Corea del Norte cierra una docena de embajadas
Corea del Norte tiene más de 50 embajadas en todo el mundo. Varias misiones extranjeras están cerradas. El régimen lo vende como una reorganización, pero en realidad el país se está quedando sin dinero. La buena noticia para Pyongyang es que, de todos modos, sus socios más importantes son China y Rusia.
Corea del Norte tiene embajadas propias en 53 países, como es lógico en China y Rusia, importantes socios de Corea del Norte, así como en Siria, Cuba e Irán. Sin embargo, Corea del Norte también tiene una oficina de representación en Alemania. Durante años, el régimen también gestionó un albergue en el recinto de la embajada en Berlín-Mitte. Un año después -en 2018- se apagaron las luces. Dos años después, el Tribunal Administrativo de Berlín desestimó un recurso de los operadores.
La embajada como tal sigue existiendo en Berlín, pero ahora se están cerrando muchas otras en todo el mundo. Corea del Norte quiere cerrar hasta doce embajadas en todo el mundo. Eso supondría casi una de cada cuatro oficinas de representación en el extranjero; el régimen está cerrando incluso las puertas de embajadas de buenos aliados del pasado, por ejemplo en Angola y Uganda.
El régimen está vendiendo el éxodo como un "proceso de cambio". El objetivo es hacer "más eficientes las capacidades diplomáticas", según anunció el Ministerio de Asuntos Exteriores norcoreano a principios de este mes.
En realidad, sin embargo, la causa parecen ser los enormes problemas financieros. Aunque las embajadas extranjeras no cobran directamente de Pyongyang, se financian mediante transacciones en divisas en los sectores de la construcción y las tecnologías de la información, así como mediante el contrabando, el blanqueo de dinero y otras transacciones ilegales. Las sanciones occidentales hacen cada vez más difícil que el régimen del líder Kim Jong Un se mantenga a flote financieramente. Como consecuencia, "las transacciones de divisas se han paralizado", afirma el Ministerio de Defensa surcoreano.
"Alteración de la política exterior"
Pyongyang ha confirmado indirectamente las dificultades financieras en un intercambio de cartas con el Partido Comunista de España. Según el régimen, las sanciones impuestas por la UE y EEUU son la razón del cierre de la representación norcoreana en Madrid.
Por lo demás, la oleada de cierres norcoreanos habría afectado principalmente a las embajadas en África y a la oficina de representación en Hong Kong. Así lo informó, entre otros, el diario japonés "Yomiuri Shimbun". La plataforma "NK Pro", especializada en Corea del Norte, prevé "una de las mayores convulsiones de la política exterior del país en décadas".
Angola es un buen ejemplo del impacto que pueden tener las sanciones. En 2017, el gobierno de Luanda dejó de trabajar con una empresa constructora norcoreana y los trabajadores de la construcción fueron enviados de vuelta a casa.
Al parecer, el gobierno de Angola quería evitar que se rompieran las sanciones. De todos modos, si hubiera seguido colaborando estrechamente con Corea del Norte, podría haber quedado aislado internacionalmente.
La propia Corea del Norte resta importancia a los cierres. Todo país soberano tiene derecho a reevaluar sus prioridades diplomáticas. El Ministerio de Asuntos Exteriores norcoreano anunció que el cierre de las embajadas servía para "promover los intereses nacionales en las relaciones exteriores".
En lenguaje llano, esto significa presumiblemente que Corea del Norte quiere apoyarse en sus pocos aliados importantes. El régimen de Kim reforzará su llamada "nueva diplomacia de la Guerra Fría", espera el politólogo surcoreano Cho Han-Bum en The Guardian. Corea del Norte se está centrando en intensificar aún más la cooperación con países como China, Rusia, Siria, Irán y Cuba.
Reuniones con Putin, negocios con Pekín
Recientemente, Corea del Norte ha tanteado especialmente a Moscú. En septiembre, el Jefe de Estado Kim se reunió personalmente con el Presidente ruso Vladimir Putin en el centro espacial de Vostochny. Acordaron que Corea del Norte suministraría a los rusos munición para la guerra de Ucrania y que, a cambio, el Kremlin ayudaría al programa espacial de la dictadura de Kim.
Las relaciones con China también se han reforzado en los últimos meses. "En el momento en que los chinos decidan que ya no huirán de un conflicto con EE.UU., en realidad sería suficiente para Corea del Norte que los chinos les abrieran su mercado y su sistema financiero", dijo el experto en Corea del Norte Rüdiger Frank, de la Universidad de Viena, en el podcast de ntv "Wieder was gelernt" hace tres años. "El país es lo suficientemente pequeño. Y China es lo suficientemente grande como para suministrar todo lo que los norcoreanos necesitan en términos de demanda e importaciones para un repunte económico."
La estrategia de Pyongyang consiste en seguir mejorando las relaciones económicas con Pekín y Moscú para sobrevivir de este modo. La situación mundial puede ayudar a Kim Jong Un en este empeño. Dado que Rusia, en particular, ha perdido importantes socios comerciales occidentales debido a la guerra de Ucrania, la importancia de los países socios restantes, como Corea del Norte, aumenta automáticamente.
Fuente: www.ntv.de