Semáforos en apuros: ¿peligra la protección del clima?
Es una bofetada en la cara para el gobierno alemán: préstamos por un total de 60.000 millones de euros que estaban firmemente planificados no podrán utilizarse para la protección del clima.
El Tribunal Constitucional Federal declaró inconstitucional la reasignación de fondos en el presupuesto de 2021. El Ministro de Hacienda, Christian Lindner (FDP), reaccionó de inmediato: la financiación del fondo especial para el clima ha quedado congelada por el momento. Sólo fluirán las ayudas para la sustitución de la calefacción, por la que se ha luchado durante tanto tiempo, y para viviendas respetuosas con el clima. Los activistas del clima y el medio ambiente temen un duro revés para su causa. Sin embargo, la sentencia del más alto tribunal alemán podría tener otras consecuencias para la política presupuestaria del Gobierno federal y de los Estados federados.
¿De qué dinero se trata?
La sentencia se refiere a una maniobra en el presupuesto federal de 2021, cuando se hizo una excepción al freno de la deuda para combatir la pandemia de coronavirus, lo que permitió al Gobierno federal contraer préstamos. Como no se necesitaron en su totalidad, el Gobierno de coalición desvió los fondos al Fondo para el Clima y la Transformación, un fondo especial económicamente separado del resto del presupuesto que se utiliza para pagar inversiones destinadas a mejorar la protección del clima. La reasignación no tuvo lugar hasta 2022, con carácter retroactivo para el presupuesto del año anterior. La CDU/CSU se quejó de ello y criticó al Gobierno federal por eludir el freno a la deuda previsto en la Ley Fundamental. Utilizaba un truco para llenarse los bolsillos de dinero por adelantado.
¿Qué decidió el Tribunal Constitucional Federal?
El más alto tribunal alemán falló en principio a favor de la CDU/CSU. El presupuesto suplementario violaba la regla de excepción del freno de la deuda. El Gobierno del semáforo no había explicado de forma concluyente qué tenían que ver entre sí la crisis corona, es decir, el motivo de los empréstitos permitidos en situaciones de emergencia, y los programas climáticos. Además, los préstamos contraídos en situaciones de emergencia no pueden utilizarse indefinidamente sin que se tengan en cuenta para el freno de la deuda. Y por último: La decisión había llegado demasiado tarde. Antes de fin de año deberá aprobarse un presupuesto suplementario.
¿Qué significa esto para la utilización de los fondos?
Los 60.000 millones de euros ya estaban firmemente asignados al Fondo para el Clima y la Transformación (KTF), y ahora ya no están allí. Tras la sentencia, Lindner anuló las autorizaciones de crédito, es decir, el permiso para contraer los préstamos. Sin embargo, el bote no está completamente vacío. "Todavía hay suficiente dinero en el Fondo para el Clima y la Transformación (KTF) para que la prohibición del Tribunal Constitucional Federal no genere problemas de inmediato", escribió Marcel Fratzscher, Presidente del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW). El Gobierno está estableciendo prioridades claras: En cualquier caso, las subvenciones para la sustitución de los viejos sistemas de calefacción de gasóleo y gas se pagarán el año que viene. Los programas de financiación de nuevas construcciones respetuosas con el clima y las ayudas a la compra de vivienda para familias tampoco se verán afectados por el parón, subrayó la ministra de Construcción, Klara Geywitz (SPD).
¿Y a partir de 2025?
La situación parece crítica. El Gobierno federal quiere elaborar rápidamente un nuevo plan económico para el KTF. Entonces debería quedar claro si habrá que interrumpir los programas o, al menos, debilitarlos considerablemente. En realidad, hasta 2027 estaba previsto un gasto en programas del KTF de al menos 211.800 millones de euros.
Las líderes del grupo parlamentario de Los Verdes, Britta Haßelmann y Katharina Dröge, subrayaron que los programas son "extremadamente importantes para la protección del clima, el alivio de la carga que soportan los ciudadanos y una política económica sostenible". Están en el centro de la política gubernamental. Greenpeace teme un duro revés para la protección del clima. "El hecho de que el Gobierno del semáforo quisiera pagar desde el principio la reestructuración climáticamente neutra de la economía con prestidigitaciones fiscales se toma ahora la revancha", se quejaron los ecologistas. WWF Alemania advirtió: "Salvar el clima y la biodiversidad no debe fracasar por culpa del freno de la deuda".
¿Qué proyectos de protección del clima podrían verse afectados?
El Fondo para el Clima y la Transformación, un fondo especial junto al presupuesto, se ha convertido en los últimos meses en el arma multiusos del Gobierno. Contiene programas para una mayor protección del clima, para el establecimiento de tecnologías del futuro y el desarrollo hacia una economía climáticamente neutra. Los ciudadanos y las empresas se libran de la carga de los precios de la electricidad con cargo al fondo. Existe una prima de compra para los coches eléctricos. Otros fondos se destinan a la economía del hidrógeno y a la expansión del ferrocarril. Las subvenciones estatales para el establecimiento de grandes fábricas de semiconductores, como la del fabricante estadounidense de chips Intel en Magdeburgo, también proceden del KTF. También se subvenciona la investigación sobre la aviación no contaminante y el transporte marítimo respetuoso con el clima.
¿Existen aún salidas para que no haya que cancelar nada?
Los jueces de Karlsruhe declararon: "Si esto significa que las obligaciones ya contraídas ya no pueden cumplirse, el legislador presupuestario debe compensarlo de alguna otra manera". Los economistas también han aportado ya ideas sobre cómo podría conseguir más dinero el Gobierno federal. La solución más limpia y fundamental sería una reforma del freno de la deuda, dijo Achim Truger, economista. "Por ejemplo, podría regularse que, tras una crisis, la regla de la deuda sólo tuviera que reintroducirse gradualmente". El Presidente del Instituto Ifo de Munich, Clemens Fuest, cree que es concebible que el nuevo endeudamiento se limite a las inversiones netas.
Truger también sugiere seguir recurriendo a la regla de exención del freno de la deuda y declarar una situación de emergencia durante varios años, ya que los presupuestos seguirían viéndose afectados. Otra posibilidad sería compensar la falta de ingresos con una contribución temporal de solidaridad energética o climática.
Para la coalición del semáforo, todas estas propuestas podrían ser nuevos explosivos. Por un lado, están en juego programas especialmente importantes para los Verdes. Además, las actitudes ante el freno de la deuda difieren mucho: el canciller Olaf Scholz (SPD), Lindner y su FDP son todos fans declarados, mientras que los Verdes y el SPD como partido han pedido repetidamente una reforma de la norma.
¿Tendrá la sentencia consecuencias de mayor alcance?
Eso se está examinando actualmente. Según Scholz, podría tener un impacto fundamental en la política presupuestaria del Gobierno federal y de los Estados federados. Se trata, en general, de la gestión de los activos especiales financiados con deuda. "Es el fin de todos los presupuestos en la sombra, al menos de los financiados con deuda", dijo el líder del grupo parlamentario CDU/CSU, Friedrich Merz. El Gobierno federal mantiene actualmente 29 fondos especiales con posibilidades de endeudamiento que suman varios cientos de miles de millones de euros. La CDU/CSU cree que al menos el fondo especial de 200.000 millones de euros para el freno de los precios de la energía está afectado.
Fuente: www.dpa.com
