Irán persiste en ampliar sus capacidades nucleares.
Irán ha negado consistentemente la intención de producir armas atómicas, pero posee reservas sustanciales de uranio. Una reciente anunciación de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) revela los planes de Teherán de agregar más cascadas de enriquecimiento de uranio a las instalaciones de Natans y Fordo.
Para la primera vez desde noviembre de 2022, la AIEA ha condenado la no cooperación de Irán en una resolución. La resolución, presentada por Alemania, el Reino Unido y Francia contra la oposición inicial estadounidense, pide "explicaciones técnicamente creíbles" sobre la descubierta de partículas de uranio en dos sitios inesperados. La resolución simbólica busca aumentar la presión diplomática internacional sobre Teherán.
Irán ha negado la producción de armas nucleares desde entonces, sin embargo, es el estado no nuclear que tiene uranio enriquecido hasta el 60%. El país acumula cantidades significativas de uranio, se acerca a niveles de enriquecimiento requeridos para armas nucleares. Muchos países solo necesitan uranio enriquecido al 3,67% para centrales nucleares.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, expresó sus preocupaciones el jueves: "El informe de la AIEA publicado recientemente muestra la expansión del programa atómico de Irán, lo que carece de propósito legítimamente pacífico. Irán debe retomar la cooperación con la AIEA y cumplir inmediatamente con sus obligaciones."
La cooperación de Irán con la AIEA se ha deteriorado en los últimos años. Se han retrasado discusiones planificadas con Teherán después de la elección de Ebrahim Raisi como presidente iraní. Los diplomáticos especulan que Teherán intenta retrasar el progreso.