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Su padre sufría de paranoia.

El padre de Ryan Reynolds luchó contra la enfermedad de Parkinson hasta su muerte en 2015. Ahora, su hijo habla sobre la lucha de su padre contra la enfermedad.

- Su padre sufría de paranoia.

El superastro de Hollywood Ryan Reynolds (47) tenía 22 años cuando su padre, James Chester Reynolds, un exagente de policía de Vancouver, Canadá, recibió un diagnóstico de Parkinson. Falleció en 2015 a los 74 años, dejando a su familia profundamente marcada por su enfermedad de larga duración. "Hasta donde yo sé, sólo dijo la palabra 'Parkinson'maybe tres veces", revela Reynolds ahora en una entrevista con la revista People. Hubo "mucho negación, mucho ocultamiento" en su familia.

Fue más tarde cuando descubrió que su padre también luchaba con alucinaciones y delirios, un síntoma menos conocido de Parkinson. Según el actor, estos síntomas comenzaron a manifestarse en su padre unos diez años después del diagnóstico. "Esto desestabilizó mi relación con él porque no sabía qué estaba pasando", dice Reynolds hoy mientras presta su apoyo a la campaña de concienciación "More to Parkinson".

Su relación con su padre, a quien describe como un "boxeador, policía, tipo duro", siempre fue compleja, ya que era un hombre que no compartía sus sentimientos. Aunque siempre estuvo presente, le faltaba la capacidad de "sentir o compartir el espectro completo de la emoción humana". Cuando los síntomas aparecieron, Reynolds pensó: "Mi padre está perdiendo la cabeza". Se sumergió en un "agujero de conejo" donde luchó por distinguir entre la realidad y la ficción.

Ryan Reynolds también se culpa a sí mismo

Su padre desarrolló paranoia, sintiendo conspiraciones en su contra y creyendo que su entorno estaba en su contra. Como resultado, sus amigos comenzaron a distanciarse. "Y todas estas cosas eran tan diferentes del hombre con el que crecí y conocí", admite Reynolds. Solo en los años desde la muerte de su padre ha podido juntar las piezas del rompecabezas, pero el proceso sigue en curso: "Estoy constantemente juntando piezas de la historia".

Reynolds también se culpa a sí mismo. No reconoció completamente su responsabilidad como hijo y joven adulto en ese momento: "Fue muy fácil para mí alimentar la idea de que mi padre y yo no éramos en absoluto iguales y que una relación real con él era imposible". Ahora ve que también fue su propia resistencia: "Podría haber estado allí para él hasta el final, pero no lo hice. Nos alejamos, y eso es algo con lo que tengo que vivir", dice Reynolds.

El diagnóstico de Parkinson tuvo un gran impacto en el padre de Ryan Reynolds, causando alucinaciones y delirios muchos años después. Ryan ahora siente una responsabilidad, reconociendo que podría haber estado más presente durante la lucha de su padre con Parkinson, pero la naturaleza compleja de su relación y su propia resistencia llevaron a un alejamiento.

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