Israelíes retenidos como rehenes: sin malos tratos y con poca comida
Según sus familiares, los rehenes israelíes no fueron maltratados durante su cautiverio por el grupo islamista Hamás en la Franja de Gaza. "Es muy reconfortante saberlo", declaró Osnat Meiri, prima de la rehén liberada Keren Munder, al diario israelí "Yedioth Achronot".
Keren fue secuestrada junto con su hijo Ohad, de nueve años, y su abuela Ruti durante la sangrienta incursión de Hamás en la Franja de Gaza el 7 de octubre. Fueron liberados el viernes como parte del intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos. Pero, por supuesto, no se sabía si todos los rehenes llevados a la franja costera estaban retenidos en las mismas condiciones, añadió Meiri.
Algunos días sólo había pan de pita
Las condiciones en las que se mantenía a los rehenes fueron descritas como duras. La gente se preparaba su propia comida, continúa el periódico. "Pero también había días en los que no había nada que comer, y a veces los secuestrados tenían que esperar una hora y media antes de que se les permitiera ir al baño", citaba el periódico el lunes a Merav Raviv, miembro de la familia Munder. Algunos días sólo había pan de pita (pan plano), y cuando éste ya no estaba disponible, los detenidos sólo recibían una pequeña ración de arroz. Tampoco había sofás ni camas; dormían en bancos o sillas arrimadas.
Durante sus casi siete semanas como rehenes, no siempre los retenían en habitaciones subterráneas. "Siempre los llevaban a otro lugar", explica Raviv. Los guardias a veces permitían a algunos de los rehenes escuchar la radio israelí. Ruti Munder, por ejemplo, se enteró mientras seguía secuestrada de que su hijo Roi había muerto en la matanza de Hamás del 7 de octubre.
Otros rehenes, en cambio, estaban aislados del mundo exterior e ignorantes. Hannah Katzir, cuyo marido, Rami, fue asesinado y cuyo hijo, Elad, permanece secuestrado, no se enteró de lo que les había ocurrido hasta que fue liberada de su cautiverio. "Nada más llegar, preguntó: "¿Dónde está papá?"", contó su hija Carmit Palti-Katzir. "Ella no sabía que papá había sido asesinado. Se lo dijimos". Y enseguida preguntó: "¿Dónde está Elad? ¿Por qué no está aquí?". "Le dijimos que lo habían secuestrado".
Fuente: www.dpa.com