidadosamente el presupuesto del año que viene a la luz de la sentencia. Rápidamente, pero con el cuidado necesario", subrayó Scholz. Se refirió a su declaración gubernamental en el Bundestag alemán, prevista para el martes, y dijo que las decisiones necesarias no deben dejarse de lado.
El Gobierno Federal se guía por objetivos claros y sigue persiguiéndolos. "En primer lugar, queremos mitigar las consecuencias de la guerra de agresión rusa contra Ucrania y su impacto en nuestro país", dijo Scholz. En segundo y tercer lugar, mencionó el apoyo a Ucrania y el fortalecimiento de la cohesión en Alemania. "En cuarto lugar, queremos seguir modernizando nuestro país para que en el futuro sigamos teniendo una industria fuerte, buenos empleos y buenos salarios si queremos funcionar de forma climáticamente neutra". Y en quinto lugar, el Gobierno Federal quiere que Alemania sea más rápida y digital.
La sentencia presupuestaria del Tribunal Constitucional Federal se refiere a un dinero que había sido aprobado como préstamo para la lucha contra el coronavirus, pero que posteriormente iba a destinarse a la protección del clima y la modernización de la economía. El importe en cuestión asciende a 60.000 millones de euros. Los jueces declararon inconstitucional este procedimiento. Al mismo tiempo, dictaminaron que el Estado no podía reservar préstamos de emergencia para años posteriores. En consecuencia, corren peligro otros miles de millones para proyectos futuros.
Exigencia de una excepción al freno de la deuda
Cabe preguntarse cómo se llenará este agujero financiero. El partido Ampel quiere utilizar la exención del freno de la deuda para este año. El SPD y los Verdes piden que también se dé este paso el año que viene y que se reforme el freno de la deuda en su conjunto. La presidenta del SPD, Saskia Esken, declaró a la Agencia Alemana de Prensa que los efectos de las "numerosas crisis que se acumulan" también se dejarán sentir el año que viene. "Por tanto, es obvio que tenemos que aprobar cuanto antes la exención del freno de la deuda para 2024".
Sin embargo, una reforma no está actualmente en la agenda del Gobierno federal, como dejó claro el viernes el portavoz gubernamental Steffen Hebestreit. "No está en la agenda en este momento". La atención se centra ahora en la elaboración del presupuesto de 2024.
El canciller ya ha señalado en varias ocasiones que se necesita una mayoría de dos tercios en el Bundestag para reformar el freno de la deuda, explicó su portavoz. "Y los grupos parlamentarios que apoyan al Gobierno han declarado en sus negociaciones de coalición que no hay mayoría a favor de un cambio y, por tanto, no es un plan del Gobierno federal por el momento".
Para reformar el freno a la deuda habría que modificar la Ley Fundamental. Para ello se requiere una mayoría de dos tercios en el Bundestag y el Bundesrat.
A nivel estatal, no cabe duda de que existe simpatía por una reforma de este tipo. Los ministros presidentes de la CDU de Sajonia-Anhalt y Sajonia, Reiner Haseloff y Michael Kretschmer, están abiertos a la idea. "El freno de la deuda debe mantenerse", declaró Haseloff a la revista Stern. "Pero para inversiones futuras muy importantes en economía, tecnología y ciencia, hay que encontrar opciones constitucionalmente compatibles para realizarlas".
Kretschmer declaró al "Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung" que si el Gobierno federal estuviera dispuesto a aplicar un verdadero programa de austeridad, la CDU/CSU lo apoyaría. Al final de un proceso conjunto, podría haber un pacto por Alemania, "y quizás una discusión sobre el cambio del freno de la deuda". Dicho programa de austeridad tendría que incluir no aumentar más el gasto social.
Los ministros presidentes del SPD Stephan Weil (Baja Sajonia), Malu Dreyer (Renania-Palatinado) y Anke Rehlinger (Sarre) tampoco son reacios a una reforma. La cuestión que se plantea es si el freno de la deuda no inhibe la inversión en el futuro, dijo Dreyer en Berlín. "El freno de la deuda no debe ser un freno para el futuro ni para la inversión", subrayó Rehlinger.
Fuente: www.dpa.com