Milei, ganador de las elecciones, anuncia una reorganización radical de Argentina
En Argentina, el libertario Milei barre a los peronistas del gobierno con una victoria aplastante. Los populistas están encantados: Bolsonaro le felicita, Trump está casi eufórico. El ganador de las elecciones anuncia una drástica reorganización del país... y espera resistencia.
Menos de tres semanas. Ese es el poco tiempo que tiene el libertario Javier Milei, elegido presidente de Argentina, para armar su gobierno y decidir qué medidas tomar primero tras el terremoto político. La inflación supera el 140%, y durante la campaña electoral prometió "acabar con ella para siempre". La pobreza en el país sudamericano alcanza ya el 40% debido a la pérdida permanente de poder adquisitivo.
En sus primeras declaraciones, Milei se limitó a agradecer a los "argentinos de bien" su aplastante victoria. A los demás les advirtió de que "no se resistan" a los cambios fundamentales. Al país sudamericano, segunda economía del continente, pueden esperarle meses y años salvajes. Con un desenlace totalmente abierto.
Sin embargo, en un primer momento, el autoproclamado anarcocapitalista, que ganó la segunda vuelta de las elecciones contra el candidato de la coalición gobernante en una aplastante victoria con casi el 56%, pudo disfrutar brevemente del reconocimiento y los elogios de sus homólogos internacionales. Donald Trump envió felicitaciones por la "gran elección" al sur. "¡MAKE ARGENTINA GREAT AGAIN!", escribió el ex presidente estadounidense en dirección a Milei: "El mundo entero te ha estado observando. Estoy muy orgulloso de ti". El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro y su hijo también le dieron la enhorabuena.
En sus dos breves discursos de victoria, el economista dijo primero a los colegas de su partido "La Libertad Avanza" y luego a sus partidarios en el centro de la capital Buenos Aires: "¡Hoy comienza la reconstrucción de la Argentina!" No hay lugar para cambios graduales. "Los cambios que necesita el país son drásticos". Estableció comparaciones con la Argentina del siglo XIX: "Volveremos a ser una potencia mundial", anunció. Esto llevaría 35 años. Nunca antes en la historia argentina una corriente política había permanecido tanto tiempo en el poder.
Recortar, privatizar, dolarizar
Los temas más importantes en las encuestas fueron, con diferencia, la inflación y los altos precios al consumo, seguidos de la corrupción y la seguridad. Milei anunció su intención de abolir el "excremento" de la moneda nacional, el peso, y el banco central para introducir el dólar estadounidense como medio de pago oficial. No está claro si esto es factible. Argentina está muy endeudada, apenas tiene divisas y tiene que hacer constantes malabarismos financieros para no quebrar. Por ello, Milei quiere cerrar ministerios, recortar drásticamente el gasto público, desmantelar el "Estado omnipresente" y privatizar todo lo que no esté clavado. Ante los drásticos cambios, espera resistencia en la calle y ha anunciado que la reprimirá con mano dura.
El economista es partidario de una doctrina económica originalmente austriaca que propugna radicalmente la libertad de mercado y el individualismo. Desde hace años, el futuro presidente es conocido en Argentina como un furibundo opositor al Gobierno, al Estado y a los movimientos de orientación social. En el curso de sus comparecencias, ha presentado una variedad de propuestas y convicciones extremas; por ejemplo, que el comercio de órganos debería ser un mercado libre como cualquier otro, que relajaría radicalmente las leyes sobre armas o que aboliría sistemáticamente los programas sociales estatales. Entró en política hace sólo tres años. Había dicho a sus confidentes que Dios le había dado el mandato para hacerlo.
La futura vicepresidenta de Milei es Victoria Villarruel, vinculada a grupos de derechas de todo el mundo e hija de un oficial de la antigua dictadura militar argentina. Villaruel cuestiona la cifra oficial de 30.000 muertos y desaparecidos víctimas de la dictadura económico-liberal y recientemente propuso suprimir el monumento central a sus víctimas para que "toda la población argentina" pueda "disfrutar" de la zona. En septiembre, las Naciones Unidas declararon el museo y el lugar Patrimonio de la Humanidad.
Nueva cabeza, ideas fracasadas
Milei era el favorito para la presidencia antes de la primera vuelta de las votaciones, pero sorprendentemente quedó segundo por detrás del actual ministro de Economía, Sergio Massa. Luego se alió con el ex presidente conservador Mauricio Macri y su candidata Patricia Bullrich, que quedó eliminada en tercer lugar. En la segunda vuelta contra Massa, los votos de la alianza conservadora le dieron un claro triunfo. Macri, que contribuyó a provocar la actual crisis económica con sus medidas liberales de mercado durante su presidencia de 2015 a 2019, escribió tras la victoria de Milei que "nos espera un futuro espectacular de crecimiento, trabajo, educación y libertad". Bullrich fue ministra de Seguridad bajo su mandato.
El empresario Elon Musk también comentó la victoria de Milei en X: "La prosperidad está llegando a Argentina", dijo. El Presidente de izquierdas de Colombia, Gustavo Petro, por ejemplo, tiene una opinión muy diferente. La victoria de Milei es "triste para América Latina", pues el neoliberalismo ya no tiene respuestas a los problemas actuales. A su vez, el "dictador del bitcoin" de El Salvador, Nayib Bukele, citó burlonamente este tuit: "Ahora dilo sin llorar".
Está previsto que las consultas sobre las primeras medidas económicas y el futuro gabinete comiencen el lunes, día festivo en Argentina. Muchas de las ideas de Milei ya se habían aplicado en los años noventa. Entre los asesores de Milei figura el viceministro de Economía de entonces. Su antiguo jefe, Domingo Cavallo -que también fue en parte responsable del colapso total de la época- calificó a Milei de "mejor ministro de Economía de la historia".
Tras la hiperinflación, Cavallo vinculó el peso al dólar bajo la presidencia de Carlos Menem, consiguiendo así controlar la devaluación durante unos años. Al mismo tiempo, sin embargo, las medidas destruyeron parte de la industria, provocaron desempleo y llevaron a la quiebra nacional, a la destrucción de bienes privados y a enfrentamientos callejeros con decenas de muertos. Parte de la población aún lo recuerda. Sin embargo, el miedo al déjà vu no era tan grande entre el electorado como el deseo de un cambio de gobierno. El pueblo lo conseguirá. A partir del 10 de diciembre, el libertario Milei se sentará en el palacio presidencial de Argentina.
Fuente: www.ntv.de