Los científicos descubren un inesperado fenómeno de enfriamiento en el Himalaya a medida que se calientan las temperaturas
Según un estudio publicado el 4 de diciembre en la revista Nature Geoscience, cuando el calentamiento de la temperatura alcanza ciertas masas de hielo a gran altitud, se desencadena una reacción sorprendente que sopla fuertes vientos fríos ladera abajo.
El calentamiento del clima crea una mayor diferencia de temperatura entre el aire circundante por encima de los glaciares del Himalaya y el aire más frío directamente en contacto con la superficie de las masas de hielo, explicó Francesca Pellicciotti, profesora de glaciología del Instituto de Ciencia y Tecnología de Austria y autora principal del estudio.
"Esto provoca un aumento del intercambio de calor turbulento en la superficie del glaciar y un mayor enfriamiento de la masa de aire superficial", explica en un comunicado de prensa.
A medida que el aire fresco y seco de la superficie se enfría y se hace más denso, se hunde. La masa de aire fluye ladera abajo hacia los valles, provocando un efecto de enfriamiento en las zonas bajas de los glaciares y en los ecosistemas vecinos.
Dado que el hielo y la nieve de la cordillera alimentan 12 ríos que suministran agua dulce a casi 2.000 millones de personas en 16 países, es importante averiguar si los glaciares del Himalaya pueden mantener este efecto refrigerante de autoconservación, ya que la región se enfrenta a un probable aumento de las temperaturas en las próximas décadas.
El deshielo de los glaciares
Un informe de junio del que se hizo eco anteriormente la CNN mostró que los glaciares del Himalaya se derritieron un 65% más rápido en la década de 2010 en comparación con la anterior, lo que sugiere que el aumento de las temperaturas ya está teniendo un impacto en la zona.
"El principal impacto del aumento de la temperatura en los glaciares es un aumento de las pérdidas de hielo, debido al aumento del deshielo", dijo Fanny Brun, científica investigadora del Institut des Géosciences de l'Environnement en Grenoble, Francia. Brun no participó en el estudio.
"Los principales mecanismos son el alargamiento y la intensificación de la estación de deshielo. Esto provoca el adelgazamiento y el retroceso de los glaciares, lo que da lugar a paisajes deglaciados que tienden a aumentar aún más la temperatura del aire debido a una mayor absorción de energía por la superficie", explica Brun.
Esa absorción de energía en la superficie viene determinada por algo llamado efecto albedo. Las superficies claras o "blancas", como la nieve y el hielo limpios, reflejan más luz solar (albedo alto) que las superficies "oscuras", como la tierra que queda expuesta al retirarse los glaciares, el suelo y los océanos (albedo bajo). En general, según Brun, este fenómeno se interpreta como un bucle de retroalimentación positiva, o un proceso que potencia un cambio, pero en general está poco estudiado y es difícil de cuantificar.
Sin embargo, en la base del Everest, las mediciones de las temperaturas medias globales parecían curiosamente estables en lugar de aumentar. Un análisis minucioso de los datos reveló lo que realmente estaba ocurriendo.
"Mientras que las temperaturas mínimas han ido en constante aumento, las temperaturas máximas de la superficie en verano han ido descendiendo", explica Franco Salerno, coautor del informe e investigador del Consejo Nacional de Investigación de Italia (CNR).
Sin embargo, ni siquiera la presencia de estos vientos refrigerantes basta para contrarrestar totalmente el aumento de las temperaturas y el deshielo de los glaciares debido al cambio climático. Thomas Shaw, que forma parte del grupo de investigación del ISTA con Pellicciotti, dijo que la razón por la que estos glaciares se están derritiendo rápidamente es compleja.
"El enfriamiento es local, pero quizá aún no sea suficiente para superar el mayor impacto del calentamiento climático y preservar plenamente los glaciares", dijo Shaw.
Pellicciotti explicó que la escasez general de datos en zonas de gran altitud de todo el planeta es lo que llevó al equipo del estudio a centrarse en utilizar los registros únicos de observación terrestre de una estación del Himalaya.
"El proceso que destacamos en el artículo es potencialmente de relevancia mundial y puede ocurrir en cualquier glaciar del mundo que reúna las condiciones necesarias", afirmó.
Según Pellicciotti, el nuevo estudio constituye una motivación de peso para recopilar más datos a largo plazo y a gran altitud, que son muy necesarios para probar los nuevos hallazgos y sus repercusiones más amplias.
Un tesoro de datos
Situada a una altitud glaciar de 5.050 metros, la estación climática del Laboratorio/Observatorio Internacional de la Pirámide se encuentra en la ladera sur del Everest. El observatorio lleva casi 30 años registrando datos meteorológicos detallados.
Pellicciotti, Salerno y un equipo de investigadores utilizaron esas observaciones meteorológicas granulares para llegar a la conclusión de que el calentamiento de las temperaturas está desencadenando lo que se denominan vientos catabáticos.
Los vientos fríos, creados por el aire que fluye cuesta abajo, suelen producirse en regiones montañosas, incluido el Himalaya.
"Los vientos catabáticos son una característica común de los glaciares del Himalaya y sus valles, y es probable que se hayan producido siempre", afirma Pellicciotti. "Lo que observamos, sin embargo, es un aumento significativo de la intensidad y duración de los vientos katabáticos, y esto se debe a que las temperaturas del aire circundante han aumentado en un mundo que se calienta".
Otra cosa que observó el equipo fueron mayores concentraciones de ozono a nivel del suelo en relación con temperaturas más bajas. Estas pruebas demuestran que los vientos catabáticos funcionan como una bomba capaz de transportar aire frío desde las zonas más elevadas y las capas atmosféricas hasta el valle, explicó Pellicciotti.
"Según el estado actual de los conocimientos, los glaciares del Himalaya registran una pérdida de masa ligeramente superior a la de los glaciares medios", afirmó Brun.
Pérdida de glaciares en Asia frente a Europa
Brun explicó que en el Himalaya central, por término medio, los glaciares han adelgazado unos 9 metros en las dos últimas décadas.
"Esta cifra es muy inferior a la de los glaciares europeos, que han disminuido unos 20 metros en el mismo periodo, pero es superior a la de otras regiones de Asia (por ejemplo, la región del Karakórum) o del Ártico", explicó Brun.
Comprender durante cuánto tiempo son capaces estos glaciares de contrarrestar localmente los efectos del calentamiento global podría ser crucial para abordar con eficacia nuestro cambiante mundo.
"Creemos que los vientos catabáticos son la respuesta de los glaciares sanos al aumento de las temperaturas globales y que este fenómeno podría ayudar a preservar el permafrost y la vegetación circundante", afirma Nicolas Guyennon, coautor del estudio e investigador del Consejo Nacional de Investigación de Italia.
Sin embargo, se necesitan más análisis. El siguiente objetivo del equipo del estudio es identificar las características glaciares que favorecen el efecto de enfriamiento. Pellicciotti señaló que prácticamente no existen más estaciones terrestres a largo plazo para comprobar esta hipótesis en otros lugares.
"Aunque los glaciares no puedan preservarse a sí mismos para siempre, podrían preservar el medio ambiente que los rodea durante algún tiempo", dijo. "Por lo tanto, pedimos más enfoques de investigación multidisciplinarios para converger los esfuerzos hacia la explicación de los efectos del calentamiento global".
Un informe separado en 2019 encontró que incluso en el caso más optimista, en el que el calentamiento global promedio se limitó a solo 1,5 grados Celsius (2,7 grados Fahrenheit) por encima de las temperaturas preindustriales, la región del Himalaya perdería al menos un tercio de sus glaciares.
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Fuente: edition.cnn.com
