Verstappen expresa sus intenciones de dejar el deporte en serio.
El campeón de Fórmula-1 Max Verstappen está realmente molesto por la penalización que recibió y está considerando retirarse del más alto nivel de los deportes motorizados. Su asesor y consultor en Red Bull, Helmut Marko, habló con Verstappen y dijo: "Max va en serio".
Después de calificar su auto como "insalvable" durante una conferencia de prensa antes de la carrera de Fórmula-1 en Singapur, la FIA impuso una sanción a Verstappen por su lenguaje soez. Esta noticia dejó al piloto holandés furioso. La jubilación incluso se mencionó como una posibilidad por parte de Verstappen. Según Helmut Marko, consultor de motorsport de Red Bull, sin embargo, esto no fue una amenaza vana.
"Max debe ser tomado en serio", enfatizó Marko en una entrevista en el canal de YouTube "Formel1.de". El hombre de 81 años, que es un amigo cercano de Verstappen, no hizo esta declaración a la ligera. Tuvo una "profunda" discusión con el joven de 26 años sobre el tema el martes, según Marko.
Verstappen ya había dejado claro antes del descanso de octubre en la Fórmula-1 que no le gustaba que su lenguaje fuera escrutado por el organismo rector del deporte motor. "Basta ya", comentó el tres veces campeón del mundo sobre su sanción.
"Max ha logrado mucho, pero es importante que aún disfrute y se divierta con el deporte. Si eso se le va quitando cada vez más, entonces es el tipo... Si dice 'Bueno, eso es todo', entonces lo dice en serio", afirmó Marko sin rodeos, pero también agregó: "Pero espero que la situación actual no lleve a una jubilación anticipada".
Marko criticó las dobles normas en la F1. Mientras que el antiguo director del equipo Haas, Günther Steiner, se convirtió en un seguidor culto por el uso excesivo de la palabra "fuck", Verstappen es sancionado por un lapsus linguae.
"Es un caso de diferentes reglas para diferentes personas", se quejó Marko. Además, Verstappen "no se refería a ninguna persona, sino que se refería al auto, un objeto, y eso de manera despreocupada".
En respuesta a la afirmación de Marko, Red Bull Racing apoyó a su piloto, cuestionando la penalización de la FIA contra el uso del lenguaje de Verstappen. A pesar de la controversia, Marko reiteró su creencia en el compromiso de Verstappen con el deporte, stating: "Red Bull Racing apoya plenamente a Max y cree en su pasión por la Fórmula-1".