El Gobierno alemán ya no vincula los bonos a la tasa de inflación
El gobierno federal está abandonando la práctica de vincular los bonos del Estado a la inflación. Lo que ahorró mucho dinero durante la fase de bajos tipos de interés resultó ser una práctica extremadamente cara en los últimos meses. Ahora el Gobierno cambia de estrategia.
Sorprendentemente, Alemania se retira del mercado de bonos ligados a la inflación, acumulado desde 2006. A partir del próximo año, no se emitirán más títulos federales indexados a la inflación, según ha anunciado la Agencia Financiera, responsable de la gestión de la deuda del Gobierno federal. Tampoco se completarán los títulos ya emitidos.
"Los títulos del Estado alemán actualmente en circulación indexados a la inflación seguirán siendo negociables en el mercado", declaró al mismo tiempo. El programa restante comprende cuatro valores con un volumen total de 66.250 millones de euros y plazos restantes de entre 2,5 y 22,5 años. Alrededor del 3,5% de la deuda pública alemana en circulación está vinculada a la inflación.
Con el llamado linker, el pago de intereses se basa en la tasa de inflación. Esto significa que el emisor - en este caso el Estado - asume el riesgo de inflación que de otro modo recaería en el inversor. El analista del LBBW Jens-Oliver Niklasch parte de la base de que "los linkers ya no son atractivos para los emisores en tiempos de inflación alta y volátil". "Los bonos indexados a la inflación siempre suponen un riesgo para el presupuesto federal, por lo que la supresión de este tipo de emisiones es sin duda la medida correcta para minimizar el riesgo", afirmó Bernd Krampen, experto del NordLB.
La alta inflación impulsa el pago de intereses
En su lugar, el Gobierno federal quiere centrarse ahora más en los bonos convencionales y en los llamados bonos verdes, que sirven para financiar gastos respetuosos con el medio ambiente. "Para seguir reforzando su posición ventajosa en el futuro, el Gobierno federal quiere utilizar estos instrumentos para cubrir sus necesidades de financiación en los próximos años en aras de la liquidez de los programas de bonos convencionales y verdes", dijo el director gerente de la Agencia Financiera, Tammo Diemer.
En caso de baja inflación o deflación, los rendimientos son inferiores a los de los bonos normales. Alemania emitió por primera vez un bono de este tipo en marzo de 2006. En 2012, el entonces director de la Agencia Financiera, Carl Heinz Daube, dijo: "Hemos asegurado al mercado que emitiremos regularmente. Seguiremos haciéndolo para ser un socio fiable en la expansión de este segmento del mercado." Sin embargo, la elevada inflación de los últimos tiempos y la subida de los tipos de interés del mercado han disparado los costes de intereses del Gobierno federal.
"Un muro escarpado"
En junio de 2022, el ministro de Finanzas, Christian Lindner, habló en este contexto de "un muro escarpado que se abre ante nosotros" y también culpó explícitamente de ello a la emisión de bonos del Estado con cobertura frente a la inflación realizada por gobiernos anteriores. "Antes ganábamos dinero con esto, ahora estamos pagando miles de millones por ello", dijo.
Según un documento de la Comisión de Presupuestos del pasado mes de noviembre, se reservaron 2.200 millones de euros adicionales para un fondo del que se reembolsaron bonos federales vinculados a la inflación como consecuencia de la elevada inflación.
Este año, el Gobierno federal va a pedir prestado en el mercado financiero una suma récord de alrededor de medio billón de euros. El dinero se utilizará para cubrir el déficit previsto en el presupuesto, además de los gastos derivados de la crisis energética. Además, el Gobierno federal tendrá que reembolsar este año a los inversores títulos por valor de más de 300.000 millones de euros. Esto requerirá refinanciación.
Fuente: www.ntv.de