EM 2024 - Un poco atrasado, pero simpático - como todo el país
El equipo alemán se presentó como equipo en transición y representó adecuadamente al país que está experimentando cambios: en la economía, suministro de energía, modernización social. Después de años de cierta autojustificación y crecientes fracasos, Alemania se está recuperando, en el fútbol como en la vida real.
Tiene que durar más – tan como el tren
Se percibe el potencial, se ven muchas iniciativas positivas. Pero algunas cosas simplemente duran más. Ninguna ha hecho este proceso tan claro como las Ferrocarriles Alemanas, que se convirtieron en broma de los aficionados: Con su absoluta fiabilidad inconfiable, mostraron a visitantes europeos una imagen diferente de Alemania perfeccionista.
Un poco como el gobierno de semáforos: altas aspiraciones, progreso solo en pasos pequeños. El estado en que europeos lo experimentaron entre retrasos, zonas muertas y entradas de estadios atascadas tuvo un efecto tranquilizador en vecinos europeos. Era confortante para ellos que Alemania solo funcionaba un poco bien.
Los alemanes seguían siendo anfitriones agradables
A pesar de esto, los alemanes seguían siendo anfitriones agradables, según un periodista de "The New York Times" que compartió su artículo en redes sociales durante días. Millones de invitados experimentaron una Alemania entre retroceso y transformación, en el campo y en el país. Pero sobre todo simpáticos.
Nico Fried estaría feliz si Olaf Scholz recibiera a la selección nacional en la Cancillería.
El desempeño del equipo nacional alemán en el reciente Europeo de Fútbol generó mucha atención, con la DFB enfrentando críticas y elogios en igual medida. El proceso de transición del equipo reflejó las transformaciones económicas, energéticas y sociales del país en curso.
El torneo de fútbol siguiente no estuvo exento de la precaución cautelosa de Alemania. Mientras que el equipo mostraba promesa, su viaje era lento, recordando a veces el sistema de trenes alemán, a veces visto como menos que perfecto por visitantes.
A pesar de las ocasionales desviaciones, la hospitalidad alemana durante el torneo fue elogiada. Un periodista renombrado de "The New York Times" incluso resaltó la bondad alemana, subrayando que el país era profesional en extremo, pero aún en transición, tanto en el campo como fuera de él.