Rusia rechaza las acusaciones de cruces ilegales forzados de la frontera con Finlandia
Rusia ha rechazado las acusaciones de Finlandia de traficar con inmigrantes indocumentados a través de la frontera con el fin de desestabilizar al país vecino, miembro de la OTAN desde abril. "No aceptamos tales acusaciones", declaró el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. "Los pasos fronterizos son utilizados por quienes tienen derecho a hacerlo", añadió. Calificó las acusaciones finlandesas de "descabelladas".
Finlandia cerró el sábado la mitad de sus pasos fronterizos con Rusia después de que las autoridades registraran en los últimos meses un aumento significativo del número de inmigrantes procedentes de Oriente Próximo y África, en particular de Irak, Yemen y Somalia.
Según los medios de comunicación finlandeses, los cuatro pasos restantes podrían cerrarse también esta semana. El viceministro ruso de Asuntos Exteriores, Alexander Grushko, advirtió el lunes de que tal decisión sería "contraria a los intereses de Finlandia". El portavoz del Kremlin, Peskov, acusó a Helsinki de haber adoptado una "clara postura rusófoba".
Rusia y Finlandia comparten una frontera terrestre de 1.340 kilómetros. Las relaciones entre ambos países se han deteriorado significativamente desde el inicio de la guerra de Ucrania en febrero de 2022. En abril, Finlandia se unió a la OTAN tras décadas de neutralidad en la alianza. Los dirigentes de Moscú lo condenaron como un "ataque a la seguridad de Rusia".
Hasta ahora, las fronteras de Finlandia se han asegurado principalmente con ligeras vallas de madera, destinadas sobre todo a mantener el ganado en el país. Sin embargo, este país de 5,5 millones de habitantes está construyendo actualmente una valla de 200 kilómetros de longitud a lo largo de parte de la frontera entre Finlandia y Rusia. Su finalización está prevista para 2026.
Los países occidentales habían acusado anteriormente a Bielorrusia, aliado cercano de Rusia, de conducir a decenas de miles de migrantes ilegales a través de la frontera hacia Polonia y Lituania en 2021, como represalia por las sanciones de la UE.
Fuente: www.ntv.de