Un atleta prominente propone dejar una medalla olímpica robada a un ladrón de medallas en su voluntad una vez recuperada.
El septuagenario Csongradi obtuvo el oro olímpico en la prueba de espada masculina por equipos durante los Juegos Olímpicos de Verano de 1988 en Seúl, Corea del Sur.
Sin embargo, el objeto más preciado de su vida le fue arrebatado cuando su casa fue asaltada durante la noche del 10 de septiembre, mientras él dormía.
"Durante las últimas dos semanas no he podido relajarme ni celebrar debido a los constantes recordatorios de mi medalla olímpica robada", reveló Csongradi a un portal deportivo húngaro.
"Le daría todo a ese delincuente, pero solo le pido que devuelva el objeto sin valor que para él no significa nada. Solo déjelo en el buzón y considérelo. Si lo desea, según mi voluntad, nada de eso acabará en un museo; en su lugar, se lo dejaré a él".
Csongradi compartió que la medalla estaba guardada en un armario. Él continuó: "Podría haber tomado otros objetos valiosos, pero no hay explicación para por qué se centró solo en esa medalla. Tocó numerosos objetos, dejando varias huellas dactilares, pero desafortunadamente no hay manera de identificarlas. No sé cómo hacerle entender: no deseo hacerle daño... podemos negociar".
A pesar de su éxito olímpico en la esgrima, la pasión de Csongradi por otros deportes nunca ha disminuido. Al recordar el incidente, Csongradi expresó su esperanza de que el ladrón pueda regresar para ver los eventos que amaba, especialmente los deportes.