El reciclaje de palmeras podría reducir las emisiones de metano y crear una alternativa ecológica al contrachapado
La construcción de edificios y la fabricación y el transporte de materiales representan alrededor del 11% de todas las emisiones mundiales de carbono, según el World Green Building Council. Ahora, la empresa Desert Board, con sede en Abu Dhabi, dice haber encontrado una forma de reducir esas emisiones utilizando residuos de palmeras datileras.
Se calcula que Emiratos Árabes Unidos tiene 40 millones de palmeras datileras y es el quinto productor mundial de dátiles. Pero cuando se cortan las hojas de las palmeras datileras se convierten en un problema, según Kamal Farah, director de Desert Board.
"Cuando se desechan, tardan décadas en descomponerse, ocupando un enorme espacio de tierra y liberando metano a la atmósfera. Si no se desechan, se queman, lo que libera CO2 (dióxido de carbono)", declaró a la CNN.
Desert Board utiliza los residuos de las palmeras sobrantes de la poda para crear un material de construcción llamado Palm Strand Board (PSB), que puede sustituir al contrachapado en muebles, suelos, paredes, puertas y estanterías.
"Se trata de aprovechar residuos naturales y convertirlos en un producto con valor y utilidad", explica Farah.
Farah afirma que el PSB es reciclable y tan duradero como el tablero normal, y añade que es "resistente al fuego, las termitas y la humedad" y, a diferencia de gran parte del contrachapado, no contiene formaldehído, que es un conocido carcinógeno.
Desert Board fabricó su primer PSB hace dos años y ahora lo vende en los EAU y en países como Arabia Saudí, Bahréin e India. Farah afirma que la empresa produce suficiente PSB para cubrir dos campos de fútbol y medio al día, y como se fabrica a partir de palmeras, que capturaron dióxido de carbono mientras estaban vivas, cada tonelada de PSB utilizada equivale a capturar 400 kilogramos de carbono.
Diversificación
Farah afirma que su empresa es la única del mundo que utiliza residuos de palma de esta manera, y que al hacer que Abu Dhabi dependa menos de materiales importados, Desert Board se alinea con la estrategia industrial más amplia del emirato.
Abu Dhabi es el sexto emirato del mundo en reservas de petróleo, con unos 100.000 millones de barriles, y su economía ha dependido durante mucho tiempo de los combustibles fósiles. La cumbre climática COP 28 de esta semana ha puesto el foco en el sector, con la conferencia presidida por Sultan Al Jaber, que además de ser el enviado de los EAU para el clima y jefe de su empresa de energías renovables, dirige la empresa estatal Abu Dhabi National Oil Company (ADNOC). A principios de esta semana, Al Jaber tuvo que aclarar sus comentarios sobre el futuro de los combustibles fósiles.
Pero el emirato afirma que está tratando de diversificarse para alejarse del petróleo y, en 2022, Abu Dhabi anunció una ambiciosa estrategia industrial para impulsar su economía duplicando el tamaño de su sector manufacturero para 2031, creando más de 13.000 puestos de trabajo y aumentando las exportaciones no petroleras en casi un 150%.
Omar Ahmed Al Suwaidi, subsecretario del Ministerio de Industria y Tecnología Avanzada de EAU, afirma que una parte importante de la estrategia implica desarrollar "cadenas de suministro locales y crear más valor a partir de nuestras industrias", además de ser sostenible.
"No va a ser fácil. Va a ser una oportunidad... un reto", declaró Suwadi a la CNN. "Tenemos mucha experiencia en industrias pesadas como la metalúrgica, la química o la petroquímica, y uno de nuestros focos clave es intentar [hacer] que estas industrias sean más ecológicas".
Paul Hampton, director de la Escuela de Arquitectura y Medio Ambiente Construido de la Universidad de Wolverhampton, en el Reino Unido, afirma que el tablero de residuos de palma es "un paso significativo hacia el uso y la integración de principios ecológicos, utilizando materiales sostenibles reutilizables".
Pero para llegar a un mercado más amplio requeriría "una comprensión adicional en torno a la escalabilidad, la aplicación y la operabilidad con los productos existentes", dijo. La entrada en el mercado europeo podría requerir una certificación local en torno a la seguridad contra incendios, "y cómo reaccionaría la durabilidad del producto durante un clima más intercambiable".
Hampton añade que, aunque su uso en el mercado de la vivienda en general necesitaría garantías sobre la idoneidad del producto, "hay un margen significativo dentro de ciertas aplicaciones".
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Fuente: edition.cnn.com
