El Tribunal Constitucional se pronuncia sobre el truco presupuestario de los semáforos
En los próximos días, el Bundestag ultimará el presupuesto para 2024, pero antes, una decisión de política presupuestaria de la época del coronavirus amenaza con alcanzar al Gobierno del semáforo. El Tribunal Constitucional Federal se pronuncia hoy sobre el segundo presupuesto suplementario para 2021.
Están en juego miles de millones de euros que el Gobierno federal ya ha destinado firmemente a la protección del clima. La sentencia podría crear un enorme déficit de financiación y poner en peligro los programas de financiación para la sustitución de calefacción, la rehabilitación y la industria de semiconductores.
¿De qué dinero se trata?
El año 2022 ya había empezado cuando la coalición del semáforo aplazó otros 60.000 millones de euros en el presupuesto federal del año anterior. Préstamos que en realidad estaban destinados a combatir la pandemia del coronavirus, pero que no eran necesarios, iban a ser canalizados hacia la protección del clima. El dinero se transfirió posteriormente al Fondo para la Energía y el Clima, un fondo especial que ahora se llama Fondo para el Clima y la Transformación (KTF) y se gestiona por separado del resto del presupuesto. El Gobierno utiliza este fondo para pagar inversiones a largo plazo destinadas a una mayor protección del clima.
¿Quién ha emprendido acciones legales contra esto y con qué argumentos?
Miembros del grupo parlamentario de la oposición CDU/CSU llevaron el asunto a los tribunales. Criticaron al Gobierno federal por acumular dinero y eludir así deliberadamente el freno a la deuda previsto en la Ley Fundamental. Esto no era honesto, porque sin el dinero del fondo especial habría que ahorrar muchos miles de millones en otras partidas para proyectos climáticos. El Tribunal Federal de Cuentas también ha calificado la reasignación de "constitucionalmente dudosa". No se justificó de forma concluyente por qué se desviaba dinero destinado a combatir el coronavirus para la protección del clima. El cambio climático debe abordarse aplicando las normas presupuestarias habituales.
¿Cómo justifica el Gobierno alemán la reasignación?
El Secretario de Estado de Presupuestos, Werner Gatzer, no ve ninguna malversación. Tras la caída de la corona, el desarrollo económico también podría impulsarse con la ayuda de inversiones en protección del clima, argumentó. La asignación posterior estaba justificada porque, de lo contrario, se habría producido un retraso de varios meses.
¿No se ha pronunciado ya el Tribunal sobre el asunto?
Hace un año, el Tribunal Constitucional Federal rechazó una solicitud urgente del grupo parlamentario CDU/CSU para restringir temporalmente el uso de los 60.000 millones. Sin embargo, no se trataba aún de una decisión sobre el litigio en sí. En la vista oral de junio, los jueces no revelaron ninguna tendencia, pero formularon muchas preguntas sobre los plazos en la planificación presupuestaria y la proporcionalidad del endeudamiento. La juez Sibylle Kessal-Wulf, por ejemplo, empezó preguntando si podía y debía haber un régimen separado para los activos especiales.
¿Qué consecuencias podría tener la sentencia?
Los grupos parlamentarios de Ampel ven varios escenarios posibles. Si el tribunal declara legal la transferencia de los préstamos, no habrá necesidad de actuar. También sería posible que los jueces dieran un tirón de orejas al Gobierno, por así decirlo, no declarando claramente ilegal el procedimiento, pero imponiendo requisitos más estrictos para situaciones similares en el futuro.
Las consecuencias serían mayores si el tribunal declarara inválida la reasignación de los 60.000 millones de euros. En ese caso, el dinero dejaría de estar disponible en el KTF. El Ministro Federal de Economía, Robert Habeck (Verdes), dijo en junio que esto golpearía duramente a Alemania en términos de política económica. Significaría "que el suelo sobre el que intentamos estabilizar la situación económica en Alemania se alejaría".
¿Qué se financia con el Fondo para el Clima y la Transformación?
Este fondo especial que se suma al presupuesto se ha convertido en los últimos meses en el arma multiusos del Gobierno alemán. Contiene programas para una mayor protección del clima, para el establecimiento de tecnologías del futuro y el desarrollo hacia una economía climáticamente neutra. Por ejemplo, se financian la rehabilitación respetuosa con el clima de edificios residenciales y la sustitución de viejos sistemas de calefacción de gas y petróleo. Los ciudadanos y las empresas se liberan de la carga de los precios de la electricidad con cargo al fondo. Otros fondos se destinan a la electromovilidad, la economía del hidrógeno y la expansión del ferrocarril. Las subvenciones estatales para el establecimiento de grandes fábricas de semiconductores, como la del fabricante estadounidense de chips Intel en Magdeburgo, también proceden del KTF.
¿Está todo esto en peligro el año que viene?
No, no inmediatamente. Según las estimaciones de las facciones del semáforo, en cualquier caso debería haber dinero suficiente en el fondo especial para 2024. Sin embargo, hasta 2027 está previsto un gasto programado de al menos 211.800 millones de euros. Sin los 60.000 millones, probablemente no será posible cubrirlos todos. Si Habeck y el Ministro de Hacienda Christian Lindner (FDP) no quieren cancelarlos, tendrán que encontrar dinero en otra parte.
¿Existe un cuarto escenario?
Sí, esto preocupa aún más a los responsables presupuestarios. El Bundestag cree que es posible que los jueces constitucionales cuestionen el sistema contable en general. Por el momento, el Gobierno federal puede utilizar fondos especiales para eludir el freno de la deuda y crear un margen de maniobra adicional en términos de gasto. Sin embargo, se teme que el más alto tribunal alemán decida que las salidas de fondos especiales entran dentro del freno de la deuda. Esto plantearía grandes problemas a Lindner, ya que el gobierno federal mantiene actualmente 29 fondos especiales con un potencial de endeudamiento que asciende a varios cientos de miles de millones de euros.
Fuente: www.dpa.com