Las escuchas telefónicas a los contactos de prensa de la Última Generación son legales
El Tribunal de Distrito de Múnich ha desestimado varias denuncias de periodistas contra la vigilancia telefónica de un contacto de prensa de Last Generation. El tribunal de Múnich declaró que la importante amenaza para la seguridad pública que suponían las acciones de los activistas climáticos, entre otras cosas, justificaba esta injerencia en la libertad de prensa.
Las escuchas telefónicas en el curso de las investigaciones por sospecha de formación de una organización criminal fueron una "intervención intensiva, aunque breve".
Hace unos cinco meses se supo que la Oficina Estatal de Policía Criminal de Baviera había intervenido varias líneas telefónicas, entre ellas un teléfono de prensa del grupo, a instancias de la Fiscalía General de Múnich en otoño de 2022. En aquel momento, las escuchas se llevaron a cabo con la autorización judicial del tribunal de distrito de Múnich, que ahora ha confirmado su propia decisión tras un nuevo examen. La medida había suscitado duras críticas.
Las críticas persisten: Denuncia anunciada
La Gesellschaft für Freiheitsrechte (GFF) y Reporteros sin Fronteras, que se habían opuesto a la vigilancia telefónica, han anunciado su intención de presentar un recurso contra la decisión ante el Tribunal Regional de Munich I. Ambas organizaciones consideran que la decisión vulnera el derecho fundamental a la libertad de prensa. En la orden original de vigilancia telefónica del tribunal de distrito ni siquiera se mencionaba explícitamente este derecho, junto con los motivos de la misma.
Las fuerzas del orden están obligadas a sopesar la situación a la hora de intervenir las conexiones telefónicas, especialmente si se ven afectados titulares de secretos profesionales como los periodistas. Por regla general, debe haber sospechas de un delito grave. El caso Last Generation se refiere a las investigaciones de la Fiscalía de Múnich por sospecha de formación de una organización criminal.
El tribunal no tuvo suficientemente en cuenta el hecho de que el trabajo periodístico requiere una comunicación confidencial, según el comunicado de prensa de la GFF. Entre los afectados por la vigilancia telefónica se encuentran periodistas de Rundfunk Berlin-Brandenburg (rbb) y Süddeutsche Zeitung (SZ).
Según el tribunal local, el contenido de las conversaciones con los representantes de la prensa no era el objetivo principal de las escuchas. No se consideraron relevantes para la investigación. Según el tribunal, la vigilancia sirvió para "investigar procesos internos" del grupo y tenía por objeto proporcionar información en relación con la labor de relaciones públicas del grupo y los delitos penales.
Por qué sigue la investigación
La Fiscalía General lleva varios meses investigando a varios miembros de Última Generación como sospechosos de formar una organización criminal. En particular, los bloqueos callejeros sin previo aviso de los activistas han dado lugar recientemente en repetidas ocasiones a procedimientos penales. En este contexto, se ordenó una vigilancia telefónica que, según los investigadores, finalizó a finales de abril.
A finales de mayo, los investigadores registraron varios domicilios de miembros del grupo en una redada a escala nacional. Esto también había sido muy criticado en algunos casos. Sin embargo, el Tribunal Regional de Múnich I dictaminó hace unos días que los registros eran legales.
Fuente: www.dpa.com