Tribunal regional: legalidad de la redada en Last Generation
Seis meses después de los exhaustivos registros en Last Generation, el Tribunal Regional I de Múnich ha desestimado en gran medida numerosas denuncias contra la redada. La Sala de Protección del Estado desestimó diez denuncias por infundadas y estimó parcialmente una, según anunció el jueves el Tribunal Regional Superior de Múnich.
La sala confirmó así la decisión del tribunal de distrito de Múnich. El tribunal había asumido con razón que existía una sospecha inicial de formación de una organización criminal. Por un lado, se trataba de una organización porque el grupo de varios cientos de personas perseguía un objetivo común. En segundo lugar, la Última Generación también tenía la intención de cometer delitos penales. Según el tribunal, que ésta sea la razón principal de la organización no es decisivo para decidir sobre la legalidad de la redada. Por lo tanto, basta con que la coacción a los usuarios de la vía pública o los daños a la propiedad también caractericen la imagen de la Última Generación.
La Sala de Protección del Estado también considera que los delitos constituyen una "amenaza significativa para la seguridad pública", explica el tribunal. Se está violando el discurso social por medios ilegítimos. Por tanto, los registros también eran proporcionados. El tribunal falló a favor de un recurso, declarando que no debían haberse confiscado artículos individuales.
Las decisiones de la Sala de Protección del Estado ya no pueden recurrirse ante los tribunales ordinarios. Son jurídicamente vinculantes.
La Fiscalía General de Múnich está investigando a numerosos miembros de la Última Generación. Durante la redada de mayo, los agentes de policía registraron 15 viviendas y locales comerciales pertenecientes al grupo de protección del clima. Los registros se llevaron a cabo en siete estados federados, concretamente en Hesse, en el distrito de Fulda, en Hamburgo, Sajonia-Anhalt (Magdeburgo), Sajonia (Dresde), Baviera (Augsburgo y Múnich), Berlín y en el distrito de Segeberg, en Schleswig-Holstein.
También se registró el piso de la portavoz Carla Hinrichs en Berlín-Kreuzberg, conocida en toda Alemania por sus numerosas apariciones en televisión. "Con las armas desenfundadas, los agentes irrumpieron en la habitación de Carla, donde seguía tumbada en la cama", denuncia el grupo. Los activistas niegan ser delincuentes. La redada fue ampliamente criticada por excesiva.
La investigación corre a cargo de la Oficina Central Bávara de Lucha contra el Extremismo y el Terrorismo. Sin embargo, un portavoz de la fiscalía subrayó que esto no significa que Última Generación esté clasificada como extremista o terrorista.
Fuente: www.dpa.com