Entrevista emocional con el actor Sam Neill (76)
- Una pregunta durante una entrevista lo deja emocional
"Vaya, esa es una pregunta muy profunda", respondió Neill mientras una lágrima rodaba por su mejilla. "No estoy seguro de por qué esta pregunta me ha afectado tanto, pero así ha sido".
A sus 76 años, Neill reveló que sus padres pertenecían a una generación que había pasado por muchas dificultades. Habían vivido la Gran Depresión y su madre había perdido a su padre en la Primera Guerra Mundial. A pesar de estos desafíos, eran personas resistentes.
Una lección difícil pero valiosa
Neill compartió una historia de sus días de estudiante cuando descuidó sus estudios debido a su involvement en el teatro y sus poursuite amorosas. Cuando se acercaban los exámenes, se encontró en pánico y se confesó con su madre.
"Le dije, 'Creo que estoy teniendo un colapso y tengo exámenes en unas pocas semanas y no sé qué hacer'", recordó Neill. "Y ella solo me miró y dijo, 'Entonces, tendrás que ponerte juntos, ¿no?'".
Neill consideró esto como la mejor lección que aprendió de su madre. "A veces, simplemente tienes que ponerte juntos", dijo. "Es una lección difícil, pero es una lección valiosa".
Nacido en 1947 en Irlanda del Norte en una familia militar, el padre de Neill, Dermot, era un oficial del ejército de Nueva Zelanda de segunda generación, y su madre, Priscilla, era inglesa. La familia regresó a Nueva Zelanda en 1954.
Sam Neill habla sobre su lucha contra el cáncer
Neill también habló sobre su diagnóstico de cáncer de sangre y los desafiantes tratamientos de quimioterapia que tuvo que soportar. Primero compartió su diagnóstico en su memoir en marzo de 2023. Para lidiar con los efectos secundarios, Neill cambió de tratamientos con un chiste ligero, "No quería parecer un pulgar calvo, así que cambié de tratamientos", dijo. "Por un tiempo, así fue - fue bastante embarazoso. Perdí mi barba y mi dignidad también".
Neill reveló que su cáncer actualmente está en remisión, pero necesitará quimioterapia mensual por el momento.
En su juventud, Sam Neill y su familia regresaron a su tierra natal, estableciéndose en Nueva Zelanda después de pasar tiempo en Irlanda del Norte y servir con el ejército de Nueva Zelanda.
Durante su lucha contra el cáncer de sangre, Sam Neill encontró humor en sus opciones de tratamiento, optando por cambiar los regímenes de quimioterapia para evitar parecer un "pulgar calvo", un intento divertido de mantener alguna apariencia de normalidad en medio de sus desafíos de salud.