Söder insiste en volver a la energía nuclear

Si Markus Söder se saliera con la suya, la energía nuclear estaría celebrando un furioso regreso a Alemania. El líder de la CSU quiere expandir masivamente la energía nuclear. Lo ha anunciado como objetivo para una posible futura participación en el Gobierno.

En caso de que la CDU/CSU entre en el Gobierno tras las próximas elecciones generales, el líder de la CSU, Markus Söder, apuesta por una expansión masiva de la energía nuclear en Alemania. "Nuestro objetivo debe ser aceptar realmente nuevas centrales nucleares, más pequeñas, con una producción de energía completamente distinta, con una absorción de posibles residuos completamente distinta", declaró el ministro presidente bávaro tras una reunión de la ejecutiva del partido en Múnich. Junto con la fusión nuclear, que se añadiría a continuación, la política energética alemana tendría que situarse en una base completamente nueva de aquí a 2040.

Söder subrayó que Alemania es un conductor fantasma y un "outsider" en materia de política energética debido al gobierno del semáforo. Una veintena de países, entre ellos Estados Unidos, Francia, Reino Unido y el país anfitrión, Emiratos Árabes Unidos, también abogaron por ampliar la energía nuclear en la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático celebrada la semana pasada en Dubai. Entre los firmantes figuran también Bélgica, Finlandia, Japón, Polonia, Suecia y Ucrania, pero no Rusia y China, que también cuentan con un gran número de centrales nucleares. El enviado estadounidense para el clima, John Kerry, se había referido a las declaraciones de la comunidad científica según las cuales la neutralidad climática para 2050 "no es alcanzable" sin la energía nuclear.

Si la neutralidad climática es el planteamiento más importante para Alemania junto con los bajos precios de la energía, dijo Söder, entonces también se necesita urgentemente una estrategia energética diferente. "Volver al carbón es un pecado climático hasta el final de la década. Sólo puedo desaconsejarlo firmemente". Söder añadió que no basta con reactivar las centrales nucleares alemanas clausuradas. "Si somos responsables a partir de 2025, adoptaremos un enfoque completamente distinto y no nos limitaremos a reactivar unas cuantas centrales nucleares viejas".

El diez por ciento de la generación de energía procede de la energía nuclear

En Alemania, las tres últimas centrales nucleares -Isar 2 (Baviera), Neckarwestheim 2 (Baden-Württemberg) y Emsland (Baja Sajonia)- se cerraron el 15 de abril. El abandono de la energía nuclear se remonta a una decisión que el Gobierno alemán impulsó con los votos de la CSU durante la época de Angela Merkel como canciller. Söder y el líder de la CDU, Friedrich Merz, la habían criticado duramente en repetidas ocasiones debido a la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania, y en un principio reclamaron al menos un abandono nuclear más tardío.

Temen un aumento de los precios de la electricidad en el futuro, sobre todo en el sur de Alemania. Las diferencias en los precios de la electricidad se deben a que los costes de ampliación de la red se repercuten en los consumidores de la región, aunque la electricidad se transporte mucho más lejos. Como el norte de Alemania ha favorecido hasta ahora sobre todo la energía eólica, soporta una carga financiera más pesada. La reforma de los precios de la electricidad, que la Agencia Federal de Redes se esfuerza por aplicar, pretende compensar esta situación. Sin embargo, Baviera en particular -y por tanto Söder- se pronunciaron vehementemente en agosto contra las diferentes zonas de precios de la electricidad.

La energía nuclear representa actualmente algo menos del diez por ciento de la producción mundial de electricidad. El nivel más alto fue del 17,5% en 1996. En Alemania, la energía nuclear nunca ha sido la fuente de energía más importante; incluso en el apogeo de la generación de energía nuclear, sólo representaba un buen tercio de la producción anual de electricidad.

La eliminación final de los residuos radiactivos no suele tenerse en cuenta en las críticas. Para el "confinamiento seguro" de las barras de combustible, las paredes de los reactores y otros componentes contaminados, los gobiernos federal y estatales estiman un periodo de almacenamiento de alrededor de un millón de años. Además, las centrales nucleares experimentan repetidamente fallos de funcionamiento o incluso graves accidentes en los reactores, como en Fukushima. Las centrales nucleares francesas incluso tuvieron que cerrarse por precaución en primavera, por lo que no pudieron generar energía. Debido a estos problemas, en 2022 Francia ya producía menos electricidad que desde hacía tres décadas.