Un fotógrafo revela los colores ocultos de los suburbios de Estambul
Este fotógrafo de 35 años retrata la metrópolis turca como un patio de recreo coloreado con lápices de colores, ya sea fotografiando vibrantes bloques de pisos contra cielos despejados o deleitándose con pequeños detalles arquitectónicos.
"Has visto la parte histórica, antigua y nostálgica de la ciudad", afirma en una entrevista telefónica. "Ese tipo de fotografías son muy bonitas; a mí también me gustan. Pero desde el principio quise hacer algo diferente".
Torun recorre las afueras de la ciudad con una única condición previa a la hora de seleccionar los edificios que quiere fotografiar: que sean de colores vivos. A continuación, utiliza composiciones ingeniosas para revelar las geometrías ocultas de las estructuras: escaleras que se arrastran angulosamente hacia las entradas o el revestimiento estampado de las fachadas suburbanas.
Pero el fotógrafo, que vive en Estambul desde 2001, no se hace ilusiones de que su retrato sea totalmente exacto (reconoce haber utilizado Photoshop para embellecer las imágenes y potenciar sus tonos saturados). Tampoco afirma que las imágenes sean representativas de los barrios en los que fueron tomadas.
"Los turistas no irían allí, y yo no se lo sugeriría", admite.
Suburbios en transformación
Puede que las imágenes presenten un retrato soleado y poco realista de la vida en los suburbios, pero también arrojan una luz poco común sobre unos barrios que están experimentando rápidos cambios. La población de Estambul se ha duplicado desde principios de la década de 1990, y es la periferia de la ciudad la que ha absorbido la mayor parte de este crecimiento.
Torun calcula que la mayoría de los edificios de sus fotos tienen menos de cinco años.
"La periferia de Estambul está en constante cambio. Mucha gente emigra a la ciudad, por lo que siempre hay demanda de nuevas viviendas, y también cambian las nuevas tecnologías y los enfoques arquitectónicos".
"Pero no se ve en el centro, porque estas cosas ocurren en la parte en desarrollo de la ciudad, en las afueras, en las fronteras".
Su agudo ojo para las formas estructurales es el resultado de casi ocho años de trabajo como diseñador arquitectónico. Durante su etapa en el sector, Torun trabajó principalmente en edificios residenciales, el mismo tipo que ahora publica en su cuenta de Instagram y para el que se crearon inicialmente las imágenes.
Con sus líneas atrevidas y su perspectiva aplanada, las imágenes están claramente bien adaptadas a la plataforma (donde tiene más de 150.000 seguidores). Y aunque Torun ahora vende copias y expone en ferias internacionales de fotografía, sus juguetonas imágenes están diseñadas simplemente para gustar.
Es un síntoma, quizá, del talante optimista del fotógrafo.
"Supongo que tu trabajo es una especie de reflejo de ti mismo", afirma. "Así que intento transmitir algunas vibraciones positivas a través de mi trabajo. Creo que también forma parte de mi personalidad".
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Fuente: edition.cnn.com
