El huevo y la gallina: planes para la red alemana de hidrógeno
Se han depositado grandes esperanzas en el hidrógeno. Al fin y al cabo, si se utiliza electricidad verde en su producción, es muy respetuoso con el clima. Sin embargo, la infraestructura para el transporte de hidrógeno sigue siendo insuficiente. Esto va a cambiar, y el Ministro Federal de Economía, Robert Habeck (Verdes), junto con un representante de las empresas alemanas de transporte de gas, presentó el martes en Berlín los detalles de cómo hacerlo.
"Ahora tenemos que construir una red para una fuente de energía que todavía no existe", dijo Habeck al describir la situación. O en palabras de Thomas Gößmann, Director General de FNB Gas, la asociación de empresas suprarregionales de transporte de gas: "Estamos haciendo anticipos para resolver el problema del huevo y la gallina".
¿En qué consiste la red central de hidrógeno?
La red central comprenderá los gasoductos más importantes de la futura infraestructura de transporte e importación de hidrógeno, un total de 9700 kilómetros de gasoductos. Habeck lo comparó con las autopistas de la red de carreteras. La capacidad de alimentación debería ser de 270 teravatios hora. Para el año 2030 se espera actualmente una demanda de 95 a 130 teravatios hora, dijo Habeck. "Eso significa que estamos planificando el futuro". La Asociación de Servicios Públicos Locales (VKU) lo calificó de previsor. Según Gößmann, el 60% de la red básica de hidrógeno se cubrirá mediante la conversión de los gasoductos existentes.
¿Quién pagará todo esto?
Los costes de inversión de 19.800 millones de euros de la red básica correrán a cargo del sector privado. Sin embargo, el Gobierno alemán interviene con una denominada cuenta de amortización. La idea es distribuir las tasas a lo largo de un periodo de tiempo más largo. Por ejemplo, las tarifas de red para los consumidores de hidrógeno se limitarán inicialmente para no poner en peligro la expansión del hidrógeno, deseada políticamente.
Sin embargo, dado que en los primeros años se espera que sólo unos pocos usuarios utilicen la red principal, seguirá existiendo una diferencia de costes, habida cuenta de los elevados costes de inversión. El Gobierno federal financiará esta diferencia con la cuenta de amortización. Si más adelante se conectan más usuarios a la red y pagan tasas, el dinero se recuperará. Si esto no ocurre en 2055, el Gobierno federal cubrirá en gran parte el déficit, pero los operadores de la red básica de hidrógeno cubrirán hasta el 24%. "Con este "desplazamiento de tarifas", los futuros usuarios compartirán por tanto los costes de creación de la red", explicó el Ministerio. El Consejo de Ministros decidirá este miércoles sobre la creación de la cuenta, según Habeck.
¿Y las líneas más pequeñas?
La planificación de las carreteras estatales, federales y de distrito de la red de hidrógeno, como las llamó Habeck, aún está por hacer. Esto comenzará este miércoles tras la necesaria decisión del gabinete federal, dijo Habeck.
La Asociación Alemana de Industrias de la Energía y el Agua (BDEW) explicó que era correcto empezar a planificar la red principal, pero señaló: "Para que Alemania, como emplazamiento industrial, sea climáticamente neutra y esté preparada para el futuro, deben crearse ahora urgentemente las condiciones marco para las líneas de conexión con el cliente (redes de distribución)". 1,8 millones de clientes potenciales de hidrógeno del sector industrial y comercial están conectados a la red de distribución de gas. No se llegaría a ellos sin servicios ramificados a pequeña escala.
¿Qué papel desempeñará el hidrógeno en el futuro?
El hidrógeno es una importante fuente de esperanza para la transición energética, que en el futuro debería contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la industria y otros sectores.
¿De dónde procederá el hidrógeno?
Según Habeck, Alemania producirá por sí misma entre el 30% y el 50% del hidrógeno que necesite a largo plazo e importará el resto. Esto se hará a través de gasoductos o en forma de amoníaco por barco. Habeck subraya que así Alemania dependerá menos de las importaciones que en el caso actual del petróleo, el gas y la hulla, de los que importa casi el 100%. Algunas de las futuras importaciones de hidrógeno procederán de Noruega, pero el Gobierno alemán también confía en países africanos como Nigeria, que reúnen mejores condiciones para la energía solar gracias a un mayor número de horas de sol.
¿Y ahora qué?
El Ministerio Federal de Economía trabaja actualmente "a toda máquina" en una ley de aceleración del hidrógeno, que debería ser aprobada por el gabinete antes de fin de año, según Habeck. Esto debería crear las condiciones para una "aceleración máxima", similar a las terminales flotantes de importación de gas licuado.
Fuente: www.dpa.com