Funcionarios mexicanos visitarán Washington el mes próximo para proseguir las conversaciones fronterizas
La visita se producirá después de que la delegación de alto nivel enviada esta semana a Ciudad de México, en la que participaron el Secretario de Estado Antony Blinken y el Secretario de Seguridad Interior Alejandro Mayorkas, lograra algunos avances en el refuerzo de la aplicación de la ley en el lado mexicano de la frontera.
La inmigración ha sido un punto políticamente vulnerable para el Presidente Joe Biden, que se ha enfrentado a duras críticas de los republicanos e incluso de algunos miembros de su propio partido por la situación en la frontera entre EE.UU. y México.
En las reuniones de enero se "evaluarán los progresos y se decidirá qué más se puede hacer", según el NSC.
"Seguimos abordando las causas profundas y construyendo vías legales que incentiven la migración ordenada y la aplicación de nuestras leyes", dijo el funcionario.
Las autoridades fronterizas siguen informando de miles de encuentros diarios con migrantes. El martes, las autoridades detuvieron a unos 6.000 migrantes a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, lo que supone un descenso con respecto a días anteriores, según un funcionario de Seguridad Nacional.
A principios de este mes, la media de siete días rondó los 9.600 encuentros, un salto desde finales de noviembre, cuando esa media se situó en 6.800. Las últimas cifras reflejan cierto alivio para las autoridades fronterizas estadounidenses, aunque los funcionarios siguen preparándose para los días venideros, achacando el descenso, en parte, a las vacaciones.
Un portavoz de la NSC calificó el viaje de esta semana de "productivo" y afirmó que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, "ha tomado nuevas medidas significativas de aplicación de la ley" en materia de migración.
La secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena, dijo a los periodistas que en las conversaciones también se abordó la importancia de la relación económica entre los dos países y las causas profundas de la migración, como la pobreza, la desigualdad, la violencia y la reunificación familiar, según una grabación facilitada a CNN por la cancillería mexicana.
Sin embargo, las autoridades estadounidenses reconocen que ambos países deberán seguir trabajando en materia de migración.
Al término de la reunión, de dos horas y media de duración, funcionarios estadounidenses afirmaron que México compartía planes para tomar medidas enérgicas contra los traficantes de migrantes, lo que está contribuyendo al reciente aumento de los casos en la frontera.
México también ha asumido un papel de liderazgo en "la gestión humanitaria de la frontera, incluidas las repatriaciones", afirmó un alto funcionario de la administración, y que este año se han llevado a cabo más repatriaciones que nunca.
Estados Unidos se ha apoyado históricamente en México para que actúe como amortiguador y detenga el flujo de migrantes que se dirigen a la frontera sur de Estados Unidos. Pero México, al igual que Estados Unidos, se enfrenta a dificultades similares, ya que el número de migrantes que cruzan a su país desborda sus limitados recursos.
Las autoridades mexicanas se enfrentan actualmente a miles de migrantes que salieron el domingo de Tapachula, en el sur de México, en un largo viaje a pie hacia Estados Unidos.
Muchos de los migrantes proceden de América Central y del Sur, así como del Caribe, Cuba y Haití.
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Fuente: edition.cnn.com