Los sedimentos podrían causar un estrés considerable a los animales
Según un estudio del Centro Helmholtz Geomar de Investigación Oceánica de Kiel, la minería de aguas profundas provoca estrés en las medusas, por ejemplo. Se realizaron pruebas con medusas casco y se expusieron a nubes de sedimentos simuladas, según informa el equipo de investigación en la revista científica "Nature Communications".
Según Geomar, los sedimentos finos se agitan durante la extracción de materias primas del fondo marino, como los nódulos de manganeso. Las nubes de sedimentos pueden extenderse decenas o centenares de kilómetros y afectar a los animales no sólo en el fondo marino, sino también entre los 200 y los 4.000 metros de profundidad, los llamados pelágicos. Como en esta zona suele haber muy pocos sedimentos, cabe suponer que los animales de esta zona reaccionan de forma muy sensible a las nubes de sedimentos provocadas por la minería.
Los habitantes del pelágico son la principal fuente de alimento de muchos peces, calamares y mamíferos marinos, por lo que representan un eslabón importante en la red trófica marina, explicó la coautora Helena Hauss, del Centro Noruego de Investigación (Norce). "Han evolucionado en condiciones mucho más estables que los animales que viven en la superficie y, por tanto, son potencialmente más vulnerables a las condiciones ambientales cambiantes".
Determinar el nivel de estrés de una medusa no es fácil, explica Vanessa Stenvers, investigadora de Geomar. Se tuvieron en cuenta los cambios en la fisiología, la actividad genética y los microbios de los animales. El efecto visible más notable fue la adhesión de partículas de sedimento a la medusa, que empezó a producir mucosidad en exceso.
"Aunque el moco ayuda a las medusas a mantener estable su microbioma, la producción continua de moco requiere mucha energía y puede suponer una proporción significativa del presupuesto energético total de un animal", explica Stenvers. Cuando hay mucho sedimento en el agua, aumenta mucho la actividad de los genes relacionados con la respiración, el sistema inmunitario y la cicatrización de heridas.
Los factores de estrés que provocan un mayor consumo de energía deben compensarse con una mayor ingesta de alimentos, explicó el equipo de investigación. Sin embargo, el alimento suele escasear en las profundidades marinas, por lo que la presencia de sedimentos en el agua podría aumentar el riesgo de inanición de los habitantes pelágicos.
La extracción comercial de materias primas en el fondo de los mares internacionales entraña peligros de proporciones aún imprevisibles para los ecosistemas locales; sin embargo, las conversaciones sobre cómo abordar la explotación minera de los fondos marinos finalizaron en verano sin ninguna decisión vinculante. En la reunión del Consejo de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA), los 36 Estados miembros sólo acordaron el objetivo de adoptar un conjunto de normas en 2025.
No se acordó ninguna solución concreta sobre cómo decidir acerca de las solicitudes de explotación minera de los fondos marinos, que ahora pueden presentarse a la AIS por primera vez. Hace algún tiempo, el estado de Nauru, en el Pacífico, anunció su intención de explotar nódulos de manganeso en el lecho marino a una profundidad de entre 4.000 y 6.000 metros con la empresa canadiense The Metals Company (TMC). Estas antiguas formaciones contienen materias primas como manganeso, cobalto, cobre y níquel, que podrían utilizarse para fabricar baterías para coches eléctricos, por ejemplo.
Los críticos advierten de un desastre medioambiental evitable. Muchos países aún no se han pronunciado claramente sobre la explotación minera de los fondos marinos. Estados Unidos no es miembro de la AIS. China ha señalado su intención de centrarse en la minería de aguas profundas.
Fuente: www.dpa.com
