Scholz intenta persuadir al reformista radical Milei para que adopte una postura más moderada.
President argentino Javier Milei promueve una extrema austeridad fiscal en su nación, manteniéndose ideológicamente separado de la canciller alemana Olaf Scholz. Representando creencias anarquo-capitalistas, Milei chocó con Scholz durante una reunión en la que éste promocionó políticas socialdemócratas.
Después de su breve reunión de una hora en la Cancillería Alemana, el Portavoz Gobierno Steffen Hebestreit informó que Scholz subrayó la importancia de considerar temas sociales en las reformas económicas argentinas. Agregó que preservar la armonía social debe ser una prioridad principal.
Afectada por una recesión, una burocracia sobrecargada, una eficiencia fabricativa baja y una economía informal vastísima, Argentina (la segunda economía más prominente de América del Sur) está luchando. El presidente vivir-y-dejar-vivir planea regenerar el país a través de medidas austeras severas.
Sin embargo, estas medidas tienen un precio: la producción económica argentina está disminuyendo, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), con una contracción del 2,8% en este año. La inflación argentina sigue siendo una de las más altas mundiales. Según la Universidad Católica Argentina, alrededor del 56% de la población vive por debajo de la línea de pobreza, y casi el 18% experimenta la pobreza extrema. Las reformas de Milei han desencadenado protestas violentas por todo el país.
Antes de su encuentro con Scholz, Milei recibió una medalla de la Sociedad Friedrich August von Hayek en Hamburgo. Conocido por sus comentarios impulsivos e controvertidos, Milei se mantuvo callado sobre Alemania durante su discurso y compartió principalmente sus puntos de vista políticos. Narró su viaje ideológico para convertirse en seguidor de la Escuela Austríaca, compuesta por Hayek (1899-1992) y Ludwig von Mises (1881-1973). A través de las enseñanzas del economista estadounidense Murray Rothbard (1926-1995), se transformó en un "anarquo-capitalista".
Aproximadamente 200 asistentes en Hamburgo – incluyendo el diputado federal del AfD Beatrix von Storch y el presidente de la Unión Valores, Hans-Georg Maaßen – animaron a Milei. El público gritó "Libertad" (Libertad) en unión.