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Krispy Kreme llega a Francia. Los parisinos no se cansan

En una ciudad rebosante de panaderías y pastelerías artesanales, ha aterrizado un extraterrestre rojo, blanco y verde. Se llama Krispy Kreme.

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Krispy Kreme llega a Francia. Los parisinos no se cansan

Incluso antes de que la cadena estadounidense de rosquillas abriera las puertas de su primera tienda en Francia, en el centro de París, a las 8 de la mañana del miércoles, unos 400 clientes habían hecho cola en la acera de fuera, dijo a CNN Alexandre Maizoué, director general de Krispy Kreme(DNUT) Francia.

Un puñado de clientes, ansiosos por hacerse con las icónicas cajas de masa frita glaseada que han aparecido en decenas de películas y series de televisión estadounidenses, empezaron a hacer cola a las 10 de la noche del martes, según Maizoué. Los 10 primeros de la cola ganaron un año de donuts gratis.

"La apertura fue una locura", dijo Maizoué. A la hora de cierre de esa misma tarde, "la gente golpeaba las ventanas, rogándonos que abriéramos la puerta".

"Vivimos algo extraordinario en el verdadero sentido de la palabra".

La gente hace cola para comprar donuts en el recién inaugurado Krispy Kreme de Châtelet-Les Halles, París, el 7 de diciembre.

Krispy Kreme tiene previsto abrir 500 "puntos de acceso" en toda Francia en los próximos 12 meses, incluyendo más tiendas, quioscos más pequeños y máquinas expendedoras en supermercados.

La inauguración del miércoles fue la culminación de una intensa campaña de marketing.

El equipo de Maizoué repartió 100.000 donuts gratuitos en las dos semanas previas a la apertura de la tienda, y los parisinos hicieron colas de hasta un kilómetro y medio de longitud en los 10 puntos de venta repartidos por la ciudad.

Sin embargo, la enérgica campaña ha provocado la ira del gobierno municipal. El teniente de alcalde Emmanuel Grégoire dijo en un post en X el mes pasado que los fly-posters de Krispy Kreme estaban "ensuciando las calles".

Grégoire calificó la práctica de pegar carteles en propiedades sin permiso de su dueño de "ilegal, contaminante y costosa para la comunidad".

El "poder" de la cultura pop

Krispy Kreme ha tenido una conexión francesa desde sus inicios. En 1937, el fundador de la empresa compró la receta de su donut original a un chef francés de Nueva Orleans (Luisiana).

La empresa tampoco es el primer gigante estadounidense de la alimentación que recibe una calurosa acogida en Francia, un país más famoso por su alta cocina, su baguette diaria y su pastelería delicadamente elaborada que por su predilección por la comida rápida.

McDonald's(MCD) tiene más restaurantes en Francia que en ninguna otra parte de Europa.

Popeyes, un competidor, está avanzando. La cadena de pollo frito de Luisiana inauguró su primer establecimiento en Francia en febrero, en el norte de París, y tiene previsto abrir cientos más en todo el país en los próximos años.

Trabajadores de Krispy Kreme preparan donuts en la primera tienda de la firma en Francia, el 4 de diciembre.

Los tiempos han cambiado, según Maizoué. El éxito de la primera tienda Krispy Kreme en Francia es emblemático del "poder de la cultura pop estadounidense", afirma.

"Creo que hoy en día es sobre todo la gente más joven la que se deja seducir (por la cultura estadounidense) -la generación Netflix-, cautivada por los programas estadounidenses en los que se ven cajas de donuts (de Krispy Kreme)", afirmó.

Dominique Anract, presidente de la Confederación Nacional de Panaderías Francesas, que representa a las 33.000 panaderías artesanales del país, afirma que hay sitio para un nuevo competidor en el "enorme" mercado que representa París.

"No estoy preocupado porque en París tenemos 1.100 panaderías", explica a la CNN, añadiendo que se benefician de la venta de una amplia gama de productos, desde pasteles y postres hasta ensaladas y sándwiches.

"No vamos a comer donuts todos los días".

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Fuente: edition.cnn.com

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