- "No hay mayor vergüenza"
El jugador de hockey nacional de los Países Bajos Duco Telgenkamp lamenta su arrebato después de ganar el oro olímpico contra Alemania. "No debería haber hecho eso, fueron las emociones", dijo el jugador de 22 años. "No fue muy inteligente de mi parte volver a acercarme al portero. Quiero decir, ganamos, y entonces no debería haberme dejado llevar así".
Después de la final, Telgenkamp se paró frente al portero alemán Jean-Paul Danneberg y se llevó el dedo a los labios. Luego tocó el casco del portero. En respuesta a esta acción, el delantero alemán Niklas Wellen corrió hacia la celebración neerlandesa en formación para darle su opinión a Telgenkamp, lo que llevó a discusiones acaloradas.
La crítica a este comportamiento también llegó desde el entrenador nacional neerlandés Jeroen Delmee. "Las emociones son parte del juego, pero aún necesita acostumbrarse a algunas reglas internacionales de hockey, todavía es muy joven", dijo Delmee: "Nunca debes tocar a otro jugador, desafortunadamente, sus emociones lo superaron". Según el entrenador, las declaraciones de Danneberg en los medios fueron el desencadenante del error de Telgenkamp.
Telgenkamp confirmó esto: "Me molestó personalmente que Danneberg dijera que teníamos miedo de ellos". Literalmente, el portero alemán dijo antes de la final: "Entramos con el pecho en alto, porque creo que los neerlandeses tienen miedo de nosotros". Después de la pitada final, Danneberg también condenó la acción de Telgenkamp. "Parece que tuvo bastante corto el cable. Mi más profunda simpatía por tal comportamiento poco deportivo", dijo el jugador de 21 años: "Los aficionados lo abuchearon cuando recibió la medalla. No hay mayor vergüenza que esa".
El entrenador alemán pasa la página
El entrenador alemán André Henning cree que la disputa intensa después de la final olímpica dramática no dañará permanentemente la relación entre los equipos nacionales de hockey de Alemania y los Países Bajos: "También podremos superar esto y perdonar a los neerlandeses. También los felicitamos".
A pesar de la victoria olímpica, los actos de Duco Telgenkamp hacia el portero alemán Jean-Paul Danneberg llevaron a discusiones acaloradas y críticas de ambos lados alemán y neerlandés. El comportamiento de Telgenkamp, impulsado por los comentarios de Danneberg antes de la final, resultó en una conducta poco deportiva y una ceremonia de entrega de medallas menos que digna de celebración.