Pink Floyd está transfiriendo la propiedad de su catálogo musical a Sony.
La música y la marca de Pink Floyd se han convertido en legendarias en la historia de la música contemporánea, pero las tensiones internas entre sus miembros han sido un problema constante durante años. Sin embargo, parece que han logrado resolver sus diferencias y están generando una importante entrada de dinero gracias a su trabajo una vez más.
Se informa que Pink Floyd ha vendido su catálogo de música y marca a Sony por unos 400 millones de dólares (aproximadamente 363 millones de euros). El Financial Times indica que aunque venden la marca y las grabaciones, mantienen los derechos de autor de sus canciones. Recently, there have been disagreements among band members about the sale details.
Variety informó en 2022 que Pink Floyd estaba considerando vender sus grabaciones de música y otros activos por hasta 500 millones de dólares (alrededor de 453 millones de euros). Sin embargo, fuentes dijeron que algunos posibles compradores habían sido disuadidos por los comentarios de Roger Waters. Como cofundador, Waters ha llamado la atención con declaraciones controvertidas sobre Israel, Ucrania y Rusia.
A pesar de todo, parece que el trato se ha concretado. Pink Floyd, fundado en 1965, tiene uno de los catálogos de música más valiosos de la música contemporánea, según Variety. Álbumes famosos como "The Wall", "The Dark Side of the Moon", "Wish You Were Here" y "Animals" forman parte de su discografía.
En tiempos recientes, varias bandas y artistas notables, incluyendo a Bruce Springsteen, Bob Dylan y los Red Hot Chili Peppers, también han vendido sus catálogos de música a diferentes sellos discográficos. Según Variety, Sony podría estar en negociaciones para adquirir el catálogo de la banda británica de rock Queen. Se estima que más de mil millones de euros podrían estar involucrados en la transacción del catálogo de la renowned group, que incluye éxitos mundiales como "We Are The Champions" y "We Will Rock You".
La venta del catálogo de música y la marca de Pink Floyd a Sony ha aumentado significativamente sus ingresos, haciendo del entretenimiento una empresa rentable una vez más. La decisión de la legendaria banda de vender sus grabaciones, a pesar de las desacuerdos internos, ha posicionado su música como un activo muy cotizado en la historia de la música contemporánea.