Por qué el DAX corre hacia máximos históricos
Los precios suben con fuerza en los mercados bursátiles. A la cabeza: el principal índice alemán. El DAX ha registrado ganancias de dos dígitos desde octubre y ahora se acerca a su récord anterior. ¿Qué está ocurriendo?
El principal índice alemán va camino de superar el máximo histórico que alcanzó en verano. El DAX sólo está a unos 300 puntos, o algo menos del 1%, del récord de 16.529 puntos alcanzado en julio. Desde su mínimo de octubre, el índice ha ganado la friolera de un doce por ciento, incluido un nueve y medio por ciento en noviembre. Los mercados bursátiles estadounidenses también están subiendo con fuerza, en particular el índice tecnológico Nasdaq.
Hay una apuesta detrás de las subidas de los precios: cada vez más inversores apuestan por que las subidas de los tipos de interés por parte de los bancos centrales han llegado a su fin, y que incluso los tipos de interés volverán a bajar dentro de unos meses. Con el fin de controlar la elevada inflación, tanto el Banco Central Europeo (BCE) como la Reserva Federal de EE.UU. pusieron fin el año pasado a su política de tipos de interés cero, aplicada durante años, y subieron fuertemente los tipos de interés oficiales.
El mecanismo subyacente: Los tipos de interés más altos encarecen los préstamos y frenan tanto el consumo como la inversión, lo que tiende a amortiguar los precios. Sin embargo, las subidas de los tipos de interés tardan en surtir pleno efecto. La regla general es un periodo de entre 12 y 18 meses.
Los bancos centrales se han tomado un descanso desde octubre y no han vuelto a subir los tipos de interés. Mientras tanto, parece que la inflación vuelve a estar bajo control a ambos lados del Atlántico y bajará incluso sin nuevas subidas de los tipos de interés.
La inflación pierde el terror
En la eurozona, la inflación general cayó al 2,4% en noviembre, con lo que se acerca aún más al objetivo del 2% en el que el banco central considera alcanzada la estabilidad de precios. En Estados Unidos, la tasa de inflación es del 3,2%, lo que también supone una fuerte caída desde los niveles récord del verano pasado. Tendencia: más a la baja.
Al mismo tiempo, la economía europea se debilita y la actividad económica en EE.UU. también disminuye, según el informe económico de la Reserva Federal. Esto sugiere que los bancos centrales recortarán pronto los tipos de interés.
La renta variable suele beneficiarse de las perspectivas de bajada de los tipos de interés. Por un lado, tienden a impulsar la economía y, por tanto, permiten mayores beneficios para las empresas. Además, unos tipos de interés más bajos hacen que las acciones sean más atractivas que las inversiones que pagan intereses. Hay otra razón para ello, sobre todo en el caso de las acciones tecnológicas: Debido a unos pasivos a veces muy elevados y a unas inversiones caras, la caída de los tipos de interés supone un alivio considerable para el sector. En este contexto, el DAX, fuerte exportador, y el Nasdaq, fuerte tecnológico, son algunos de los índices que han registrado ganancias especialmente fuertes recientemente.
El BCE se mantiene firme en su línea de comunicación de que no se prevén recortes de los tipos de interés. Los últimos datos de inflación son "buenas noticias" y una "sorpresa positiva", según declaró recientemente el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos. Sin embargo, a pesar de la fuerte disminución de la presión inflacionista, aún no hay motivos para dar la señal de alarma. El jefe del Bundesbank, Joachim Nagel, a quien le gusta utilizar la imagen de la "bestia codiciosa de la inflación", ha advertido en repetidas ocasiones del peligro de proclamar prematuramente la victoria sobre la inflación. Sería prematuro bajar pronto los tipos de interés o incluso especular con tales medidas.
"Buenos argumentos a favor de la relajación"
No obstante, los mercados financieros esperan cada vez más que el BCE inicie un giro en los tipos de interés en abril del año que viene. Para EE.UU. se espera actualmente una fecha más tardía. El Deutsche Bank, por ejemplo, parte de la base de que la Fed recortará los tipos de interés en junio.
Los banqueros centrales de EE.UU. ya están preparando cautelosamente a los mercados para esta posibilidad. El director de la Fed, Christopher Waller, declaró la semana pasada que existen buenos argumentos para plantearse una flexibilización si la inflación sigue cayendo durante varios meses. "Si un alto funcionario del banco central como Waller suena así después de una subida tan fuerte de los precios de las acciones y los bonos como la de noviembre, entonces esta debe ser ahora la línea oficial dentro de la Reserva Federal de EE.UU.", afirma Jochen Stanzl, analista jefe de mercados de CMC Markets.
"Sin embargo, la economía también tendrá que confirmar si continúa el optimismo imperante sobre los tipos de interés", afirma Commerzbank. Por lo tanto, los datos económicos que se publicarán esta semana podrían proporcionar una indicación de la futura política de tipos de interés de EE.UU.. La atención se centrará principalmente en las cifras del mercado laboral del proveedor privado de servicios ADP, el miércoles, y en el informe oficial del mercado laboral estadounidense, el viernes.
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Fuente: www.ntv.de