En una cosa pueden estar de acuerdo demócratas y republicanos: El alquiler es demasiado alto
Una nueva encuesta de Pew Charitable Trusts muestra una amplia aprobación pública de varias iniciativas políticas que facilitarían la construcción de nuevas viviendas, especialmente apartamentos.
El sondeo se produce en medio de una grave escasez de viviendas, una coalición de líderes populares YIMBY (Yes in My Backyard) y esfuerzos bipartidistas de reforma de la política de vivienda desde Utah a Vermont.
"Los resultados reflejan la amplia preocupación de los estadounidenses por los costos de la vivienda", dijeron los investigadores de Pew Charitable Trusts en un informe.
El precio medio de venta de una vivienda en 2022 fue de 386.300 dólares, un 10,2% más que en 2021 y el más alto registrado, y la construcción de viviendas no ha podido seguir el ritmo de la demanda. En el mercado inmobiliario estadounidense faltan unos 6,5 millones de viviendas. Los alquileres alcanzaron máximos históricos el año pasado, llegando a los 2.054 dólares, según Redfin.
La encuesta de Pew encontró un fuerte apoyo a políticas tales como la legalización de unidades de vivienda accesorias, comúnmente conocidas como pisos de abuelita, en zonas unifamiliares; la legalización de dúplex, tríplex y cuádruplex; reformas para crear viviendas asequibles cerca de los principales medios de transporte; y la simplificación del proceso de permisos de vivienda.
Los esfuerzos para agilizar los procesos de concesión de permisos obtuvieron el apoyo más amplio, con un 86%, mientras que en el extremo inferior, el 49% aprobó las ideas de permitir que las parcelas más pequeñas y las viviendas se construyan más cerca unas de otras.
Los límites del apoyo
Según Pew, el apoyo a las políticas que permiten construir más viviendas trasciende los límites de partido, región, raza, ingresos y sexo. Las ocho propuestas más populares recibieron el apoyo mayoritario de republicanos, demócratas e independientes. Nueve de las 10 medidas políticas encuestadas recibieron el apoyo mayoritario tanto de inquilinos como de propietarios.
En algunos casos, republicanos y demócratas dieron prioridad a la reforma de la vivienda por motivos diferentes. Más republicanos que demócratas señalaron la reducción de las normativas de propiedad como una razón excelente o buena para las reformas de la vivienda, mientras que más demócratas que republicanos eligieron la reducción de la segregación racial como una razón excelente o buena.
El sondeo, realizado en septiembre entre una muestra de 5.000 adultos estadounidenses, es uno de los más amplios realizados hasta la fecha sobre cuestiones de vivienda.
Y hay pruebas que sugieren que las políticas favorables a la vivienda están logrando los efectos previstos, frenando el cohete de los precios de la vivienda.
Según un estudio realizado este año por Pew Charitable Trusts, en Minneapolis, Portland (Oregón), New Rochelle (Nueva York) y Tysons Corner (Virginia), las nuevas normas urbanísticas que permiten construir más viviendas han contribuido a frenar el crecimiento de los alquileres. Los pueblos y ciudades de las mismas áreas metropolitanas que no reformaron las leyes de zonificación experimentaron en general un crecimiento más rápido de los alquileres. Mientras que los alquileres en todo el país crecieron un 31% entre 2017 y 2023, los alquileres en esas cuatro ciudades crecieron todos por debajo del 5%, según el estudio.
A pesar de las encuestas favorables sobre las reformas de vivienda, la oposición política local al desarrollo de nuevas viviendas en vecindarios unifamiliares a menudo puede seguir siendo fuerte. La gente tiende a apoyar la construcción de más viviendas en general, siempre y cuando no sea al lado de su casa.
"Uno de los aspectos más delicados de la política de vivienda es que muchos estadounidenses creen sinceramente que su ciudad necesita más viviendas, pero no están entusiasmados con la construcción de viviendas en su calle", afirma Salim Furth, investigador principal y director del proyecto Urbanity del Mercatus Center de la Universidad George Mason. "Un reto para los reformadores es resolver esta incoherencia".
Por ejemplo, Connecticut, Arizona y Nueva York han intentado introducir cambios en la zonificación, pero sus esfuerzos se han estancado en medio de las protestas. Un legislador neoyorquino advirtió de un "levantamiento suburbano" si salía adelante el plan de la gobernadora Kathy Hochul de construir 800.000 nuevas viviendas en una década. El plan incluía cambios en las leyes de zonificación de los suburbios cercanos a estaciones de ferrocarril.
Reforma de la zonificación
Pueblos, ciudades y estados liderados tanto por republicanos como por demócratas están flexibilizando las leyes de zonificación y reformando otras políticas en respuesta a la crisis inmobiliaria.
Aproximadamente el 75% del suelo urbanizable de las ciudades estadounidenses se destina a viviendas unifamiliares.
En algunos suburbios, las leyes de zonificación prohíben la construcción de apartamentos en casi todas las zonas residenciales. Algunos municipios también han aumentado el tamaño mínimo de las parcelas y han añadido requisitos de altura. Esto ha tenido el efecto de fomentar viviendas unifamiliares cada vez más grandes y limitar las opciones de vivienda, como las casas más pequeñas.
En los últimos años, Minneapolis, Arlington, Gainesville, Charlotte, Walla Walla, Washington y otras ciudades han reformado las leyes de zonificación unifamiliar en respuesta a la crisis inmobiliaria. Oregón, California, Washington, Montana y Maine han acabado con ellas en todo el estado.
Según un informe de agosto del Mercatus Center de la Universidad George Mason, este año se han presentado más de 200 proyectos de ley de vivienda en al menos 23 estados.
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Fuente: edition.cnn.com
