La retórica de Trump en el sprint final de campaña llega a nuevos y oscuros extremos

El precandidato del Partido Republicano a las primarias dijo que los inmigrantes están "envenenando la sangre " de Estados Unidos y citó al presidente ruso, Vladimir Putin, sobre la "podredumbre" de la democracia estadounidense.

Ante miles de simpatizantes en una pista de hockey de New Hampshire el sábado, el ex presidente volvió a establecer comparaciones con el lenguaje de la Alemania nazi con los comentarios sobre los inmigrantes procedentes en su mayoría de África, Asia y Sudamérica que "envenenan la sangre de nuestro país".

El lenguaje "es un loro de Adolf Hitler", alegó la campaña de reelección del presidente Joe Biden. Los expertos señalaron pasajes del manifiesto de Hitler "Mein Kampf" en los que el futuro dictador abogaba por la pureza racial y decía que la sangre alemana estaba siendo "envenenada" por los judíos.

Trump ya había utilizado esa frase en una entrevista con un medio de comunicación conservador, y sacarla a relucir en un mitin sugiere que podría añadirla a su rutina.

El mes pasado recibió críticas por describir a sus rivales políticos como "alimañas", otro término que tiene connotaciones antisemitas y que se empleaba en la retórica nazi.

Es la repetición de estas frases, después de que se hayan señalado sus raíces fascistas, lo que resulta más escalofriante que su primera pronunciación. El ex presidente -que aventaja a Biden en algunos sondeos sobre estados indecisos en una hipotética revancha- tiene un largo historial de lenguaje que juega con los prejuicios raciales y excita a la derecha.

Su afirmación, repetida recientemente, de que quiere ser "dictador" durante un día para construir su muro fronterizo y detener la inmigración podría tomarse a broma si no siguiera repitiéndola.

El domingo por la noche, en un mitin en Reno, Nevada -el tercer estado candidato del Partido Republicano-, Trump afirmó, sin pruebas, que los inmigrantes proceden en su mayoría de prisiones e instituciones psiquiátricas. Y se preguntó, de nuevo sin pruebas, si los migrantes chinos que cruzan la frontera forman parte de un ejército invasor. Trump prometió reorientar el gobierno estadounidense para purgar a los migrantes. Afirmando que EE.UU. es ahora un "refugio para criminales sedientos de sangre", dijo que invocaría la Ley de Enemigos Extranjeros, una ley de 1798, para expulsar a los migrantes del país. El ex presidente también prometió desviar al FBI y a la Drug Enforcement Administration a acciones fronterizas.

Invocar a líderes autoritarios ya no es una sorpresa

"Es un narcisista populista y autoritario", dijo el expresidente republicano de la Cámara de Representantes Paul Ryan la semana pasada, antes de los comentarios más recientes de Trump. "Así que, históricamente hablando, todas sus tendencias están básicamente donde le lleva el narcisismo, que es cualquier cosa que le haga popular, que le haga sentirse bien en un momento dado".

Los dictadores borran las libertades, pero Trump -que intentó anular las elecciones de 2020 después de perder- necesita una victoria electoral para conseguirlo. El sábado, calificó su campaña de "campaña justa para liberar a esta nación" y dijo, entre vítores, "no somos una nación libre."

Ya ni siquiera resulta chocante cuando Trump habla bien de líderes autoritarios, como el norcoreano Kim Jong Un o el húngaro Viktor Orban, como volvió a hacer el sábado en New Hampshire.

Pero Trump fue un paso más allá, tergiversando la idea planteada por sus rivales, entre ellos Biden y la ex congresista Liz Cheney, de que él es una amenaza para la democracia por intentar anular las últimas elecciones.

En su lugar, argumenta ahora Trump, es Biden quien es una "amenaza para la democracia".

Para probar su afirmación, Trump citó a Putin, quien dijo en septiembre que los problemas legales de Trump son una "persecución por motivos políticos" que es buena para Rusia. "'Muestra la podredumbre del sistema político estadounidense, que no puede pretender enseñar a otros sobre democracia'", prosiguió Trump, citando al presidente ruso.

Lo cierto es que Putin sabe de sistemas podridos y de meter a enemigos políticos en la cárcel; los partidarios del principal rival de Putin, Alexey Navalny, no pueden localizar al líder disidente que cumple una condena de 19 años de prisión.

Trump se enfrenta a múltiples juicios penales. Pero tendrá que ser condenado por jurados unánimes, suponiendo que llegue a ser juzgado. Los fiscales han pedido al Tribunal Supremo de EE.UU., en el que se sientan tres de sus miembros, que se pronuncie sobre si Trump, como ex presidente, es inmune a ser procesado.

Uno de los rivales de Trump por la nominación presidencial republicana, el ex gobernador de Nueva Jersey Chris Christie, dijo que los juicios pendientes están contribuyendo a la retórica cada vez más intensa de Trump.

"Donald Trump se da cuenta de que los muros se están cerrando", dijo Christie a Jake Tapper de CNN en "State of the Union" el domingo. "Se está volviendo más loco. Y ahora está citando a Vladimir Putin como testigo de carácter, un tipo que es un matón asesino en todo el mundo."

A los republicanos que apoyan a Trump, como el senador Lindsey Graham, de Carolina del Sur, no parece importarles mucho lo que diga el expresidente.

"Estamos hablando de lenguaje. Me importa un bledo el lenguaje que use la gente mientras lo hagamos bien", dijo Graham en el programa "Meet the Press" de la NBC, aunque también dejó claro que no está de acuerdo con la analogía de la sangre envenenada. "Creo en la inmigración legal. No tengo animadversión hacia la gente que intenta venir a nuestro país. Tengo animadversión contra los terroristas y contra los traficantes de drogas".

Trump utiliza advertencias sobre él para atacar a sus oponentes

Retorcer una advertencia sobre él y convertirla en un grito de guerra para sus partidarios es una táctica clásica de Trump.

No utilizó el término "Fake News" para describir a los principales medios de comunicación hasta después de que Hillary Clinton advirtiera sobre una epidemia de desinformación, a la que llamó "noticias falsas". Trump utilizó el término por primera vez en un tuit al día siguiente, el 10 de diciembre de 2016, según The Washington Post. Lo ha repetido tantas veces, incluso en el acto de New Hampshire, que ahora afirma haberlo inventado.

Del mismo modo, se ha referido con frecuencia y falsamente a la idea de que perdió las elecciones de 2020 como una "granmentira", cooptándola de las advertencias -citando la estrategia de los propagandistas nazis- de que sus repetidas afirmaciones de que los resultados electorales eran falsos acabarían convenciendo a sus seguidores. El término "gran mentira" también aparece en "Mein Kampf". La mayoría de los republicanos y los partidarios del GOP -casi el 70% en una encuesta de CNN en agosto- no creen que la victoria de Biden fuera legítima.

Tapper también reprodujo para Christie un vídeo de los comentarios de Trump sobre que los inmigrantes "envenenan la sangre del país."

"Es repugnante", dijo Christie. "Y lo que está haciendo es silbar como un perro a los estadounidenses que se sienten absolutamente bajo estrés y tensión por la economía y por los conflictos en todo el mundo, y está silbando como un perro para culpar de ello a personas de zonas que no se parecen a nosotros".

Christie, sin embargo, argumentó que los republicanos podrían votar a Trump a pesar de los comentarios y no a causa de ellos.

Trump lidera las primarias republicanas tanto en Nuevo Hampshire como en Iowa, según dos sondeos de CBS News/YouGov publicados el domingo.

En Nuevo Hampshire, Trump obtiene un 44% de apoyo entre los probables votantes de las primarias del Partido Republicano, mientras que la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley se coloca en segundo lugar con un 29%, seguida del gobernador de Florida Ron DeSantis (11%), Christie (10%), el empresario Vivek Ramaswamy (5%) y el exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson (1%).

En Iowa, Trump cuenta con un apoyo mayoritario del 58% entre los probables electores republicanos, seguido de DeSantis (22%), Haley (13%), Ramaswamy (4%), Christie (3%) y Hutchinson (menos del 1%).

Como señala la CBS, hay algunas diferencias importantes entre los electorados potenciales de cada estado. En Nuevo Hampshire, el 57% de los posibles votantes de las primarias del Partido Republicano opinan que el aborto debería ser legal en su estado, una opinión que sólo comparte el 26% de los posibles electores del Partido Republicano en Iowa. Casi la mitad de los votantes del Partido Republicano en Iowa (48%) dicen que se consideran parte del movimiento MAGA, en comparación con el 33% de los votantes en las primarias de New Hampshire.

El poder de Trump en el partido hace que, a diferencia de Christie, la mayoría de los candidatos republicanos no le llamen la atención.

En una entrevista con ABC News para hacer público su respaldo al gobernador republicano de New Hampshire, contrario a Trump, Haley dijo que Trump era el presidente adecuado en el momento adecuado, pero que tendrá que responder ante los tribunales por sus actos el 6 de enero de 2021. Ella dijo que el país necesita ir más allá de ese tipo de caos.

"Mi enfoque es diferente", dijo Haley, quien se desempeñó como embajadora ante las Naciones Unidas bajo Trump. "Sin dramas, sin venganzas, sin lloriqueos".

A ella le queda un mes para vender ese enfoque antes de que los primeros republicanos empiecen a hacer oír su voz en el proceso estadounidense que Trump citó a Putin diciendo que está podrido.

Ariel Edwards-Levy de CNN contribuyó a este informe.

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Fuente: edition.cnn.com

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