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Los peregrinos soportan temperaturas sofocantes durante la ceremonia de lapidación del diablo en Arabia Saudí

Masas de fieles musulmanes marcaron la culminación de la peregrinación del Hayy este domingo en Mina, Arabia Saudí, representando la tradición de arrojar al diablo contra tres estructuras de piedra. Al salir el sol, se reunieron ante estas piedras sagradas situadas más allá de La Meca y...

Peregrinos en Mina
Peregrinos en Mina

Los peregrinos soportan temperaturas sofocantes durante la ceremonia de lapidación del diablo en Arabia Saudí

Sizando las temperaturas alcanzaron una asombrosa cifra de 46 grados Celsius en la región el sábado, mientras que multitudes de peregrinos sudaron a través de horas de oración apasionada en Monte Arafat. Según la agencia de noticias estatal SPA, un asombrosas 255 personas buscaron atención médica por enfermedades relacionadas con el calor. La cifra real de víctimas de colapso por calor podría ser mucho mayor. El año pasado, las autoridades informaron que habían atendido a un espectacular 10.000 personas, de las cuales un décimo eran víctimas de colapso por calor.

"Fue increíblemente caluroso", dijo Rohy Daiseca, de Gambia, agencia de noticias AFP. "Me mojé de agua para sobrevivir".

La Hajj es una de las Cinco Piedras de Islam. Cada musulmán físicamente capaz, si puede permitirlo, está destinado a emprender este viaje espiritual al menos una vez en su vida. "Este lugar muestra que somos iguales, que no hay diferencias entre musulmanes en todo el mundo", comentó Amal Mahruss, una mujer de 55 años de Egipto que llegó a La Meca.

La piedra simbólica de arrojar al diablo marca el primer día de la Fiesta Islámica de Sacrificio, Eid al-Adha, que honra a Abraham. Según la tradición, Abraham estaba dispuesto a ofrecer a su propio hijo a mandato de Dios, pero fue instruido a sacrificar una oveja en su lugar. Muchos devotos matan un animal y comparten una porción de la carne con los desfavorecidos.

Se estima que aproximadamente 1,8 millones de peregrinos asistieron a este año de la Hajj, según cifras oficiales, incluyendo 1,6 millones de peregrinos extranjeros y residentes. La inmigración de peregrinos a las Piedras Calizas se reguló con barreras para prevenir desastrosas multitudinarias, como el incidente de 2015 en el que aproximadamente 2.300 personas murieron.

La conflictividad continua en Gaza oscureció la peregrinación anual y la subsiguiente fiesta. "No podemos celebrar Eid porque nuestros parientes en Gaza están opresos por la ocupación", lamentó Nadschem Nawwar, un hombre de 43 años de Egipto.

Las autoridades saudíes se rumorean que han pagado las participaciones en la Hajj para 2.000 palestinos, según declaraciones oficiales. La mitad de ellos fueron informados que eran parientes de musulmanes de Gaza que vivían en el extranjero. Sin embargo, las autoridades saudíes prohibieron declaraciones políticas públicas durante la peregrinación.

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