Bajo fuego: Muere un periodista por un proyectil de tanque israelí

Pocos días después de la masacre perpetrada por los terroristas de Hamás en Israel, un grupo de periodistas viaja a Líbano y es tiroteado. Un periodista muere y otros resultan heridos. Las investigaciones revelan ahora que una bala israelí fue la responsable de la muerte.

Según las investigaciones de las agencias de noticias Reuters y AFP, Issam Abdallah, periodista de Reuters, murió el 13 de octubre en el sur de Líbano por el impacto de un proyectil de tanque israelí. Según la investigación, la tripulación de un tanque israelí disparó dos veces en rápida sucesión. Los proyectiles explotaron con 37 segundos de diferencia cerca de un grupo de periodistas. Las organizaciones de derechos humanos hablan de un posible crimen de guerra y exigen aclaraciones a Israel.

Para su investigación, Reuters habló con más de 30 representantes del gobierno, funcionarios de seguridad, expertos militares, investigadores forenses, abogados, médicos y testigos. Se analizaron muchas horas de vídeo de ocho medios de comunicación diferentes y cientos de fotos, incluidas imágenes de satélite de alta resolución.

El reportero de vídeo Abdallah, de 37 años, murió en el atentado, mientras que otros seis periodistas resultaron heridos, algunos de ellos de gravedad: dos empleados de Reuters, una fotógrafa de la agencia de noticias francesa AFP y su colega de vídeo, así como dos empleados del canal de televisión Al Yazira. A la fotógrafa de AFP Christina Assi tuvieron que amputarle la pierna derecha y, según la agencia, sigue hospitalizada.

Reuters exige explicaciones a Israel

Los siete reporteros llevaban chalecos protectores y cascos azules, con la palabra "PRESS" escrita en letras blancas en la mayoría de ellos. Fueron tiroteados a poco más de un kilómetro de la frontera israelí, cerca de la localidad libanesa de Alma al-Shaab. En las inmediaciones trabajaban también periodistas de al menos otros siete medios de comunicación. Los reporteros querían informar sobre los enfrentamientos armados en la zona fronteriza tras el ataque a Israel del grupo radical islámico Hamás el 7 de octubre.

El instituto holandés independiente TNO, que prueba y analiza munición y armas para clientes como el Ministerio de Defensa holandés, examinó fragmentos de munición en sus laboratorios de La Haya. Descubrió que se había utilizado munición de tanque de 120 milímetros del tipo utilizado por el ejército israelí. "Las pruebas que tenemos ahora, y que hemos publicado hoy, demuestran que la tripulación de un tanque israelí mató a nuestro colega Issam Abdallah", ha declarado la redactora jefe de Reuters, Alessandra Galloni. "Condenamos el asesinato de Issam. Pedimos a Israel que explique cómo pudo ocurrir". Los responsables deben rendir cuentas. "Issam era un periodista brillante y apasionado, muy querido en Reuters", añadió Galloni.

Según AFP, las pruebas recopiladas por Reuters confirman su propia investigación. El ataque contra un grupo de periodistas claramente identificados como representantes de los medios de comunicación es "inexplicable" e "inaceptable", ha declarado el director de información de AFP, Phil Chetwynd.

La organización "Reporteros sin Fronteras" (RSF) ya había anunciado a finales de octubre, citando sus propios análisis, que la muerte de Abdallah fue causada por un ataque dirigido desde la dirección de la frontera israelí. RSF había incluido también en su informe un video con imágenes originales del lugar de los hechos.

"No apunten a periodistas"

"No apuntamos a civiles", declaró el portavoz del gobierno israelí, Eylon Levy, en una conferencia de prensa televisada, cuando se le preguntó por los resultados de la investigación. "Hemos hecho todo lo posible para sacar a los civiles de la línea de fuego". Las fuerzas armadas (IDF) habían hecho anteriormente declaraciones similares. "No atacamos a periodistas", declaró el portavoz de las IDF, teniente coronel Richard Hecht.

Líbano anunció que remitiría los informes al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como parte de su denuncia. "La criminalidad de Israel no tiene límites", declaró la oficina del Primer Ministro Najib Mikati. Una portavoz del Ministerio Federal de Asuntos Exteriores en Berlín explicó que una prensa libre y diversa es una piedra angular de la democracia. "La protección de los periodistas debe estar garantizada en todo momento. Los incidentes en los que resultan heridos o muertos periodistas deben ser investigados a fondo. Esto también se aplica en este caso".

El fuego directo contra civiles u objetos civiles está estrictamente prohibido por la Convención de Ginebra de 1949, ratificada por todos los Estados miembros de la ONU. La organización de derechos humanos Human Rights Watch declaró que se trataba de un "ataque obviamente deliberado contra civiles y, por tanto, un crimen de guerra". "Los ataques directos contra civiles y los ataques indiscriminados están absolutamente prohibidos por el derecho internacional humanitario y pueden constituir crímenes de guerra", ha declarado Aya Majzoub, de Amnistía Internacional. "Israel no debe permitir que se mate y ataque impunemente a periodistas. Debe haber una investigación independiente e imparcial sobre este ataque mortal."