Es necesario un cambio": La Guardia Costera promete reformas tras la mala gestión de las denuncias de agresión sexual
Después de pasar 90 días hablando con cientos de miembros del servicio, leyendo más de 170 comentarios escritos y "tamizando a través de una montaña de datos", un equipo de revisión interna dijo que había escuchado un mensaje rotundo de la fuerza de trabajo que "estos fracasos y la falta de responsabilidad son totalmente inaceptables" y que los líderes "deben hacer algo al respecto".
"Demasiados miembros de la Guardia Costera no están experimentando el lugar de trabajo seguro y empoderador que esperan y merecen (y) la confianza en el liderazgo de la Guardia Costera se está erosionando", escribieron los autores en el informe de aproximadamente 100 páginas, señalando que habían escuchado a víctimas de agresiones sexuales y acoso desde la década de 1960 hasta la actualidad que "expresaron sentimientos profundamente arraigados de dolor y una pérdida de confianza en la organización."
La mordaz revisión interna se puso en marcha después de que la CNN sacara a la luz una investigación criminal secreta, bautizada como Operación Fouled Anchor, que descubrió que funcionarios de alto rango habían ignorado y, en ocasiones, encubierto graves conductas indebidas. No fue hasta que la CNN empezó a hacer preguntas sobre la operación "Fouled Anchor" esta primavera que los líderes de la Guardia Costera se apresuraron a informar oficialmente al Congreso sobre el escándalo, lo que provocó la indignación de ambos bandos, múltiples investigaciones gubernamentales y propuestas de ley.
La cobertura de la CNN sobre Fouled Anchor y los posteriores reportajes que revelaron que los líderes de la Guardia Costera se negaron a procesar a un oficial retirado por conducta sexual inapropiada "han llevado a la gente a experimentar sentimientos que van desde la decepción a la indignación", según el informe.
"Para muchas víctimas, hay niveles aún más profundos de confianza rota: en los líderes que les fallaron en la prevención y respuesta a la violencia sexual; en un sistema de justicia militar con definiciones legales anticuadas de violación; en programas de apoyo inexistentes para los afectados antes de 2000", afirmaba. Aunque el informe destacaba una serie de cambios realizados en las dos últimas décadas, también reconocía que las reformas realizadas hasta la fecha no han sido suficientes para prevenir las agresiones y apoyar adecuadamente a las víctimas.
La revisión no pretendía responsabilizar a los agresores del pasado ni a los funcionarios implicados en el encubrimiento de Fouled Anchor, afirmando que seguían en curso múltiples investigaciones gubernamentales iniciadas por el Congreso.
En su lugar, miraba al futuro y se centraba en prevenir futuras agresiones y otras conductas indebidas, describiendo el informe como una "hoja de ruta destinada a mejorar" la cultura de la agencia.
Junto con las conclusiones del informe, la Guardia Costera anunció una serie de medidas dirigidas por la jefa del organismo, la Comandante Linda Fagan, mediante cambios recomendados en todos los ámbitos, desde la formación y los servicios de apoyo a las víctimas hasta el refuerzo de los procesos para exigir responsabilidades a los agresores.
"Este informe reconoce los fallos de la Guardia Costera y los utiliza para informar sobre el camino a seguir, reconstruir la confianza y sentar las bases para el crecimiento de la organización", afirma el documento, señalando que muchas de las medidas requieren financiación y autoridad adicionales para su aplicación.
Entre las reformas se encuentran la creación de un programa de tutoría para las víctimas que les ayude a superar las secuelas de una agresión sexual, el desarrollo de una política de "seguridad en la denuncia" para que las víctimas no sean penalizadas por faltas menores colaterales (como el consumo de alcohol en el momento de un incidente), cerraduras más seguras en las habitaciones de la Academia de la Guardia Costera y una mejor supervisión de la escuela y sus cadetes, incluida una nueva cadena de mando para el director de la academia.
Fagan también pidió a los funcionarios que controlaran mejor el programa de formación "Swab Summer" de la academia, dirigido por alumnos de cursos superiores, y que estudiaran la posibilidad de reforzar las políticas que permiten a la agencia reducir las pensiones de quienes hayan cometido faltas de conducta.
El informe fue la respuesta más amplia de la Guardia Costera a las crecientes críticas sobre su gestión de las faltas de conducta. Y aunque se daba a conocer públicamente, y los miembros del Congreso habían sido informados de su contenido con anterioridad, el informe se dirigía específicamente al "personal de la Guardia Costera de EE.UU., pasado y presente".
"Ustedes han dejado claro que quieren y esperan que nuestro Servicio afronte este problema y lo mejore. Queréis que nuestro Servicio introduzca cambios significativos", decía el informe. "Tanto si usted es un miembro que tiene una historia que contar como si es un compañero que está a su lado, éste es nuestro momento. Hagámoslo bien".
Mientras la Guardia Costera se centra en el futuro, los miembros del Congreso siguen decididos a obtener respuestas sobre los fallos del pasado.
"Este nuevo informe sigue sin responsabilizar a nadie de los fallos del pasado, especialmente a los de la Academia de la Guardia Costera", dijo el senador Chris Murphy, demócrata de Connecticut, donde se encuentra la Academia de la Guardia Costera. Murphy y otros legisladores han seguido criticando a la agencia por su falta de transparencia en relación con las agresiones sexuales y otras conductas indebidas. "Establece un modesto plan para mejorar la supervisión, la formación y el apoyo a los supervivientes, pero un informe no es más que papel mojado hasta que se tomen medidas concretas".
Los senadores demócratas Maria Cantwell y Richard Blumenthal también criticaron cómo, a pesar de calificar este esfuerzo como una revisión de "responsabilidad", la Guardia Costera sigue sin exigir responsabilidades a nadie por la mala gestión de los casos de agresión sexual. Cantwell reiteró la importancia de una investigación independiente y dijo que está deseando ver los resultados de la investigación que está llevando a cabo el Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional.
A principios de este año, la CNN informó de cómo el ex comandante Karl Schultz y su segundo al mando, el vicecomandante Charles Ray, no cumplieron sus planes de compartir las conclusiones de Fouled Anchor con el Congreso y el público. Ray dimitió poco después de su cargo en un instituto de liderazgo de la Academia de la Guardia Costera, pero ningún otro funcionario actual o anterior de la Guardia Costera se ha enfrentado públicamente a ninguna consecuencia.
En una reciente carta al Congreso, K. Denise Rucker Krepp, ex oficial de la Guardia Costera y ex consejera jefe de la Administración Marítima, escribió: "Al personal actual de la Guardia Costera se le dice que confíe en su liderazgo, pero sus líderes no están haciendo responsables a sus predecesores", describiendo cómo había asistido a un evento de "sanación comunitaria" patrocinado por la Asociación de Antiguos Alumnos de la Academia de la Guardia Costera el mes pasado.
"Antes de mi primera taza de café supe de una mujer que fue violada poco después de ingresar en el servicio. Nunca se lo contó a sus padres", escribió. "Mientras me lavaba las manos en el baño, otra mujer me contó que había sido violada mientras asistía a la Academia de la Guardia Costera a finales de los años noventa. Otra mujer compartió que fue violada en grupo por tres estudiantes en la escuela y que había pasado dos tercios de su vida medicada debido a los crímenes que ocurrieron hace casi 40 años."
La próxima semana, más supervivientes de agresiones sexuales y acoso en la Academia de la Guardia Costera tienen previsto compartir públicamente sus experiencias en una audiencia en el Congreso. La audiencia, anunciada ayer mismo, forma parte de una investigación en curso del Senado iniciada como reacción al encubrimiento del caso Ancla sucia.
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Fuente: edition.cnn.com
