La elección de Javier Milei es un juicio sobre la política hasta la fecha
Argentina tiene un presidente tan excéntrico como extremista. Sin embargo, el país no votó a favor de Javier Milei, sino en contra de "lo de siempre".
La mayoría es clara: el 19 de noviembre, el 55,69% de los electores argentinos votaron al libertario Javier Milei en segunda vuelta, eligiéndole presidente por un claro margen sobre el candidato contrario, el actual Ministro de Economía y Hacienda peronista, Sergio Massa.
Milei, que sólo entró en la arena política hace dos años con la fundación de su partido "La Libertad Avanza", ha atraído hasta ahora la atención internacional sobre todo por su cruda mezcla de posiciones extremistas y excentricidad personal. Durante la campaña electoral, la esencia de su marca fue su melena enmarañada, su chaqueta de cuero y su motosierra durante las actuaciones acompañadas de música rock a todo volumen, en las que pedía la abolición de todos los privilegios de la clase política, a la que calificaba de "casta".
Las líneas básicas de su programa electoral son la liberalización de los mercados, la abolición del banco central y la dolarización de la economía. Las reivindicaciones más polémicas incluyen la liberalización del comercio de órganos y de las leyes sobre armas, así como la abolición del derecho al aborto. Milei niega la responsabilidad humana en el cambio climático y calificó al Papa argentino Francisco de representante del mal en la Tierra. Su futura vicepresidenta Victoria Villarruel, hija de un militar, aboga por una nueva cultura de la memoria en la que no sólo se recuerde a las víctimas civiles de la dictadura militar, sino también a las víctimas del terrorismo de izquierdas en los círculos militares, una postura muy criticada en un país que sufrió enormemente bajo la brutal dictadura militar.
Un gobierno peronista expulsado con un balance económico devastador
Pero, ¿por qué votaron los argentinos al economista, que en el pasado se ha ganado la vida como músico de rock, cómico, comentarista económico y entrenador sexual de tantra? En la primera vuelta de octubre, Sergio Massa seguía aventajando a Milei en 7 puntos porcentuales. Sin embargo, el futuro presidente consiguió movilizar a su favor a la mayoría de los votantes de los candidatos que abandonaron la carrera en octubre. Sin embargo, no votaron principalmente a favor de Javier Milei, sino contra Sergio Massa y el peronismo de la variedad kirchnerista. El Gobierno saliente deja tras de sí un país con una tasa de inflación récord del 143%, sin reservas de divisas y con las arcas vacías.
Argentina, que fue uno de los países más ricos del mundo hace 100 años, tiene gas natural, petróleo, litio y otros recursos naturales, así como viento, sol y agua dulce, lo que la hace ideal para la producción de hidrógeno verde. Puede producir alimentos para diez veces su población y, sin embargo, más del 40% de la población vive en la pobreza. Las razones de este desastroso desarrollo residen en un déficit presupuestario crónico causado por un aparato estatal hinchado, pero también en la corrupción y el nepotismo institucionalizados que han hundido el país.
Los electores quieren un despertar económico
La mayoría de los electores argentinos no apoya posiciones de extrema derecha, sino que reclama una liberalización de la economía. El miedo al "business as usual", a la progresiva decadencia de la economía y la sociedad argentinas, era mayor que el miedo al salto a lo desconocido con el loco, extremista y excéntrico Javier Milei, que ahora se enfrenta a enormes retos sin experiencia administrativa. Se trata de un juicio demoledor para la política de las últimas décadas.
El partido del recién elegido presidente sólo tiene alrededor del 20% de los escaños de la futura Cámara de Diputados y el 10% de los escaños del Senado. Esto significa que la política de los próximos años se caracterizará por constantes procesos de negociación. Dadas las posiciones extremistas de Milei, se trata de una buena señal para la democracia argentina. Queda por ver si los posibles socios serán capaces de ejercer una influencia moderadora sobre Javier Milei para debilitar las posiciones extremistas y allanar un camino para el país que sea viable para la mayoría de los argentinos.
Susanne Käss dirige la oficina exterior de la Fundación Konrad Adenauer en Argentina, con sede en Buenos Aires.
Fuente: www.ntv.de