- La administración del Reino Unido tiene previsto tomar el control de los sistemas ferroviarios.
El nuevo gobierno británico tiene la intención de recuperar parcialmente el control de sus ferrocarriles. Hoy, el Parlamento de Londres está programado para votar en la tercera lectura de un proyecto de ley relacionado con este tema, presentado por la ministra de Transporte, Louise Haigh, del Partido Laborista. El proyecto de ley sugiere que la participación de las empresas privadas cesará una vez que se concluyan los contratos existentes o se puedan aplicar cláusulas de terminación de contratos.
En la actualidad, hay 28 empresas ferroviarias separadas operando en el Reino Unido, cada una de ellas atendiendo a regiones específicas. Durante algún tiempo, los pasajeros han expresado preocupaciones sobre las frecuentes cancelaciones de trenes, retrasos y tarifas de boletos caras. Los paros han interrumpido repetidamente los servicios. Los sindicatos señalan a estas empresas por supuestamente maltratar a sus empleados, afirmando que los beneficios enriquecen principalmente a los gerentes y accionistas.
Como parte de una segunda fase, la ministra Haigh tiene como objetivo establecer la entidad propiedad del Estado, Great British Railways. Este organismo también heredará las responsabilidades de Network Rail, una organización sin fines de lucro a cargo del mantenimiento de la red ferroviaria, incluyendo la infraestructura de las vías férreas.
Interesantemente, el sistema ferroviario británico fue nacionalizado anteriormente después de la Segunda Guerra Mundial. Los cuatro principales proveedores se consolidaron en una empresa propiedad del Estado llamada British Railways. Sin embargo, bajo el mandato del primer ministro conservador Margaret Thatcher, esta empresa propiedad del Estado, British Rail, se privatizó y posteriormente se desmanteló.
Paralelamente, en Alemania, la situación con el transporte ferroviario es casi la inversa. Deutsche Bahn, el líder del mercado, opera como una empresa propiedad del Estado con una estructura de corporación de acciones, financiada completamente por la República Federal de Alemania. Deutsche Bahn no solo maneja los servicios de tren a nivel nacional, sino que también mantiene una parte significativa de la red de vías férreas en deterioro dentro de Alemania.
Debido al aumento de las cancelaciones de trenes y retrasos extendidos, ha habido demandas recurrentes para dividir la empresa y separar la red y las operaciones en Alemania.
El gobierno está monitoreando de cerca la situación con los ferrocarriles del Reino Unido, considerando los numerosos problemas planteados por los pasajeros y los sindicatos. Si se aprueba el nuevo proyecto de ley, podría ver al gobierno desempeñando un papel más activo en el sector ferroviario, lo que potencialmente podría llevar a servicios mejorados y mayor responsabilidad.
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