Freno a la deuda: cómo funciona en otros países
¿Cómo afrontar la deuda pública? Esta cuestión no sólo se plantea en el debate sobre el freno de la deuda en Alemania. A nivel internacional, existen diversas normas, o no. He aquí algunos ejemplos:
UE
Las normas de endeudamiento a nivel de la UE estipulan esencialmente que el nivel de deuda de un Estado miembro no puede superar el 60% de la producción económica. Además, el déficit de las administraciones públicas -es decir, la diferencia entre los ingresos y los gastos del presupuesto público, que debe cubrirse principalmente con préstamos- debe mantenerse por debajo del 3% del producto interior bruto (PIB). Debido a la crisis del coronavirus y a las consecuencias del ataque ruso a Ucrania, las normas se han suspendido hasta 2024.
Actualmente se está debatiendo una reforma de las normas de endeudamiento de la UE. Una propuesta de la Comisión Europea prevé dar a los países muy endeudados más flexibilidad para reducir la deuda y el déficit presupuestario debido a las consecuencias de la crisis del coronavirus y la guerra de Ucrania. Debería haber vías individuales para que cada país reduzca la deuda y los déficits a largo plazo. Las propuestas son controvertidas en las capitales europeas. El gobierno alemán, por ejemplo, pide unos requisitos mínimos estrictos y estandarizados, mientras que Francia se ha pronunciado en contra de normas uniformes.
Francia
A diferencia de Alemania, Francia no tiene un freno a la deuda consagrado en su Constitución y tradicionalmente ha favorecido las inversiones financiadas con deuda frente a la frugalidad presupuestaria. La imposición de estrictas medidas de austeridad siempre ha sido impopular en el país vecino. Incluso durante la pandemia de coronavirus y la guerra de Ucrania, París apoyó a las empresas y el poder adquisitivo de la población con ayudas multimillonarias. Con una tasa de endeudamiento del 111,6% de la producción económica a finales de 2022, Francia se encuentra en la cola de la UE.
Por ello, el Tribunal de Cuentas francés lleva tiempo reclamando un saneamiento de las finanzas públicas. El Gobierno quiere situar el déficit por debajo del límite comunitario del 3% al final de su mandato en 2027. Para el año en curso se prevé un déficit del 4,9% y una tasa de endeudamiento del 109,7%.
EE.UU.
En EE.UU., el Congreso fija un techo de deuda a intervalos irregulares y determina cuánto dinero puede pedir prestado el Gobierno. El límite se ha elevado docenas de veces desde su introducción hace más de cien años, ya que de lo contrario el dinero se habría agotado. Republicanos y demócratas se enfrentan periódicamente para elevar el techo de la deuda. Este año, Estados Unidos, la mayor economía del mundo, volvió a evitar el impago por los pelos. El techo de deuda, de unos 31,4 billones de dólares (aproximadamente 28,9 billones de euros), se alcanzó a principios de año. El Ministerio de Finanzas tuvo que recurrir a sus reservas de capital para cumplir con sus obligaciones.
Tras semanas de disputas, ambas partes acordaron que el techo de la deuda en Estados Unidos se suspendería hasta 2025 y, a cambio, se congelaría de hecho el tamaño del presupuesto federal, que los demócratas del Presidente Joe Biden querían aumentar. Un impago podría haber desencadenado una crisis financiera mundial y una recesión económica. La Secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, ha pedido en repetidas ocasiones que se suprima el techo de deuda en su forma actual.
Italia
También en Italia la disciplina presupuestaria está consagrada en la Constitución. Desde 2012, establece: "Las administraciones públicas garantizarán presupuestos equilibrados y una deuda pública sostenible de acuerdo con la legislación de la UE." El mecanismo es similar al freno de la deuda alemán, con margen para excepciones e interpretaciones. Por ejemplo, se permite un mayor endeudamiento nuevo en caso de "acontecimientos extraordinarios" si el Parlamento vota a favor por mayoría absoluta.
Sin embargo, el compromiso voluntario de una mayor disciplina no se ha materializado en absoluto en la política italiana. La montaña de deuda no ha disminuido desde 2012, sino que ha aumentado significativamente. Según las últimas cifras de la Comisión de la UE, la deuda nacional ascenderá al 139,8% del producto interior bruto (PIB) a finales de este año. Para 2025, los expertos prevén incluso un nivel de deuda bruta del 140,9%. El presupuesto del gobierno de la Primera Ministra Giorgia Meloni también prevé 16.000 millones de euros de nueva deuda para 2024. Según las previsiones del Gobierno, el déficit presupuestario aumentaría del 3,6% actual al 4,3% del PIB.
Gran Bretaña
En el Reino Unido no existe un freno legal a la deuda, pero sí objetivos fiscales. Entre ellos figura el de que el endeudamiento neto del sector público no supere el 3% del producto interior bruto en el quinto año de un periodo de estimación. Según la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR), este objetivo puede cumplirse en el curso actual. También existe un tope para el gasto social. Sin embargo, ambos objetivos pueden ser suspendidos por el Tesoro en caso de "choque negativo significativo para la economía británica".
Fuente: www.dpa.com