Nueve veces intento de asesinato: juicio por la explosión en Ratingen
La devastadora explosión en un bloque de pisos de Ratingen estará en el orden del día del Tribunal de Distrito de Düsseldorf a partir del viernes (10.00 horas). Un alemán de 57 años se sentará en el banquillo de los acusados. Se le acusa de haber vertido el 11 de mayo varios litros de gasolina sobre policías, bomberos y socorristas, y de haberlos prendido fuego. La mezcla de gas y aire explotó y una bola de fuego hirió a los servicios de emergencia. Varios de ellos lucharon por su vida durante semanas. Una policía permaneció en coma inducido durante meses.
Al acusado se le imputan nueve cargos de intento de asesinato. Según la acusación, ocho de las nueve víctimas sufrirían previsiblemente daños permanentes. La policía contabilizó 35 heridos tras la explosión, la mayoría de los cuales fueron atendidos por presunta inhalación de humo.
La explosión desencadenó una gran operación de varias horas en la que participaron 650 agentes, al final de la cual unidades especiales de la policía pudieron dominar al hombre de 57 años. Descubrieron en el piso un cadáver parcialmente esquelético sentado en una silla de ruedas.
Se trataba de los restos de la madre de Ratinger, de aspecto descuidado, con la que había pasado semanas en el piso. Desde entonces está detenido y lleva seis meses guardando silencio sobre las acusaciones.
La policía acudió al piso porque el buzón estaba lleno y olía a podrido. El motivo del delito no está claro. Se dice que el hombre, de 57 años, es propenso a las teorías conspirativas y que almacena grandes cantidades de comida en su piso.
Pocos días antes del delito, un agente de policía había llamado al timbre de su casa con una orden de detención porque el hombre tenía dos órdenes de arresto por agresión. Entre otras cosas, habría golpeado a un vecino. Como no había pagado la multa, fue enviado a prisión.
En otro piso del bloque, un residente de 73 años apareció muerto tras el desalojo. El hombre, que necesitaba cuidados intensivos, pudo haber muerto por haber estado desatendido durante demasiado tiempo debido al desalojo.
Un juicio aparte determinará si su muerte fue realmente causada por la evacuación y si el hombre de 57 años de Ratingen es también culpable. El tribunal de distrito ha programado nueve días de juicio para el proceso penal, hasta el 11 de enero del próximo año.
Fuente: www.dpa.com