Unos 1900 sirios han entrado en el país a través del programa estatal
Un programa estatal puesto en marcha hace diez años había permitido a 1883 personas procedentes de Siria reunirse de forma segura con sus familiares en Brandeburgo hasta finales de septiembre de este año. Así se desprende de las respuestas del Ministerio del Interior en Potsdam a las preguntas de la diputada del parlamento estatal Andrea Johlige (Partido de Izquierda). Esto significa que el número de personas que viajan desde el país en guerra civil para visitar a sus familiares es mucho mayor de lo que se sabía hasta ahora. A mediados de octubre, la comisaria de Integración del Estado federado, Doris Lemmermeier, había dado la cifra de 964, citando información del Ministerio.
El ministro del Interior, Michael Stübgen (CDU), quiere poner fin a finales de este año a la normativa estatal de admisión de refugiados procedentes de Siria, promulgada en 2013 y que permitía una reagrupación familiar simplificada. Un portavoz del ministerio explicó a mediados de octubre que las condiciones del programa, prorrogado y modificado varias veces, ya no podían aplicarse.
Según el Ministerio del Interior de Brandeburgo, a partir de este año, las autoridades locales están obligadas por el Ministerio Federal del Interior a demostrar en casos individuales que la huida de Siria no solo se debió a la guerra civil, sino también a una situación de emergencia actual. Demostrar esto es difícil o incluso imposible. Además, la mayoría de los familiares sirios de personas solventes que viven en Alemania no están tan necesitados de ayuda como para que exista una situación de penuria o angustia actual.
El Comisario de Integración, Lemmermeier, criticó duramente la interrupción prevista del programa a finales de año y habló de decisión unilateral. El programa había podido llevar a muchas personas de Siria de forma segura hasta sus familiares en Brandeburgo. Los ayuntamientos no habían incurrido en ningún coste y el gasto del Estado era asumible, dijo, pidiendo que el programa se prorrogara un año más.
Lemmermeier se mostró escéptico ante la posibilidad de convencer a Stübgen de que cambie de opinión. "Hay intentos de influir en el ministro y en otras personas a través de diversos canales", declaró a la Agencia Alemana de Prensa. "Pero no soy optimista".
Fuente: www.dpa.com