Muere un hombre tras saltar en puenting desde 233 metros de altura
Desde la torre de televisión de Macao, los valientes pueden realizar uno de los saltos de puenting más altos del mundo. Ahora, un turista de 56 años muere poco después de su caída libre. Es posible que padeciera una enfermedad preexistente.
Según un informe de los medios de comunicación, un hombre ha muerto tras completar uno de los saltos de puenting más altos del mundo. El turista, de 56 años y originario de Japón, perdió el conocimiento poco después de saltar el domingo desde la Torre Macao, en China, informa el diario británico "Daily Mail". Los paramédicos trasladaron al hombre al hospital, donde fue declarado muerto. La causa de la muerte aún no está clara. Se dice que sufría dificultad respiratoria y que no presentaba lesiones externas.
El salto desde la torre de televisión de la región administrativa especial china de Macao se realizó desde una altura de 233 metros. Según la empresa operadora AJ Hackett, los clientes deben informar con antelación a los empleados de cualquier afección médica preexistente. Entre ellas figuran problemas cardiacos, hipertensión, diabetes y operaciones previas. Un salto cuesta el equivalente a más de 330 euros.
Desde 2007, los valientes pueden saltar desde la plataforma exterior de la torre de Macao. Durante los 20 segundos que dura la caída, se alcanza una velocidad de hasta 75 kilómetros por hora. En sentido estricto, se trata de un salto desde el cielo. A diferencia de un puenting convencional, la caída se ralentiza al final y el cuerpo no sale despedido por los aires.
En el momento de su inauguración, el Sky Jump de Macao era el salto más alto del mundo. Ahora es posible lanzarse a 260 metros de profundidad en China y Estados Unidos. AJ Hackett escribe en su sitio web que ha realizado más de cuatro millones de saltos con éxito en todo el mundo. La empresa tiene un "historial de seguridad perfecto". El fundador de la empresa, Alan John Hackett, está considerado uno de los inventores del puenting.
Los accidentes son raros en este deporte extremo, pero ocurren. A principios de año, por ejemplo, un turista tailandés se rompió la cuerda al saltar desde una altura de 30 metros. Aterrizó en una masa de agua y apenas sobrevivió al accidente.
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Fuente: www.ntv.de