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Según una investigación de Gallup, hablar de política en el lugar de trabajo puede tener ventajas y desventajas.

A pesar de las perspectivas políticas variadas, la intensidad de las emociones hacia las elecciones presidenciales y los temas importantes en las urnas este otoño es difícil de pasar por alto. Además, los événements globales también han provocado reacciones significado a lo largo del espectro...

Según una investigación de Gallup, hablar de política en el lugar de trabajo puede tener ventajas y desventajas.

Trabajar no necesariamente significa escapar del caos político.

Recientemente, Gallup publicó una encuesta que reveló que aproximadamente el 45% de los empleados de EE. UU. discutieron temas políticos con sus compañeros de trabajo en febrero, mientras que el 38% simplemente los escuchó.

La encuesta también señaló que los trabajadores en sectores predominantemente poblados por empleados conservadores (60%) estaban más inclinados a participar en conversaciones políticas que aquellos en industrias con una tendencia liberal (48%). Además, los hombres se encontraron más propensos a participar en estas discusiones que las mujeres.

Sin embargo, no todos se sintieron cómodos con estas discusiones políticas. El 12% admitió sentirse incómodo, y el 3% afirmó que se les trató injustamente por expresar sus opiniones. Por otro lado, el 14% sintió que estas conversaciones fortalecieron su sentido de pertenencia, mientras que el 11% informó haber desarrollado una relación más cercana con sus colegas debido a estas discusiones.

Los empleados comprometidos eran menos propensos a reportar sentirse incómodos, lo que sugiere que el compromiso del empleado podría actuar como una barrera contra la incomodidad durante las discusiones políticas. Gallup propuso que esto podría llevar a los empleados a ver las opiniones opuestas de sus colegas de manera más favorable, incluso si no están de acuerdo.

Aunque la encuesta no se adentró en los niveles de comodidad del 38% que escuchó estas discusiones, Gallup sugirió que podría ser mixto, haciendo referencia a un estudio publicado anteriormente en la revista Journal of Applied Psychology. Este estudio sugirió que escuchar conversaciones políticas podría tanto obstaculizar el progreso hacia los objetivos como reducir la satisfacción laboral para los empleados que perciben tener opiniones divergentes, mientras que proporcionaría una perspectiva más positiva para aquellos que están de acuerdo con lo que escuchan.

Dado la intensidad de las emociones que rodean various temas en esta temporada electoral, los expertos en el lugar de trabajo aconsejan a los líderes y empleados abordar estas discusiones con precaución para evitar que estas discusiones perturben la unidad del equipo.

Esto incluye que los líderes establezcan pautas claras para estos intercambios, sugirió Christy Pruitt-Haynes, jefa global de la práctica de talento en el Instituto de NeuroLiderazgo. Por ejemplo, los líderes podrían decir: "Todos tienen derecho a sus opiniones, pero no toleraremos ataques personales, verbales o físicos; tampoco toleraremos hablar abajo de alguien si su opinión es diferente".

De manera similar, cualquier ejecutivo que implemente estas fronteras también debería adherirse a ellas. Es aconsejable que los líderes del sector privado eviten expresar sus opiniones sobre temas controvertidos, argumentó la consultora de RR.

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