Gas de Qatar: energía de un socio dudoso
Era una visita que pretendía ayudar a Alemania en su crisis energética ante un inminente invierno frío: El Canciller Federal Olaf Scholz (SPD) en Doha, codo con codo con el Emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani. Pocos días después de la visita, en septiembre de 2022, se firmó el acuerdo según el cual Qatar suministrará a Alemania grandes cantidades de gas natural licuado a partir de 2026. Scholz se mostró "muy satisfecho" y habló de un "importante bloque de construcción" para el suministro energético de Alemania. El Ministro de Economía, Robert Habeck (Verdes), calificó de "super" el plazo de 15 años.
Un año después, siguen las críticas. La economista del clima Claudia Kemfert dijo entonces que el acuerdo a largo plazo era "muy problemático" en cuanto a los objetivos de protección del clima. El portavoz de política energética del FDP, Michael Kruse, criticó a Alemania por hacerse "dependiente de países que no comparten nuestros valores", en referencia a las continuas críticas a Qatar por su historial en materia de derechos humanos. La activista climática Luisa Neubauer criticó que el acuerdo "obstruiría sistemáticamente" una rápida transición energética.
Qatar viola los derechos humanos
Tras el inicio de la guerra en Ucrania, los suministros de gas procedentes de Rusia primero disminuyeron y luego cesaron por completo. Alemania intenta colmar estas lagunas, entre otras cosas, con gas natural licuado (GNL), para lo que se han construido y se están construyendo varias terminales en los mares del Norte y Báltico. La atención se centró rápidamente en el rico emirato de Qatar, uno de los mayores exportadores de GNL. El país posee las terceras mayores reservas de gas del mundo después de Rusia e Irán.
Sin embargo, el pequeño Estado del Golfo sigue siendo un socio cuestionable. Los activistas de derechos humanos han criticado en repetidas ocasiones los malos tratos a los trabajadores inmigrantes, como el trabajo forzado y la explotación. Un año después del Mundial de Fútbol, que situó al país en el punto de mira mundial, los avances se han estancado en su mayor parte, según criticó recientemente Amnistía Internacional. Políticamente, el poder reside casi exclusivamente en el Emir, los partidos políticos están prohibidos y las elecciones son prácticamente inexistentes.
Garantía de precios bajos del gas
La guerra en la Franja de Gaza ha hecho aún más problemático el acuerdo. Qatar está considerado uno de los principales apoyos financieros del grupo islamista Hamás, que quiere destruir el Estado de Israel y que el 7 de octubre perpetró terribles matanzas en Israel y secuestró a unas 240 personas. En octubre, el canciller Scholz se defendió de las críticas por haber recibido al emir de Qatar en Berlín para mantener conversaciones sobre la guerra de Gaza: "Sería irresponsable no utilizar todos los contactos que puedan ayudar en esta dramática situación".
El gobierno alemán sigue comprometido con el acuerdo. Qatar es uno de los varios países con los que el gobierno alemán mantiene un estrecho diálogo en sus esfuerzos por ampliar el suministro energético, según anunció el Ministerio de Economía. Se trata de gas natural licuado, pero en el futuro también del suministro de hidrógeno "verde", es decir, respetuoso con el clima. Otros interlocutores son Noruega, Canadá, Estados Unidos y otros países de Oriente Medio y el Norte de África.
Se espera que los suministros de GNL alcancen los dos millones de toneladas anuales, lo que equivale aproximadamente al tres por ciento de la demanda anual de Alemania, según la asociación del sector Zukunft Gas. La empresa estadounidense Conoco Phillips comprará el gas y lo suministrará a Brunsbüttel. La empresa estatal qatarí Qatar Energy promueve el GNL como fuente de energía más limpia y parte importante de la solución para la transición energética.
La industria del gas afirma que acuerdos como el de Qatar también son importantes para los bajos precios del gas. "Mientras nuestra red eléctrica no se base completamente en energías renovables, la energía y, por tanto, los precios de la electricidad seguirán estrechamente ligados al precio del gas", afirma Timm Kehler, director general de la asociación del sector Zukunft Gas. Por tanto, unos precios del gas favorables son también un pilar importante para unos precios de la electricidad favorables. "Además de la expansión de las energías renovables, los contratos a largo plazo en el sector del GNL son, por tanto, necesarios para asegurar unos precios del gas favorables y garantizar así unos precios de la electricidad asequibles."
Fuente: www.dpa.com