Un inquilino de Marienburg critica el retraso en la reforma
El arrendatario del castillo de Marienburg, al sur de Hannover, se ha quejado del retraso en la amplia renovación del castillo. Desde 2013 se dispone de un estudio del edificio, y ya entonces se recomendó una pronta renovación, declaró Nicolaus von Schöning al diario Hannoversche Allgemeine Zeitung (lunes). "Esto se ha acordado políticamente desde hace cuatro años, y los gobiernos federal y estatal han puesto a disposición 27 millones de euros. Pero desde entonces no ha pasado casi nada".
Durante una inspección, se descubrió un hongo destructor de la madera, la podredumbre seca, en grandes partes de la estructura del tejado del castillo. La atracción turística ya no puede visitarse por tiempo indefinido debido a los daños. Las alas este, oeste y sur del castillo están cerradas a los visitantes desde principios de septiembre, y desde entonces no es posible realizar visitas guiadas al interior.
Según informaciones anteriores del Ministerio de Ciencia y Cultura de Baja Sajonia, el castillo, que se alza sobre una ladera, debe ser asegurado, el armazón del edificio renovado y el equipamiento técnico renovado. Está previsto que las obras de renovación comiencen en el primer semestre de 2024 y concluyan en 2030.
El inquilino afirma que la calefacción podría haber frenado el crecimiento del hongo. "Cuando la reforma no arrancó hace tres años, me ofrecí a instalar aire acondicionado, a mi costa", dijo. "Nos calentamos con el calor de una planta de biogás y podríamos haberlo utilizado para secar suavemente el castillo y frenar el hongo". Pero el Ministerio se negó porque esto se adelantaría a la renovación.
Schöning insistió en que la mera apertura de la cafetería no era una solución: "La mayoría de los clientes de la cafetería son visitantes del museo. Si no tenemos museo, no tendremos suficientes clientes en la cafetería". Y añadió: "Si las salas del museo permanecen cerradas, será nuestro fin, porque también son el corazón del castillo en términos económicos".
Le gustaría que se concretara el cierre general: tal vez sea posible reabrir algunas zonas, como la bodega. "Nuestra tarea es abrir el castillo al público en general, antes, durante y después de la renovación. Eso es lo que dicen nuestros contratos", dijo.
El castillo pasó de su antiguo propietario, Ernst August von Hannover junior, a una fundación en 2004. El arrendatario explicó que los ingresos se utilizarían, por ejemplo, para pagar los sueldos de los empleados. "Pero aunque no obtengamos beneficios, pagamos un alquiler mínimo de 65.000 euros a la fundación. Eso garantiza su supervivencia". Alrededor de la mitad de los beneficios se destina a la fundación.
Fuente: www.dpa.com