Por qué Donald Trump debería esperar una alta participación electoral
Pero parece plausible que estos sondeos iniciales puedan estar subestimando la posición de Biden. En un cambio de la dinámica habitual esperada en la que se supone que los demócratas obtienen mejores resultados con una mayor participación, Biden puede beneficiarse cuando los encuestadores se fijan en los votantes probables en lugar de en todos los votantes registrados.
Dicho de otro modo, Trump puede obtener mejores resultados en unas elecciones con mayor participación.
Echemos un vistazo a una encuesta del New York Times/Siena College publicada a principios de este mes. Trump tenía una ventaja de 2 puntos entre los votantes registrados. Biden ganaba por 2 puntos entre los votantes probables. Ambos están dentro del margen de error, pero es un cambio notable de 4 puntos hacia Biden cuando se comparan los votantes probables y los registrados.
Ahora, no quiero darle demasiada importancia a una encuesta, pero otro encuestador encontró algo análogo. Una media de las dos últimas encuestas de la Facultad de Derecho de la Universidad de Marquette mostraba que el ex presidente ganaba por 4 puntos entre los votantes registrados, mientras que Biden y Trump empataban entre los votantes probables. Al igual que con los datos del Times, se trata de un cambio de 4 puntos hacia Biden cuando se pasa de votantes registrados a votantes probables.
Una encuesta realizada en octubre por Ann Selzer en el Grinnell College reveló que los votantes de Biden en 2020 eran 4 puntos más propensos a decir que votarían definitivamente que los votantes de Trump en 2020.
Esto supondría un gran cambio respecto a lo que se había visto históricamente. Normalmente, los republicanos ganan alrededor de 2 puntos cuando pasan de votantes registrados a votantes probables.
Es posible, por supuesto, que los datos de las últimas encuestas sean sólo ruido estadístico.
Sin embargo, el sondeo de 2024 tiene sentido en el contexto de las recientes elecciones y de las coaliciones que están formando Biden y Trump de cara a una posible revancha.
A los demócratas les gusta señalar que les ha ido muy bien en las elecciones especiales del último año. De hecho, los candidatos demócratas están obteniendo unos 4 puntos más en las elecciones legislativas estatales y federales especiales de 2023 que Biden en esos mismos distritos en 2020.
Esas elecciones especiales, sin embargo, suelen tener una participación más baja. Contrasta esas elecciones especiales con las elecciones regulares a la legislatura del estado de Virginia celebradas a principios de noviembre. Estaba en juego el control tanto de la Cámara Baja (Cámara de Delegados) como de la Cámara Alta (Senado). Y aunque los demócratas ganaron el control de ambas, Virginia es también un estado que Biden ganó por 10 puntos en 2020.
Los demócratas vencieron a los republicanos por menos de 2 puntos en el voto popular para ambas cámaras. Eso es más de 8 puntos peor de lo que Biden hizo en Virginia en 2020.
Del mismo modo, los republicanos ganaron el voto popular de la Cámara de Representantes por unos 3 puntos en las elecciones legislativas de 2022. Un cambio de 6 puntos desde el voto popular de la Cámara en 2020, cuando los demócratas lo ganaron por unos 3 puntos. Las midterms tienen una participación mucho mayor que las elecciones especiales.
Entonces, ¿por qué a los republicanos les va mejor cuando la participación es mayor?
Desde el punto de vista de los temas, muchos demócratas todavía están muy molestos por la anulación de Roe v. Wade en 2022. Es a partir de ese momento que realmente vimos a los demócratas superando en las elecciones especiales.
Esta podría ser la razón por la que hay pruebas que sugieren que los votantes de Biden tienen más probabilidades de acudir a las urnas que los votantes de Trump en la era actual, incluso cuando se tiene en cuenta la demografía.
Hablando de demografía, hemos visto grandes cambios en las alianzas políticas en los últimos años.
El más obvio es que la base demócrata depende más que nunca de los votantes con estudios universitarios. La participación y la educación están muy correlacionadas en el sentido de que los votantes más formados tienen más probabilidades de acudir a las urnas.
Cuando los analistas hablan de que la educación es una línea divisoria en el electorado, suelen centrarse específicamente en los votantes blancos. Algo que puede estar ocurriendo en este ciclo está haciendo que la brecha educativa sea aún mayor.
En primer lugar, Trump está obteniendo mejores resultados entre los votantes negros e hispanos que hace cuatro años. Como grupo, estos votantes tienen menos probabilidades de tener un título universitario que los votantes blancos.
En segundo lugar, Trump está obteniendo mejores resultados entre los votantes de color sin título universitario que entre los que sí lo tienen. Biden, por su parte, mantiene su fuerza entre los votantes blancos con título universitario.
Estos factores combinados están ampliando la brecha educativa y haciendo que Trump obtenga mejores resultados entre los votantes que tienen menos probabilidades de acudir a las urnas como grupo.
El otro cambio demográfico en juego es que ha habido una serie de encuestas en las que Trump está obteniendo resultados desproporcionadamente mejores entre los votantes jóvenes que hace cuatro años. Los votantes más jóvenes son menos propensos a acudir a las urnas que los votantes de más edad en todos los grupos demográficos, por lo que a Biden puede convenirle cambiar votantes jóvenes por votantes de más edad desde el punto de vista de la participación.
La conclusión es que todavía hay mucho que no sabemos sobre cómo se desarrollará 2024. Pero si lo que estamos viendo ahora en las encuestas es cierto para el próximo noviembre, entonces muchas de las teorías tradicionales sobre cómo la participación podría afectar a las elecciones podrían estar equivocadas.
Es sólo otra cosa a tener en cuenta a medida que nos adentramos en lo que seguramente será un turbulento 2024.
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Fuente: edition.cnn.com
