Take That y un mundo lleno de armonía y esperanza
"Neeeeever forget where you've come here from" o "I want you back I want you back I want you baaaaack for good". Estas letras están grabadas en la memoria musical de los 90. Como lo fue la conmoción cuando la boyband Take That anunció su ruptura el 13 de febrero de 1996 y Bravo puso en marcha el teléfono lacrimógeno "Dr. Sommer" para los fans traumatizados. Más de 27 años después, la banda británica publica un nuevo álbum, "This Life".
Sin embargo, el nuevo disco de Take That no es un verdadero regreso. Menos de diez años después de la ruptura, Gary Barlow, Mark Owen, Howard Donald y Jason Orange celebran su regreso en 2005. Eso sí, sin Robbie Williams, que ya había abandonado la banda en 1995 debido a las crecientes tensiones.
Como cuarteto, consiguieron otros éxitos como "Patience", "Rule The World" y "Shine", con los que creció otra generación. Después de que Williams regresara para un álbum ("Progress") y la banda se tomara un descanso en 2011, Barlow, Owen y Donald volvieron como trío tres años después. "This Life" es el tercer álbum de esta constelación tras "III" (2014) y "Wonderland" (2017).
Letras que afirman la vida
Los fans de Take That rara vez se desmayan estos días. La antigua boy band, cuyos miembros rondan ya los 50 años, es sinónimo de pop pegadizo y letras que reafirman la vida. Los propios británicos describen su noveno álbum de estudio como un nuevo capítulo con "bellas melodías, estribillos edificantes y armonías elegantes". El trío se mantiene fiel al género pop, salvo algunos préstamos superficiales del country y el rock.
El primer tema, "Keep Your Head Up", comienza con sonidos melódicos de piano y suena inicialmente como música relajante para conciliar el sueño. Las voces polifónicas que comienzan son ensoñadoras y transmiten sentimientos acogedores, al igual que la letra: "Don't let it get you down, keep a strong mind, let go and don't hold on".
Esta especie de refrán de calendario recorre las doce canciones del disco, que no cuentan historias concretas y personales, sino que quieren transmitir una actitud ante la vida. Como las canciones optimistas "This Life" ("Esta vida no pertenece a nadie más, haz tuya la vida") o "Brand New Sun" ("A cada día que vivas le seguirá un nuevo sol").
"No nos propusimos hacer un álbum feliz para contentar a todo el mundo. Es sólo un reflejo lírico de dónde estamos en la vida ahora mismo", dice Donald en una entrevista con la Agencia Alemana de Prensa. Barlow añade: "La letra habla mucho de nuestras vidas, de los retos y de cómo los hemos afrontado. El álbum es muy reflexivo".
En "Days I Hate Myself", por ejemplo, los británicos cantan sobre quién les saca de fases depresivas: el público. "Cuando estamos de gira, seguro que hay noches en las que no nos apetece subir al escenario, queramos o no. Simplemente tienes un mal día. Pero el público te levanta en cuestión de segundos", explica Barlow.
Sentimientos nostálgicos
Con sus letras del mundo ideal, la duración casi épica de sus canciones de entre 3,30 y 4,30 minutos desde la perspectiva actual y la ausencia de estridentes ritmos electrónicos, los tres canosos británicos no están complaciendo en modo alguno a la Generación Z. En lugar de ello, evocan sentimientos nostálgicos. Al contrario, evocan sentimientos nostálgicos y recuerdos de la ligereza de los años 90 y 2000.
La aparición de la banda en "Wetten, dass...?" en Offenburg este sábado también será un viaje en el tiempo. Los británicos celebraron su despedida temporal de sus fans alemanes en el programa de Thomas Gottschalk en 1996 y su regreso diez años después.
En 2024 habrá un nuevo reencuentro sobre el escenario: los antiguos ídolos adolescentes acudirán a Hannover, Berlín, Mönchengladbach y Múnich con su gira "This Life Under The Stars" a partir de finales de junio.
Fuente: www.dpa.com