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Agujero en el presupuesto: ¿están los pobres a punto de sufrir recortes?

Tras la sentencia de Karlsruhe, el gobierno está desesperado por conseguir dinero. El Estado es el que más gasta en gastos sociales. Las primeras peticiones de recortes ya están sobre la mesa: un resumen.

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¿Habrá pronto más protestas contra los recortes del Gobierno? Como se vio aquí en julio por la iniciativa "Futuro Fiscal". Ya entonces la situación presupuestaria era tensa y se instaba a los ministerios a ahorrar..aussiedlerbote.de

Lucha de coaliciones - Agujero en el presupuesto: ¿están los pobres a punto de sufrir recortes?

Ahora se sabe: según el Ministro de Hacienda, Christian Lindner (FDP), faltan 17.000 millones de euros en el presupuesto del año que viene. ¿De dónde saldrán? El miércoles por la tarde, los líderes del SPD, los Verdes y el FDP se reunieron en la Cancillería, pero aún no han encontrado una solución en la hora y media de reunión.

Los frentes se han endurecido: Mientras que los representantes del SPD y los Verdes están a favor de suspender el freno de la deuda el año que viene para poder pedir préstamos, los liberales se oponen con vehemencia. Para hacer una excepción al freno de la deuda, la coalición tendría que decidir de nuevo sobre una situación de emergencia, lo que incluye catástrofes naturales o situaciones de emergencia extraordinarias. El FDP no ve ninguna base para ello.

Para ellos, se trata por tanto de ahorrar en otros ámbitos. El Estado tiene que ser "más preciso" con el dinero, dice Lindner. Tanto los liberales como la oposición CDU/CSU piden que se controle el gasto social. También hay que hablar de "dónde puede aportar el Estado del bienestar su contribución a la consolidación presupuestaria", dice el jefe del grupo parlamentario del FDP, Christian Dürr.

Scholz quiere "sondear el margen de maniobra"

El canciller Olaf Scholz (SPD) subrayó en su declaración de gobierno del martes: "En su vida cotidiana, aquí y ahora, la sentencia del Tribunal Constitucional Federal no cambia nada, independientemente de si recibe subsidio familiar o Bafög, una pensión o una ayuda a la vivienda". Sin embargo, también dijo que "ahora se está explorando el margen de maniobra existente en el presupuesto", se están estableciendo prioridades y "por supuesto" también se está restringiendo el gasto.

El hecho de que el gasto social del Gobierno federal sea ahora el centro del debate público puede parecer obvio, ya que representa más de un tercio del presupuesto. Se espera que el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales gaste más de 170.000 millones de euros el año que viene, de los cuales la mayor parte se destinará a pensiones y seguridad básica en la vejez. Es mucho dinero.

"Para un presupuesto constitucional en 2024, no será posible sin ahorros en el sector social", afirma Jochen Pimpertz, del Instituto de la Empresa Alemana de Colonia (IW), cercano a la patronal: por ejemplo, podría aplazarse la creación de una "Fundación Capital Generación". Al igual que el FDP, el jefe del departamento "Estado, Impuestos y Seguridad Social" del IW no ve base para una nueva suspensión del freno de la deuda. Sin embargo, los miles de millones necesarios no podrían ahorrarse en una sola partida; se trata de "examinar críticamente" muchas partidas individuales.

Al mismo tiempo, está claro que ahorrar en el sector social no es una necesidad absoluta, sino una decisión política. Muchas de las propuestas que circulan ahora ya se habían puesto en marcha antes de la sentencia del Tribunal Constitucional Federal sobre el freno de la deuda, pero se trata más bien de debates de fondo sobre la orientación del Estado del bienestar. ¿Pueden ahora tapar agudamente el agujero del billón de euros? Si se examinan con detenimiento las exigencias actuales, resulta bastante improbable. La red de gastos en este ámbito es compleja, muchas cosas no pueden anularse sin más y algunas tendrían consecuencias de gran alcance en otros ámbitos. Por otra parte, es probable que algunas demandas sean jurídicamente difíciles. Una visión general del campo de batalla de la política social en el actual debate presupuestario:

  • La Renta Ciudadana: El próximo año, la Renta de Ciudadanía aumentará un 12,6%. Ya antes del juicio presupuestario actual, la CDU/CSU utilizó esta cifra para crear un ambiente en contra del sucesor de "Hartz IV". Sin embargo, el aumento se explica por la elevada inflación. La propia CDU/CSU ha acordado incluso el mecanismo de ajustar más rápidamente las tarifas de la asignación ciudadana al aumento general de los precios. Para el economista Achim Truger, la exigencia de recortes en la Renta Ciudadana es, por tanto, un "trueno teatral". Es uno de los cinco llamados expertos económicos que asesoran al Gobierno alemán en política económica. Según Truger, existen "estrictos límites constitucionales" a los recortes de la Renta Ciudadana. El Tribunal Constitucional Federal ha subrayado en varias sentencias que el nivel mínimo de subsistencia garantizado por la renta ciudadana no puede reducirse a voluntad. A más largo plazo, probablemente se tratará más bien de aumentar los llamados incentivos laborales del sistema para que trabajen más personas que perciben la renta de ciudadanía. Se trata de una cuestión complicada: es poco probable que aporte una solución al agudo déficit presupuestario.
  • Prestación básica por hijos: Otra exigencia de la CDU/CSU es que no se introduzca la llamada prestación básica por hijos. El proyecto de la ministra de Familia, Lisa Paus (Verdes), pretende reducir el número de niños que viven en la pobreza y simplificar la solicitud de prestaciones para las familias. Sin embargo, la supresión de la prestación básica por hijo a cargo sólo podría suponer una pequeña contribución al presupuesto de 2024: el ministerio ha destinado 71 millones (no mil millones) de euros a preparar la reforma, que no entrará en vigor hasta 2025. En el primer año 2025, Paus prevé entonces unos costes de 2.400 millones de euros. Truger, economista, advierte contra la no introducción del seguro básico infantil: "Es una cuestión muy importante para limitar la pobreza infantil", dice el científico de la Universidad de Duisburg-Essen. Por supuesto, el objetivo debe ser encontrar el "diseño más eficiente posible". En las últimas semanas, los estados federados y las asociaciones han criticado masivamente la prestación básica por hijo a cargo. Entre otras cosas, se han quejado de la carga burocrática que supondría el hecho de que las cajas del seguro familiar vayan a convertirse en un nuevo servicio familiar.
  • Pensión para madres: En la campaña electoral de 2013, la CDU/CSU hizo campaña con la "pensión para madres" y aplicó este proyecto en el Gobierno con el SPD. Desde entonces, los periodos de crianza se reconocen mejor en las pensiones, también para los padres de niños nacidos antes de 1992. En la situación actual, esta prestación "no debería estar grabada en piedra", dijo el ministro de Finanzas de los Verdes de Baden-Württemberg, Danyal Bayaz. Sin embargo, el economista Pimpertz, del IW, no ve aquí un margen de maniobra significativo para el presupuesto de 2024: "No se pueden reducir sin más los derechos una vez concedidos. Como mucho, podría reducirse la pensión de maternidad para los nuevos pensionistas". En el próximo año, esto "no supondrá una gran proporción" que pueda contribuir significativamente a reducir el déficit presupuestario. El economista Truger advierte contra tal medida en general: "La pensión maternal actúa contra la pobreza en la vejez", dice Truger. Las mujeres con rentas bajas se verían especialmente afectadas por una reducción o anulación de la "pensión maternal". "Esto aumentaría la tasa de riesgo de pobreza y empujaría a más personas a las ayudas básicas a la renta", dice el economista. Lo que a su vez aumentaría el gasto del Estado en prestaciones básicas.
  • Jubilación a los 63 años: Veronika Grimm, colega de Truger en el Consejo de Expertos Económicos, se imagina poniendo a debate la edad de jubilación a los 63 años, un antiguo proyecto favorito del SPD y de su ex ministra de Trabajo Andrea Nahles. En el pasado ya hubo voces de economistas que pedían la supresión de la pensión completa tras 45 años de cotización, aunque sólo fuera porque el sistema de pensiones se vería cada vez más lastrado por el cambio demográfico. Para ello ni siquiera hace falta una crisis presupuestaria aguda. Pimpertz también ve aquí un "cierto potencial de ahorro". Sin embargo, esto es más bien a "medio plazo" y no para 2024. "En vista de la situación de la mano de obra cualificada, en general nos conviene aumentar la vida laboral", dice Pimpertz. "Esto no sólo alivia la carga de los fondos de pensiones, sino que también da más oportunidades a las empresas".

A diferencia del economista Pimpertz, que ve al menos un margen de maniobra limitado en el gasto social, el economista Truger opina que recortar el gasto social no es la forma correcta de financiar las inversiones en el futuro. Para eso estaban previstos los gastos del "Fondo para el Clima y la Transformación", ahora declarado inconstitucional. Según Truger, ahora hay que centrarse en reformar el freno de la deuda o, alternativamente, anclar en la Ley Fundamental una especie de "fondo especial para el clima", como el que el Gobierno alemán ha creado para el Bundeswehr con el apoyo de la CDU/CSU.

Si el objetivo es ahorrar o aumentar los ingresos, Truger -al igual que los Verdes- propone reducir las subvenciones perjudiciales para el clima. De hecho, el SPD, los Verdes y el FDP ya han estipulado en el acuerdo de coalición que quieren suprimirlas. El economista también considera concebible un "soli climático", que podría situarse al nivel de la actual sobretasa de solidaridad para financiar futuras inversiones.

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Fuente: www.stern.de

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