Los grupos de presión de los combustibles fósiles pueblan la COP28
En realidad, a la comunidad mundial se le está acabando el tiempo para cambiar de rumbo en la protección del clima. La conferencia COP28 vuelve a suscitar esperanzas de un cambio real. Sin embargo, según un análisis, esto se está pulverizando. Resulta que el número de grupos de presión a favor del carbón, el gas y el petróleo es cuatro veces mayor que la última vez.
Según un análisis de datos realizado por activistas, al menos 2.456 grupos de presión a favor del carbón, el petróleo y el gas están acreditados oficialmente en la Conferencia Mundial sobre el Clima de Dubai, cuatro veces más que en la reunión del año pasado en Egipto. El análisis ha sido publicado por la coalición "Kick Big Polluters Out", que cuenta con el apoyo de Global Witness, Transparencia Internacional, Greenpeace y la Red de Acción por el Clima, entre otros. En él se han analizado datos públicos de la Secretaría de la ONU para el Cambio Climático (CMNUCC).
Según el análisis, los grupos de presión recibieron más pases de acceso que todas las delegaciones de los diez países más vulnerables al calentamiento global. Somalia, Chad, Níger, Guinea-Bissau, Micronesia, Tonga, Eritrea, Sudán, Liberia y las Islas Salomón sólo cuentan con un total de 1.509 delegados.
David Tong, de Oil Change International, denunció que la industria de los combustibles fósiles y quienes la apoyan en muchos gobiernos siguen invirtiendo miles de millones en negocios perjudiciales para el clima, con consecuencias desastrosas para las personas y el planeta. Por eso lo tenía claro: "Hay que echar de la COP28 a los grupos de presión del carbón, el gas y el petróleo".
Shell, Exxon y compañía no se quedan mirando
Alexia Leclercq, de la iniciativa Start:Empowerment, afirmó que nadie se cree en serio que Shell, Chevron o ExxonMobil hayan enviado a sus grupos de presión a Dubai sólo para observar pasivamente la conferencia. "La presencia envenenada de los grandes contaminadores nos ha distraído durante años y nos ha impedido encontrar formas de mantener los combustibles fósiles bajo tierra".
La iniciativa también señalaba que en la conferencia de casi 200 Estados había unas ocho veces más grupos de presión de los combustibles fósiles que representantes oficiales de las comunidades indígenas (316). Según la ONU, se registró una cifra récord de unos 97.000 participantes en la reunión de dos semanas celebrada en Emiratos Árabes Unidos.
Al destacado investigador alemán sobre el clima Ottmar Edenhofer no le sorprende la influencia de los grupos de presión de los combustibles fósiles en la mayor conferencia sobre el clima de todos los tiempos. "Tenemos que dejar la mayoría de los recursos fósiles y las reservas de carbón, petróleo y gas bajo tierra, lo que significa esencialmente que los activos del petróleo, el carbón y el gas se devalúan", afirmó el Director del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático. "Teníamos que esperar que esto no se aceptara sin más, sino que luego intentaran defenderse de ello".
La industria fósil es un factor de poder
El economista del clima Edenhofer afirma: "La influencia también sería grande si la conferencia fuera más pequeña. La industria de los combustibles fósiles es un enorme factor de poder y un importante factor económico. Eso es evidente".
En su opinión, es crucial que los precios por el uso de fuentes de energía perjudiciales para el clima suban para que dejen de ser rentables. "Se necesitan fuertes señales internacionales sobre los precios del CO2. Por eso no basta con triplicar las fuentes de energía renovables y aumentar la eficiencia energética". El anuncio de la UE de su intención de introducir tarifas climáticas significa que países como India, Turquía y Emiratos Árabes Unidos están debatiendo ahora la introducción de precios del CO2.
Según el análisis, el año pasado hubo 636 grupos de presión a favor del carbón, el petróleo y el gas en Sharm el Sheij, y 503 en Glasgow en 2021. Según el informe, Francia, por ejemplo, acreditó a representantes de TotalEnergies y EDF como parte de la delegación, al igual que Italia con ENI. Y la Unión Europea ha incluido a empleados de BP, ENI y ExxonMobil.
Joseph Sikulu, de la organización ecologista 350.org en la región del Pacífico, declaró: "Venimos aquí a luchar por nuestra supervivencia; ¿qué posibilidades tenemos si nuestras voces se ven sofocadas por la influencia de los grandes contaminadores? Hay que poner fin a este envenenamiento del proceso".
Sólo se tuvieron en cuenta para el análisis los delegados que revelaron abiertamente sus vínculos con los intereses de los combustibles fósiles. Los autores se basaron exclusivamente en fuentes públicas, como sitios web de empresas, informes de medios de comunicación o bases de datos como InfluenceMap para realizar comprobaciones cruzadas.
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Fuente: www.ntv.de