ONU: los planes de promoción contradicen el objetivo de 1,5 grados
Los volúmenes de producción mundial previstos de carbón, petróleo y gas siguen superando con creces el nivel necesario para mitigar el cambio climático.
Según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y destacados institutos de investigación, la producción prevista por los países para 2030 es más del doble (un 110% más) de lo que sería compatible con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados acordado en el Acuerdo de París sobre el clima. Hasta 2030 se producirá cada vez más carbón en todo el mundo. Se prevé que la producción de petróleo y gas siga aumentando al menos hasta 2050. El 30 de noviembre comienza en Dubai la Conferencia Mundial de la ONU sobre el Clima.
Críticas del Director del PNUMA
"Los planes de los gobiernos para ampliar la producción de combustibles fósiles socavan la transición energética necesaria para lograr emisiones netas cero, crean riesgos económicos y ponen en entredicho el futuro de la humanidad", criticó la Directora del PNUMA, Inger Andersen. En una reacción, un representante de la Red de Acción por el Clima, que reúne a más de 1900 organizaciones de protección del clima en unos 130 países, habló de "hipocresía flagrante" por parte de países que se presentan como pioneros del clima pero que al mismo tiempo agravan ellos mismos la crisis.
En el Acuerdo de París sobre el Clima de 2015, los países de todo el mundo se comprometieron a limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales si es posible. Para lograrlo, solo puede liberarse a la atmósfera terrestre una cantidad limitada de gases de efecto invernadero perjudiciales para el clima, como el dióxido de carbono (CO2). La mayor parte de estos gases se liberan al quemar petróleo, gas natural y carbón.
Conclusiones del informe
El informe muestra que ninguno de los 20 países analizados -incluida Alemania-, que en conjunto producen y consumen una gran proporción de carbón, petróleo y gas natural, se ha comprometido plenamente a limitar los volúmenes de producción al nivel necesario para alcanzar el objetivo de 1,5 grados. Muchos países confían en el gas como tecnología puente sin tener planes concretos para su eliminación progresiva. Las tecnologías para almacenar o eliminar el CO2 del aire son demasiado inciertas como para confiar en su uso.
Alemania, segundo productor mundial de lignito y duodécimo de carbón, no ha fijado ningún objetivo de reducción de la producción en el marco de la eliminación progresiva del carbón. Sin embargo, cabe suponer que la eliminación progresiva de la energía de carbón para 2038 a más tardar y el objetivo del Gobierno de un 80% de energías renovables para 2030 tendrán el impacto correspondiente. Por otra parte, la celebración de contratos de suministro de gas y la construcción de terminales de GNL fomentan indirectamente la producción internacional de gas porque señalan la demanda a largo plazo.
Fuente: www.dpa.com